la compra de vivienda como inversión ha mostrado un leve descenso, cayendo al 10% de la demanda en 2024, frente al 13% registrado en 2023. Este dato, extraído del último informe del portal inmobiliario Fotocasa, indica que, a pesar de esta baja, los porcentajes son más elevados que en años anteriores. Por ejemplo, en 2022 la tasa fue de un 7% y en 2021 alcanzó el 9%.
A pesar de la disminución, el portal ha resaltado que la actual proporción sigue siendo «relativamente elevada» al compararla con la historia reciente del mercado inmobiliario. Este contexto sugiere que hay una creciente cautela por parte de los compradores motivados por la inversión, lo cual puede estar influenciado por varias percepciones respecto a los precios de las viviendas.
Percepción de precios entre inversores
La percepción del mercado refleja una creciente preocupación entre los compradores inversores en cuanto a los precios de las viviendas. Un sorprendente 60% de estos compradores considera que los precios actuales son «muy caros», lo que representa un incremento de diez puntos en relación al año anterior y de trece puntos comparado con 2022. Además, si se combinan quienes piensan que los precios son «muy caros» con aquellos que consideran que son «algo caros», este porcentaje asciende al 90% de los encuestados.
Por otro lado, este contexto ha generado que, a pesar de los altos precios percibidos, la inversión en vivienda opere a niveles históricamente altos, con una rentabilidad promedio del 6,4%. La directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha señalado que este fenómeno muestra cómo la vivienda sigue siendo vista como un «valor refugio» en periodos de incertidumbre financiera, además de ser considerada un activo de bajo riesgo.
Incentivos para la compra de vivienda como primera residencia
El mercado de la vivienda no solo se caracteriza por inversiones, ya que la compra como primera residencia ha sido un detonante significativo en las transacciones actuales. «Las condiciones hipotecarias atractivas han actuado como un sólido incentivo, especialmente impulsadas por las ayudas administrativas dirigidas a jóvenes y familias», indicó Matos. Este apoyo ha facilitado el acceso a la vivienda para muchas familias, contrarrestando la percepción negativa sobre los precios.
Así, a medida que se observa un auge en la compra de viviendas para uso residencial, el interés por la inversión ha experimentado cambios, llevando a los inversores a replantear sus decisiones. La combinación de estímulos económicos en forma de ayudas públicas y la educación en finanzas también juegan un papel relevante en la toma de decisiones de compra.
Perspectivas del mercado inmobiliario
Los futuros inversores tienen expectativas bastante optimistas respecto al mercado. Actualmente, el 60% de los compradores cree que los precios de la vivienda continuarán en ascenso, representando un aumento de nueve puntos respecto a 2023. Por el contrario, solo un 34% prevé que los precios se estanquen, lo que refleja un descenso de cuatro puntos en comparación con el año anterior. Sorprendentemente, solo un 6% de los inversores cree que los precios disminuirán, lo que también implica una baja en comparación con el 2023.
Esta atmósfera de expectativa positiva podría ser un doble filo. Si bien la confianza en la apreciación de los precios puede alentar inversiones, también puede llevar a un estancamiento del acceso a la vivienda para los compradores primerizos y aquellos con menor capacidad adquisitiva. Te enfrentas a un entorno en el que las decisiones de inversión deben tomarse cuidadosamente, considerando tanto la percepción de los precios como las condiciones del mercado.
El perfil del inversor inmobiliario
Para comprender mejor este fenómeno, es fundamental identificar el perfil del inversor en el mercado de compraventa de viviendas. La mayoría de estos compradores son hombres, representando un 63% del total. En contraposición, los demandantes para uso residencial propio están más equilibrados en cuanto a sexo, con un 52% de hombres frente al 48% de mujeres.
Además, el perfil del inversor es notablemente mayor, con una edad media de 45 años, frente a los 41 años de los no inversores. En términos geográficos, los inversores se concentran principalmente en las grandes ciudades: Madrid, con un 19%, seguida de Cataluña y Andalucía, donde cada una representa el 12% del total.
También hay diferencias en los ingresos, siendo uno de los factores más significativos. Un 34% de los compradores inversores declara una renta mensual superior a los 3.500 euros, mientras que esta cifra se reduce al 23% entre los demandantes de vivienda para residencia. Esto subraya la capacidad financiera diferenciada entre los tipos de compradores en el mercado.
Por último, con la evolución del mercado inmobiliario, la tendencia sugiere que seguir invirtiendo en vivienda podría ser una estrategia viable a largo plazo. Para aquellos que consideran entrar en este campo, mantenerse informado sobre las dinámicas del mercado es fundamental. La comprensión de las variables que afectan tanto a la oferta como a la demanda permitirá no solo tomar decisiones más informadas, sino también potenciar tu posición como comprador o inversor adecuado. Mantén un enfoque claro y perspicaz respecto a las oportunidades que el sector inmobiliario puede ofrecerte en el futuro.