La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha subrayado la importancia de que Málaga se posicione como la «capital tecnológica del sur de Europa». Esto será posible gracias a la instalación del IMEC —Centro Universitario de Microelectrónica—, que representa una inversión significativa de 615 millones de euros, de los cuales 500 millones estarán aportados por el Gobierno de España. La ministra ha manifestado su confianza en que el nuevo edificio pueda estar operativo para el año 2030.
La relevancia del IMEC para Andalucía y España
Durante su comparecencia ante los medios, Montero ha enfatizado la «importancia trascendente» de este proyecto para Andalucía y el conjunto del país. “Podemos afirmar con total claridad que, con este gesto, Málaga se convierte en la capital tecnológica del sur de Europa”, ha declarado. Este centro no solo permitirá a la región generar innovación, sino que también servirá como un centro de referencia internacional en el ámbito de la microelectrónica.
Montero ha descrito el IMEC como un espacio que proporcionará la oportunidad de fabricar tecnologías críticas que se encuentran en casi todos los dispositivos cotidianos, desde frigoríficos hasta coches eléctricos. Esta planta, considerada una de las más avanzadas, estará ubicada en el Málaga TechPark, un parque tecnológico cuyo impulso ha sido liderado por gobiernos socialistas y que ha creado un ecosistema tecnológico destacado en la región.
Un polo de atracción para empresas tecnológicas
La elección de Málaga como sede del IMEC no es casualidad. Montero ha destacado que este espacio será un polo de atracción para empresas tecnológicas, lo que generará nuevas oportunidades de empleo y permitirá a Andalucía alzarse como un referente en innovación. La ministra ha explicado que el IMEC contendrá una sala blanca, la más grande y avanzada para la producción de microelectrónica, lo que subraya la apuesta del Gobierno por el futuro tecnológico en la región.
Además, ha puesto de relieve la colaboración entre el Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y el Gobierno central para hacer posible este proyecto. «Hoy firmamos un convenio que garantiza el terreno necesario para levantar este edificio», ha dicho Montero. De este modo, el apoyo institucional se presenta como un pilar fundamental para la realización de esta ambiciosa iniciativa.
Retos y oportunidades en el campo de la microelectrónica
Al ser cuestionada sobre la competencia de España frente a las potencias asiáticas en el ámbito de los semiconductores, Montero ha recordado la lección aprendida durante la pandemia. “La crisis sanitaria evidenció la necesidad de que Europa desarrollara su autonomía estratégica en microelectrónica y microchips”, ha señalado. Esta búsqueda de independencia busca asegurar que el futuro tecnológico europeo no dependa de las decisiones y variaciones del mercado global.
La ministra afirmó que el plan de recuperación europeo ha sido clave para que España pueda invertir en sectores estratégicos, lo que ha llevado al país a crecer cinco veces por encima de la media europea en el último año. De esta manera, la iniciativa del IMEC se inserta dentro de una visión más amplia de recuperación y adaptación del tejido industrial español a los retos del futuro.
Implicaciones económicas para la región
El impacto económico de la inversión en el IMEC no sólo se limita a la creación de puestos de trabajo. También se espera que potencie el ecosistema empresarial de Málaga y Andalucía, favoreciendo la creación de startups y el crecimiento de empresas ya establecidas. Esto podría transformar a la región en un hub de innovación tecnológica que atraiga a empresas de todo el mundo, convirtiéndose en una alternativa económicamente viable frente a otras ciudades europeas.
Montero también ha querido expresar su felicitación a los malagueños y andaluces por la magnitud de este proyecto. “Este no es un paso más; es un paso de gigante, una conquista hacia el futuro”, ha comentado, resaltando que Málaga es ahora un ejemplo a seguir para otras localidades a nivel mundial.
La estrategia a largo plazo de España en tecnología
La visión de Montero es clara: ser referentes en microelectrónica en el sur de Europa. En un mundo en constante cambio, donde la tecnología se manifiesta como un pilar esencial del desarrollo económico, es fundamental que España fortalezca su posición. La ministra ha concluido que el país ha aprendido lecciones importantes de la pandemia, como la necesidad de ser autosuficientes y resilientes para mejorar nuestras capacidades tecnológicas.
A medida que avanzamos en este nuevo capítulo, resulta esencial que tanto el sector público como el privado colaboren para maximizar los beneficios que trae consigo el IMEC. El fomento de la formación especializada en tecnologías emergentes, la creación de redes de cooperación internacional y el impulso a la inversión en I+D serán cruciales para asegurar que este proyecto no solo cumpla con las expectativas iniciales, sino que también abra nuevos horizontes para la economía española en el campo de la tecnología.