Menos del 1% del parque de vivienda de propietarios particulares en España se destina al alquiler vacacional. Este dato, extraído en febrero de 2025, pone de manifiesto la estabilidad y el leve crecimiento de este porcentaje en los últimos años, según un estudio reciente. En contraste, la gran mayoría de las viviendas, un 78%, se utilizan como residencia habitual, mientras que un 10% se clasifica como segundas residencias.
Uso de la vivienda en España
El uso más frecuente de los inmuebles en el país es el de vivienda habitual alquilada a terceros, que representa un 8% del total. A continuación, se encuentran las viviendas sin uso, que suman un 3%. El alquiler por períodos cortos, que se asocia al alquiler vacacional, representa menos del 1% de la oferta total.
En términos de intencionalidad del mercado, solo un 3% de los compradores planean adquirir un inmueble para destinarlo al uso turístico. Este porcentaje ha mostrado una disminución significativa en los últimos años; en 2023 alcanzaba el 6% y en 2024 había ligeramente repuntado, pero ha disminuido nuevamente hasta el actual 3% en 2025. Por el contrario, la proporción de compradores interesados en convertir una vivienda en su residencia habitual ha aumentado, alcanzando ahora el 81% del total, significando un incremento de tres puntos respecto a 2024 y de nueve puntos en comparación con 2023.
Retos del mercado de alquiler vacacional
María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, asegura que estas cifras indican que el volumen de alquiler turístico es muy reducido. Esto sugiere que el verdadero desafío en el mercado de vivienda no reside en la regulación del alquiler turístico, sino en la escasez de viviendas disponibles que puedan satisfacer la demanda creciente y sostenida de la población.
No obstante, Matos reconoce la necesidad de una regulación adecuada del alquiler vacacional, especialmente en grandes ciudades y zonas turísticas donde la presión de demanda es alta. Este tipo de regulación es vital para garantizar un equilibrio razonable entre la convivencia vecinal y la actividad turística.
Datos de la oferta y demanda
Respecto a los demandantes de vivienda, aquellos que buscan convertirla en segunda residencia suman un 10% del total, manteniéndose estables respecto al año anterior, aunque tres puntos menos en comparación con 2023. En cuanto a los compradores que buscan invertir, que incluyen a aquellos que desean realizar alquileres vacacionales, representan un 8%, lo que es una reducción de dos puntos comparado con 2024 y de cinco puntos en relación a 2023.
En términos de oferta, la cantidad de vendedores que antes tenían un inmueble destinado al alquiler vacacional y ahora lo ponen a la venta es inferior al 2%, lo que significa un punto porcentual menos desde 2023 y unas décimas por debajo de la proporción del año anterior. Del total de vendedores, un 35% destinaba su propiedad a vivienda habitual, un 23% lo recibió en herencia y un 15% lo utilizaba como segunda residencia. Asimismo, un 17% de los vendedores dedicaban la vivienda a alquiler de larga duración, un 6% la tenía vacía y un 3% le daba otros usos.
Perfil del comprador de alquiler vacacional
El perfil de las personas que participan en el mercado del alquiler vacacional predominan hombres (59%), con una edad media de 49 años y pertenecientes a clases socioeconómicas altas o medias-altas. La mayoría de estos individuos están casados (78%) y viven en pareja (43%) o con pareja e hijos (37%) en un inmueble de su propiedad (83%).
En cuanto a las motivaciones de inversión, un 54% de los participantes en esta área busca un retorno económico significativo al adquirir un inmueble para uso vacacional.
Por regiones, un 25% de los inversores en propiedades turísticas reside en Andalucía, un 17% en Madrid, un 14% en Cataluña, un 6% en la Comunidad Valenciana y un 38% en el resto de España. Esta distribución geográfica es relevante al considerar la presión de demanda en áreas específicas y el efecto que esto tiene en el mercado inmobiliario.
Perspectivas futuras en el mercado de vivienda
Frente a estas tendencias, es fundamental que tanto compradores como instituciones reguladoras comprendan la dinámica cambiante del mercado inmobiliario en España. La combinación de una demanda creciente de vivienda y un porcentaje reducido de propiedades para alquiler vacacional indica que hay espacio para afinar estrategias de inversión y regulativas.
Para los interesados en el mercado inmobiliario, el enfoque podría dirigirse hacia propiedades que ofrezcan un equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad, teniendo en cuenta las inclinaciones de los consumidores hacia la compra de vivienda habitual. La atención a la regulación del alquiler vacacional, sin duda, será clave para asegurar que todos los actores del mercado se beneficien de los cambios en la demanda y oferta.
La actividad económica siempre evoluciona, y es importante estar preparados para adaptar las decisiones tanto en inversiones como en regulaciones para el futuro cercano.