El consorcio liderado por Sidenor, junto al Gobierno vasco, BBK y Vital, ha presentado una oferta significativa por el 29,8% de Talgo, la empresa de fabricación de trenes. Esta propuesta, que asciende a 177 millones de euros, representa un intento estratégico por aumentar su participación en la compañía, actualmente controlada en parte por el fondo Trilantic. A pesar del interés en ampliar el control sobre Talgo, el grupo ha decidido no lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) para hacerse con el 100% de las acciones, limitándose únicamente a la adquisición del porcentaje mencionado.
Detalles de la oferta presentada
El consorcio ha elevado su oferta inicial, que era de 4 euros por acción, a 4,15 euros, lo que suma un total de 153 millones de euros. Este ajuste se realizó en respuesta a la demanda de Pegaso, que representa al fondo Trilantic, que había establecido un referente de 5 euros por acción tras una oferta previa realizada por el grupo húngaro Magyar Vagon. Sin embargo, dicha transacción fue vetada por el Gobierno español.
El paquete de la oferta incluye un concepto variable de 0,65 euros por acción, lo que podría aportar 24 millones de euros adicionales si se cumplen las magnitudes financieras estipuladas en el plan de negocio de Talgo para los años 2027 y 2028. De este modo, el total potencial de la operación asciende a los mencionados 177 millones de euros.
A pesar de que la oferta está diseñada para adquirir menos del 30% de las acciones, se enfrenta a posibles inconvenientes. Por un lado, se choca con el pacto de accionistas que tienen Trilantic, Abelló y Oriol, quienes suman un 40,2% de las acciones. Por otro lado, destaca la oferta planteada por el fabricante estatal polaco de trenes, Pesa, que ha manifestado su intención de adquirir el 100% de Talgo, incluyendo las acciones de Abelló y Oriol.
Movimientos del fabricante polaco Pesa
El interés de Pesa en Talgo añade una capa de complejidad a la situación. Este fabricante estatal de Polonia, a través de su fondo público PFR, ya ha comenzado a explorar alianzas con inversores españoles. El objetivo es buscar una opción amistosa para la adquisición de Talgo, lo cual podría contribuir a resolver los problemas de capacidad industrial que esta empresa ha estado enfrentando.
Pese a la competencia, PFR aún no ha respondido formalmente a la oferta presentada por Sidenor. Sin embargo, la posibilidad de una negociación amistosa podría presentar una opción más viable que una OPA combinada.
Cambio de sede corporativa de Talgo
En el contexto de estas negociaciones, el Gobierno vasco ha expresado su intención de trasladar la sede social de Talgo de Madrid a Álava. Este movimiento responde a la ubicación de una de las fábricas más importantes de la empresa, situada en la localidad alavesa de Rivabellosa. Para el Gobierno vasco, esta es una oportunidad para reafirmar la españolidad de Talgo y fomentar el desarrollo regional.
En términos financieros, el Gobierno vasco se comprometerá a aportar 45 millones de euros, la misma cantidad ofrecida por Sidenor y BBK. Por su parte, Vital contribuirá con los 20 millones restantes necesarios para que la operación se lleve a cabo.
La oferta, sin embargo, enfrentará diversas condiciones que deberán cumplirse antes de su finalización. Esto incluye la realización de una due diligence sobre Talgo, la aprobación de los órganos de gobierno de los inversores y la obtención de las autorizaciones regulatorias pertinentes, todo lo cual debe completarse a más tardar el 15 de mayo de 2025. Existe la posibilidad de extensión hasta el 16 de junio de 2025 si así lo deciden los inversores.
Implicaciones potenciales del cambio de sede
El traslado de la sede social de Talgo no sólo tiene implicaciones administrativas; también puede influir en el entorno empresarial y en la percepción regional de la compañía. Este movimiento podría facilitar un mayor compromiso del Gobierno vasco con Talgo, así como incentivos financieros y fiscales que podrían beneficiar a la empresa.
Además, al consolidar su presencia en Álava, Talgo podría atraer talento local y generar un impacto positivo en la economía regional, incluyendo la creación de empleos y el fortalecimiento de la cadena de suministro local.
Por otro lado, el residuo de incertidumbre generado por las operaciones de compra y la competencia puede provocar que los accionistas y los empleados de Talgo mantengan un enfoque cauteloso sobre su futuro. Esto requiere que la dirección de la empresa gestione adecuadamente la comunicación y los expectativas a medida que se resuelven estas negociaciones.
La situación de Talgo es un recordatorio de cómo los movimientos corporativos y las decisiones estratégicas pueden tener efectos significativos en la economía regional y nacional. Por ello, es esencial seguir de cerca estos desarrollos y considerar las oportunidades que pueden surgir de ellos en el ámbito local y en la industria ferroviaria. Si eres un inversor o un interesado en el sector, prestar atención a estos detalles será clave para entender el futuro de Talgo y del mercado ferroviario en general.