El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley que prorroga hasta el 31 de diciembre de 2025 las deducciones en el IRPF por obras de mejora energética en las viviendas. Esta medida, según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, representa un paso significativo hacia la rehabilitación energética, un objetivo al que el gobierno se ha comprometido en el contexto del Plan de Recuperación.
Deducciones por mejora energética en el IRPF
Las deducciones se aplican a las inversiones realizadas en obras de rehabilitación que permitan mejorar la eficiencia energética de las viviendas habituales y de los edificios residenciales, siempre que estas mejoras se documentan mediante un certificado de eficiencia energética. Este aspecto es crítico, ya que solo así las deducciones son válidas y se pueden aplicar correctamente.
Hasta ahora, en el período de aplicación correspondiente a los ejercicios 2021, 2022 y 2023, se han llevado a cabo deducciones en 122.862 viviendas, lo que ha generado un ahorro total de 319,70 millones de euros para los contribuyentes en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Estos datos ponen de manifiesto la creciente concienciación de la ciudadanía sobre la necesidad de rehabilitar energéticamente las viviendas, algo que ha quedado reflejado en el número de deducciones solicitadas.
Evolución de las solicitudes de deducción
La evolución en el número de declaraciones presentadas señala un aumento notable en la participación ciudadana. En el año 2021 se registraron 2.535 declaraciones, cifra que creció exponencialmente en 2022, alcanzando 55.761, y llegó a los 110.940 en 2023. En total, estos tres años han acumulado 169.236 declaraciones, lo que sugiere una tendencia positiva hacia la rehabilitación energética y un compromiso por parte de la ciudadanía con los objetivos del gobierno.
Esta ampliación de plazos se presenta como un instrumento clave para garantizar el cumplimiento de los objetivos del Ministerio en favor de la rehabilitación residencial. Se busca así el ejercicio del derecho constitucional a una vivienda digna, lo que se alinea con las políticas de sostenibilidad y eficiencia energética promovidas desde el gobierno.
Las tres deducciones prorrogadas
La norma aprobada por el Consejo de Ministros cubre tres tipos de deducciones específicas, con el objetivo de incentivar diversas actuaciones de mejora energética:
Deducción del 20%: Se extiende este porcentaje por actuaciones que logren una reducción del 7% en la demanda de calefacción y refrigeración. Esta deducción se aplica exclusivamente a la vivienda habitual del contribuyente o a aquellas destinadas al alquiler como vivienda habitual. El límite de deducción se establece en 5.000 euros por vivienda.
Deducción del 40%: Se prorroga para actuaciones que consigan reducir el 30% del consumo de energía primaria no renovable, así como las que mejoren la calificación energética de la vivienda alcanzando las letras ‘A’ o ‘B’. Las personas físicas que realicen estas mejoras podrán beneficiarse de una deducción del 40% de las cantidades invertidas, con un tope de 7.500 euros por vivienda.
- Deducción del 60%: Esta deducción se aplica a los edificios residenciales, donde las actuaciones deben reducir al menos el 30% del consumo energético no renovable o alcanzar las calificaciones energéticas ‘A’ o ‘B’. El porcentaje de deducción es 60% de las inversiones, con un límite de 15.000 euros por vivienda.
Impacto en la sostenibilidad y el ahorro energético
Es relevante señalar que, además del impacto económico, estas deducciones también contribuyen a la sostenibilidad ambiental. La mejora en la eficiencia energética se traduce en una reducción del uso de combustibles fósiles, un aspecto esencial en la lucha contra el cambio climático. La política de incentivos del gobierno está diseñada no solo para aliviar la carga económica de los contribuyentes, sino también para fomentar un cambio cultural hacia la conservación de energía en los hogares españoles.
Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de la correcta implementación y promoción por parte de las administraciones competentes. Los ciudadanos deben estar informados y ser capaces de acceder a estas oportunidades de mejora. Es fundamental que se implementen campañas de sensibilización que resalten los beneficios de estas deducciones y la necesidad de realizar obras de mejora energética en sus viviendas.
En este contexto, es recomendable que los propietarios de viviendas comiencen a planificar las posibles actuaciones de rehabilitación energética que pueden realizar en sus hogares. Este es el momento ideal para informarse sobre las condiciones exigidas para acceder a las deducciones y así preparar los proyectos necesarios para aprovechar al máximo estos beneficios fiscales antes de que finalice el período de aplicación previsto.