La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) ha subrayado la necesidad de que las administraciones públicas españolas ajusten sus pliegos de contratación pública a los nuevos requisitos técnicos que ha establecido la Unión Europea. Esta propuesta se enmarca dentro de las conclusiones presentadas durante una jornada titulada ‘Infraestructuras Resilientes: Taxonomía Europea’, que tuvo lugar recientemente en colaboración con Aenor.
Objetivo de la jornada: normativas y metodologías
El evento tuvo como objetivo facilitar a las empresas, tanto públicas como privadas, la comprensión de la metodología que se debe seguir en el proceso de identificación y reporte de actividades económicas consideradas sostenibles. Esta identificación se hace en línea con el marco normativo sobre Taxonomía Verde de la Unión Europea.
La integración de criterios técnicos es fundamental, especialmente para actividades ecológicas. Por ejemplo, en proyectos de ‘Construcción, ampliación y explotación de captación, depuración y distribución de agua’ para mitigación del cambio climático, se exige un consumo medio neto de energía que no supere los 0,5 kWh por metro cuadrado de agua suministrada, así como un índice de fugas estructurales (ILI) menor o igual a 1,5.
Requisitos específicos para las infraestructuras hídricas
Para proyectos de ‘Desalinización’, se establece que las emisiones de gases de efecto invernadero deben ser limitadas a un máximo de 1.080 gCO2 por metro cuadrado de agua dulce producida. Asimismo, se exige que se realicen mediciones para eliminar salmuera en puntos específicos y que se lleven a cabo análisis de impacto del vertido.
En el caso de las infraestructuras ferroviarias y de transporte por carretera, más del 70% de los residuos no peligrosos generados durante la construcción y demolición deberían estar diseñados para su reciclaje, reutilización o valorización. Estas medidas son parte de una estrategia más amplia para asegurar que las nuevas construcciones sean sostenibles y que se contribuyan a una economía circular.
Inversiones en infraestructuras: beneficios socioeconómicos
Seopan ha hecho hincapié en la resiliencia y beneficios sociales asociados a ciertas infraestructuras prioritarias que, según afirma, deben ser ejecutadas en España. Un ejemplo significativo es el Ciclo Integral del Agua, con una inversión inicial prevista de 23.152 millones de euros. A largo plazo, estos proyectos podrían generar beneficios socioeconómicos estimados en 137.334 millones de euros a lo largo de 30 años.
Además, las inversiones que se planean en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), dedicadas a mejorar la eficiencia energética en diversos sectores, permitirían un ahorro acumulado de 14.714 ktep de energía final para el periodo 2021-2030. Estos proyectos no solo contribuyen a la sostenibilidad, sino que también tienen un impacto positivo en la economía.
el futuro del transporte y sus beneficios
Las infraestructuras de transporte proyectadas, que incluyen vías, ferrocarriles, aeropuertos y puertos, requieren una inversión inicial de 85.084 millones de euros. Se estima que los beneficios sociales derivados de estas inversiones alcanzan los 150.486 millones de euros, considerando un horizonte de 30 años. Además, se anticipa una reducción de 2.533 millones de toneladas de CO2, lo que podría tener un impacto significativo en el medio ambiente.
Consideraciones para el acceso a financiamiento
La patronal de las grandes constructoras también ha destacado que hay acciones diseñadas para fomentar infraestructuras resilientes, que son cruciales para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático. Esto implica contribuir a la economía circular y asegurar un uso sostenible de los recursos hídricos y marinos, así como implementar controles de calidad para reducir la contaminación y proteger la biodiversidad y los ecosistemas.
Estos aspectos son vitales para acceder a líneas de financiamiento destinadas a infraestructuras, según lo que ha señalado el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La alineación con criterios sostenibles no solo es una obligación normativa, sino que también puede abrir puertas a financiamiento preferente y apoyo institucional.
Una mirada hacia el futuro de la construcción ecológica
En este contexto, el futuro de la construcción y las infraestructuras en España parece estar cada vez más ligado a criterios ecológicos y de sostenibilidad. A medida que las demandas de una economía más responsable aumentan, también lo hace la presión sobre las empresas para que se adapten a estas normativas.
La implementación de prácticas sostenibles no debe ser vista únicamente como un costo, sino como una inversión a largo plazo que podría beneficiar tanto a las empresas como a la sociedad en general. Con un marco regulatorio claro y el apoyo del BEI para financiar proyectos sostenibles, las oportunidades son considerables. En consecuencia, los actores del sector deben estar bien informados y preparados para cumplir con estos nuevos estándares, asegurando así un desarrollo infraestructural que también atienda las necesidades ambientales actuales.