El sector del hormigón preparado cerró 2024 con un volumen total de 27 millones de metros cúbicos, lo que representa un crecimiento del 2,8% respecto al año anterior. Este dato es significativo ya que marca el nivel más alto registrado en los últimos 12 años y consolida, de manera contundente, la recuperación del sector, que sufrió los estragos de la pandemia y la crisis energética de 2022. Además, este crecimiento ha mejorado ampliamente las estimaciones iniciales, especialmente gracias a un cuarto trimestre que ha sido «especialmente sólido”, con un incremento del 5,2%.
Impacto de los aranceles en el sector
A pesar de estos resultados positivos, el director general de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), Carlos Peraita, advierte que el entorno económico global se complica. La incertidumbre generada por los nuevos aranceles, aunque no afectan directamente a las materias primas del hormigón, podría tener repercusiones serias en disciplinas cruciales como el consumo, la inversión pública y el turismo, los cuales son pilares fundamentales para la actividad del sector.
La advertencia de Peraita resalta que, aunque los aranceles no afectan directamente al hormigón, su potencial para alterar el tejido económico y de inversión podría condicionar de manera negativa otros sectores interrelacionados. Esta situación se agrava por la existencia de problemas estructurales del sector que ya había señalado anteriormente.
Desafíos estructurales del sector
Los problemas que enfrenta el sector del hormigón son variados y complejos. Entre los desafíos más destacados se encuentran:
- Lentitud en la ejecución de las obras.
- Falta de revisión flexible de precios en contratos públicos.
- Escasez de mano de obra cualificada.
Estos problemas pueden no solamente frenar el crecimiento, sino también afectar el desarrollo de proyectos importantes en distintas comunidades. Así, el crecimiento del 2,8%, aunque positivo, se sitúa por debajo del incremento del 5,6% que se había registrado en 2023. Sin embargo, sigue acercando al sector al umbral de los 30 millones de metros cúbicos, cifra que no se alcanzaba desde 2011.
Crecimiento regional desigual
Otro aspecto relevante sobre el desempeño del sector en 2024 es la disparidad en el crecimiento entre diferentes comunidades autónomas. Las regiones que han destacado por su crecimiento interno son Extremadura con un increíble 18,1% y Castilla y León con un 14,1%. También se han registrado incrementos en Galicia (8,8%), La Rioja (8,2%) y Cantabria (6%).
En contraste, los grandes centros de consumo, como Cataluña, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid, donde se produce el 51% de la producción anual, apenas han crecido un 0,9%. Esta cifra inferior a la media refleja un comportamiento regional desigual que puede ser consecuencia de múltiples factores, como las diferencias en la ejecución de obras, la licitación pública, las condiciones climáticas (como la DANA), la actividad promotora y la intensidad del tejido productivo local.
Factores que determinan el ritmo de crecimiento
Los factores que influyen en el crecimiento del sector son diversos y se entrelazan con la economía regional y nacional. Algunos de estos elementos incluyen:
- Condiciones climáticas: Situaciones climáticas adversas pueden limitar la capacidad operativa de las obras.
- Políticas de licitación pública: La eficiencia en la convocatoria y adjudicación de contratos afecta el flujo de proyectos.
- Inversión en infraestructura: Un mayor apoyo público puede acelerar la ejecución de obras y, por ende, el consumo de hormigón.
El análisis de estos factores es crucial para entender el crecimiento interno de cada comunidad y su impacto en el sector del hormigón preparado.
Perspectivas futuras y recomendaciones
Con los retos y oportunidades que enfrenta el sector del hormigón preparado, se torna esencial evaluar las estrategias que permitirán enfrentar posible desaceleraciones. Evaluar un enfoque más flexible en los precios de contratos públicos, apostar por la capacitación y formación de nuevos trabajadores cualificados, así como contribuir a la creación de políticas que fomenten inversiones en infraestructura serán pasos importantes para asegurar el crecimiento sostenido.
Los próximos meses serán determinantes para observar cómo se posiciona el sector ante un entorno tan cambiante. La necesidad de adaptarse y prever los fenómenos económicos que puedan surgir será crucial para los actores de la industria. Con una gestión adecuada y un enfoque proactivo frente a los desafíos, hay posibilidades de que el sector no solo mantenga el crecimiento, sino que se supere en el futuro, logrando niveles superiores a los de la última década. La clave estará en la colaboración entre las partes interesadas y la adopción de una visión estratégica enfocada en el desarrollo sostenible y la innovación.