El presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, presentó un balance muy positivo del ejercicio 2024 en la reciente Junta General de Accionistas. Destacó que la compañía ha superado los niveles prepandemia en términos de beneficios y ventas, lo que se traduce en una mejora operativa y financiera. Esta situación permitirá a Meliá acelerar su crecimiento en los próximos años.
Resultados destacados del ejercicio 2024
Durante su intervención, Escarrer abordó los logros significativos de la empresa en el último año. Se informó que el beneficio y las ventas han superado las cifras anteriores a la pandemia, lo que abre las puertas a un futuro prometedor. «El turismo se ha recuperado en todo el mundo, y Meliá ha sabido capitalizarlo», comentó Escarrer. Además, el aumento del RevPAR en un 10,7% y el incremento de los ingresos hasta 2.013 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 4,4%, son indicadores del buen desempeño de la compañía.
Meliá también ha logrado reducir su deuda financiera neta en casi un tercio, alcanzando una disminución de 391 millones de euros. Esto ha sido posible gracias a una fuerte generación de caja y a operaciones de rotación de activos. La compañía, que ha visto un crecimiento notable del 19% en sus canales directos, ha mantenido su margen de EBITDA prepandemia en un 26,5%.
Proyección de crecimiento y apertura de nuevos hoteles
La cadena hotelera tiene planes ambiciosos para el futuro próximo. Para 2025, Meliá prevé firmar 30 nuevos hoteles y abrir 25 adicionales. Este enfoque agresivo en la expansión se complementa con una sólida evolución de reservas, ya que no se observan señales de desaceleración en este aspecto. «Seguimos sin apreciar indicios de desaceleración en las reservas de 2025», afirmó Escarrer, reafirmando la confianza en la trayectoria actual de la empresa.
La estrategia de Meliá se centra en el lujo y la renovación de activos. En los últimos dos años, la empresa ha invertido 400 millones de euros en la reforma de 40 hoteles, posicionándolos en el segmento premium y aumentando su valor. Esta inversión no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también consolida la oferta de la cadena en un mercado cada vez más competitivo.
Aprobación de dividendos y decisiones estratégicas
Durante la Junta, se aprobó la distribución de un dividendo bruto de 0,1436 euros por acción, lo que equivale a un total de 31.644.450 euros. Este pago se realizará el 9 de julio de 2025. La asamblea también ratificó la reelección de varios consejeros, incluido Carina Szpilka como Consejera Independiente, y proponiendo un nuevo plan de retribución a largo plazo para la alta dirección.
Estos desarrollos reflejan una gobernanza sólida y una alineación de los intereses de los accionistas, que se ve reforzada por la capacidad de la empresa para generar beneficios y aumentar su capital a largo plazo. La dirección de Meliá está claramente enfocada en el crecimiento sostenido y en la creación de valor para sus accionistas.
Expansión cualitativa y enfoque en el lujo
En 2024, Meliá llevó a cabo una expansión cualitativa, cerrando 34 nuevas firmas y 19 aperturas, lo que suma más de 8.000 habitaciones en toda su cartera. La compañía se centra tanto en mercados emergentes como Albania, Malta y Arabia Saudí, como en destinos ya consolidados en el Sudeste Asiático y el Caribe. Esta diversificación geográfica y segmentaria sienta una base robusta para el crecimiento continuo.
Además, Meliá ha reforzado su posicionamiento en el segmento premium, con un impresionante 64% de sus hoteles operativos en estas categorías. Nuevas marcas como Innside by Meliá y Paradisus by Meliá han sido bien recibidas, consolidando la presencia global de la empresa. Este énfasis en el lujo y la innovación se traduce en un aumento del valor de sus activos en propiedad, que ha crecido un 13,88%, alcanzando los 5.285 millones de euros.
Perspectiva de futuro y estrategias sostenibles
Gabriel Escarrer afirmó que Meliá se apoya en dos importantes «palancas de competitividad futura». Se centra en la evolución hacia un modelo más gestor y diversificado, que busca maximizar la capacidad de crecimiento mientras mejora los márgenes operativos. Esto, a su vez, se ve potenciado por la transformación de su estructura de ingresos, que se dirige hacia segmentos de mayor valor añadido.
Escarrer también destacó la importancia de la personalización en los canales de venta directa, que fortalecen la relación con los clientes y optimizan la rentabilidad. Este enfoque no solo busca aumentar los ingresos, sino que también permite lograr una mayor eficiencia de escala.
Al mirar hacia adelante, es esencial que Meliá continúe adaptándose a las dinámicas cambiantes del mercado hotelero. Un enfoque en la sostenibilidad y la innovación podría ser clave para mantener su posición competitiva y capitalizar las oportunidades de crecimiento en un entorno post-pandémico.