La oferta de viviendas en el mercado de alquiler permanente ha experimentado una caída del 17% desde la entrada en vigor de la Ley por el Derecho a la vivienda. Durante este periodo, los precios han subido un 24% entre mayo de 2023 y abril de 2025, según datos de un portal inmobiliario. Esta situación ha generado un panorama complicado para aquellos interesados en alquilar vivienda en España.
Aumento de precios en las principales ciudades
Los precios de los arrendamientos no han cesado su ascenso, con un incremento que varía significativamente según la ubicación. En particular, se han observado aumentos en ciudades como Segovia (39%), Valencia (35%), Madrid (31%) y Santa Cruz de Tenerife (30%). En las grandes capitales también se ha manifestado esta tendencia, con Barcelona presentando un aumento del 28%, y otras ciudades como Alicante (27%) y Málaga y Palma (ambas con un 24%).
Cabe destacar que hasta 25 capitales de provincia han registrado rentas en máximos históricos, marcando un precio medio de 14,3 euros por metro cuadrado. Este panorama convierte el alquiler en una opción cada vez más inaccesible.
Competencia creciente en el sector de alquiler
A medida que los precios suben, la demanda de alquiler también ha crecido de manera notable, alcanzando un 79% de incremento. En el primer trimestre de 2023, antes de la implementación de la ley, había una media de 19 familias interesadas por cada anuncio. Ahora, más de dos tercios de las capitales han duplicado, o hasta triplicado, la competencia por encontrar un piso.
Ciudades como Bilbao (194%), Sevilla (142%) y Palma (109%) muestran cifras alarmantes de competencia. En contraste, Madrid, con un incremento del 60%, está por debajo de la media, mientras que otras capitales como Alicante (29%) y Valencia (14%) presentan números más moderados.
Desciende la oferta de viviendas para alquiler
El informe indica que, a pesar del incremento de la demanda, la oferta de viviendas en alquiler sigue disminuyendo. En dos años, el stock nacional de arrendamientos ha bajado un 17%. Las ciudades más afectadas son Córdoba, que ha perdido un 66% de su oferta, Oviedo con un 52%, y Barcelona con un 46%.
En el caso de los grandes mercados, Bilbao y San Sebastián también muestran descensos significativos, cada uno con un 36% menos. Sin embargo, hay excepciones, como en Alicante (6%), Valencia (13%) y Málaga (23%), donde la oferta ha crecido, aunque estas cifras no son la norma.
Alquiler de temporada como alternativa
Ante la escasez de viviendas para alquiler permanente, el mercado del alquiler de temporada se ha tornado en una alternativa viable para muchos propietarios. La oferta de este tipo de arrendamientos ha crecido un 25% en el primer trimestre del año. Esta modalidad representa ya el 14% del total del mercado de alquiler en España.
En ciudades como Barcelona, el 47% de las viviendas se ofrecen en esta modalidad, seguido por San Sebastián (37%) y Badajoz (27%). Mientras que en mercados como Madrid, el porcentaje es del 17%, muy por debajo de las cifras de las principales ciudades turísticas. Por el contrario, en áreas menos tensionadas, el alquiler de temporada es prácticamente inexistente.
Perspectivas futuras del mercado inmobiliario
La situación actual en el mercado del alquiler refleja un desequilibrio creciente entre la oferta y la demanda. Las políticas de regulación como la Ley por el Derecho a la Vivienda han tenido efectos mixtos; aunque han buscado proporcionar un alivio a los inquilinos, la escasa oferta está llevando a un incremento de precios que sigue haciendo difícil el acceso a la vivienda.
Para aquellos que buscan alquilar, se hace fundamental mantenerse informado sobre las tendencias del mercado y considerar opciones en crecimiento, como el alquiler de temporada. Además, se recomienda explorar diferentes áreas o incluso alternativas de convivencia que puedan ofrecer una solución más económica en este contexto de alta demanda y precios elevados.
La continuidad del análisis de esta situación permitirá anticipar posibles cambios en la legislación o en las dinámicas del mercado que podrían afectar tanto a arrendadores como inquilinos en el futuro cercano.