La inversión inmobiliaria en España experimentará un crecimiento del 15% en 2025, aunque esto representa una moderación en comparación con el 20% proyectado para 2024. A pesar de esta desaceleración, se mantendrá por encima del promedio de inversión registrado entre 2015 y 2019. Este panorama sugiere un sólido interés en el sector inmobiliario español, respaldado por ciertas variables económicas que continúan favoreciendo el entorno de inversión.
Factores que impulsan la inversión inmobiliaria
El retorno del capital internacional, la disminución de los costes de financiación y el atractivo de la divisa europea frente al dólar son algunos de los factores clave que estimularán la inversión. La combinación de estos elementos contribuirá a un mercado de ocupación robusto en todos los sectores. En este contexto, CBRE prevé un volumen total de inversión de aproximadamente 16.000 millones de euros en 2025, en comparación con los 14.000 millones de euros esperados para el próximo año. Este optimismo podría aumentar si se consolida el cierre de operaciones corporativas, siguiendo la tendencia reciente.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la incertidumbre geopolítica y las cuestiones relacionadas con la agenda económica estadounidense podrían generar cierta cautela entre los inversores. Este sentimiento podría ser más pronunciado durante los primeros meses del año, en especial mientras se espera una estabilización en la volatilidad de los mercados financieros.
Preferencias en el sector inmobiliario
El sector residencial continuará siendo el favorito en Europa, concentrando entre el 30% y el 35% de toda la inversión inmobiliaria. Esto se debe a que la oferta sigue siendo reducida en comparación con una demanda que sigue en aumento, lo que resultará en un aumento de precios del 5,3%. La búsqueda de vivienda remarcada por la población, junto con la urbanización progresiva, sostendrá este impulso.
A la hora de considerar otros sectores, el hotelero se posicionará como un área atractiva, captando entre el 20% y el 25% de la inversión. Las proyecciones apuntan a un crecimiento del 3,4% en el número de viajeros, un indicador positivo para la industria turística. Por otro lado, el sector retail atraerá otro 20% de la inversión, impulsado por la desaceleración del comercio electrónico y la mejora en los activos existentes centrada en la experiencia del cliente.
El panorama de oficinas y logística
Con respecto a las oficinas, el informe destaca que la conversión de espacios a otros usos, como el residencial, cobrará protagonismo. Esta tendencia responde a la necesidad de adaptarse a las nuevas dinámicas de trabajo y a la búsqueda de espacios más versátiles que se ajusten a las necesidades actuales de las empresas.
En el ámbito logístico, la alta demanda combinada con una oferta limitada de producto nuevo contribuirá al incremento de las rentas prime. La pandemia ha acelerado la necesidad de servicios de logística, con un aumento en la compra online que ha forzado a muchas empresas a reconsiderar su estrategia de distribución. Esta situación presenta una oportunidad para inversores que buscan diversificar su cartera.
Perspectivas a largo plazo
La inversión inmobiliaria en España está en un estado dinámico, y las previsiones sugieren que, a pesar de los factores desafiantes, se mantendrá en una trayectoria positiva. La inversión es un área que, aunque sujeta a fluctuaciones, cuenta con una serie de catalizadores que la hacen atractiva en el mediano y largo plazo.
Es crucial para los inversores tener en cuenta los puntos antes mencionados mientras evalúan sus decisiones de inversión. Con la reducción de costos de financiación, el interés del capital internacional y un mercado robusto, España se posiciona favorablemente para atraer más inversiones. Reflexionar sobre estos factores y mantenerse informado sobre las tendencias emergentes será vital para maximizar las oportunidades en este sector en crecimiento.
A medida que el mercado inmobiliario evoluciona, los inversores deben estar preparados para adaptarse y explorar nuevos nichos que puedan surgir. Este enfoque flexible les permitirá no solo beneficiarse de las condiciones actuales, sino también anticiparse a los cambios que definirán el futuro del sector inmobiliario en España y Europa.