La proyección de España como hub de data centers cobra fuerza, especialmente en Aragón, que podría superar a Barcelona en potencia instalada en los próximos cinco años. Esta información se desprende de un informe sectorial que analiza las tendencias de crecimiento y la inversión en esta industria clave para el desarrollo económico del país.
Inversiones millonarias y crecimiento del sector
Se estima que el mercado nacional de centros de datos atraerá 58.000 millones de euros en inversiones hasta el año 2030. Actualmente, España cuenta con una capacidad instalada de 355 megavatios (MW). Dependiendo de las decisiones administrativas y de las regulaciones, el país podría alcanzar hasta 2.180 MW en cinco años, generando aproximadamente 21.800 millones de euros en inversión directa y 36.500 millones de euros en inversión indirecta.
Sin embargo, se plantean diferentes escenarios para el futuro del sector. En el peor de los casos, bajo condiciones de ‘hostil’ e ‘hiperregulación’, la capacidad podría limitarse a unos 1.400 MW, reduciendo la inversión directa entre 12.500 y 13.000 millones de euros. Por el contrario, si se cumplen las expectativas más optimistas, la inversión directa podría superar los 43.700 millones de euros, sumando con la inversión indirecta un total de 117.000 millones de euros.
La lucha por el liderazgo entre regiones
El análisis revela que Madrid sigue siendo la región líder en la oferta de data centers, concentrando más de la mitad del mercado nacional, con 194,5 MW instalados, lo que representa el 54,8% del total. Sin embargo, el auge de Aragón es notable, ya que ha conseguido aumentar su participación hasta 10,7% gracias a nuevos proyectos.
En este contexto, si las tendencias de crecimiento se mantienen, Madrid podría incrementar su potencia instalada a 1.105 MW para 2030. Barcelona, por su parte, pasaría de 66 MW a 199 MW, mientras que Aragón podría alcanzar hasta 340 MW, superando así a Barcelona como la segunda región más desarrollada en data centers en España.
Escenario europeo y comparación internacional
A nivel europeo, Madrid se posiciona como el noveno mayor mercado de data centers, mostrando tasas de crecimiento superiores a las de ciudades como Frankfurt, Londres o Ámsterdam, conocías como ‘FLAP’. A pesar de este crecimiento significativo, las proyecciones indican que Madrid no logrará alcanzar la potencia instalada de los países FLAP durante el periodo analizado.
Es especialmente relevante destacar que entre 2021 y 2024, Madrid registró un asombroso crecimiento del 89%, en comparación con un 14,7% en Ámsterdam y un 37% en Londres. Estos datos resaltan no solo la expansión del sector en España, sino también la importancia de la interconexión digital como motor de crecimiento y desarrollo económico, enfatiza el presidente de la Asociación Española de Data Centers, Emilio Díaz.
Desafíos para el desarrollo del sector
Para consolidar este crecimiento, es crucial que la industria de data centers enfrente ciertos desafíos. Estos incluyen la creciente demanda de almacenamiento y procesamiento, la adaptación a los avances tecnológicos impulsados por la inteligencia artificial y la computación cuántica, así como la necesidad de latencia ultrabaja y fuentes de energía renovable.
Además, será imprescindible intensificar la inversión en redes de transporte de electricidad y agilizar los trámites administrativos con el fin de facilitar la expansión del sector. De no abordar estos retos, el país corre el riesgo de quedar rezagado en el desarrollo digital necesario para crecer en un mundo cada vez más interconectado.
La importancia del marco regulatorio
Las decisiones públicas y las regulaciones ligadas a la eficiencia energética y la sostenibilidad medioambiental jugarán un papel determinante en el futuro de los data centers en España. Según el informe, un cumplimiento adecuado de las obligaciones administrativas podría ser clave para atraer la inversión necesaria sin incrementar el gasto público, lo que permitiría que el país siga avanzando en este sector emergente.
Los distintos escenarios planteados en el informe son un claro indicativo de que el futuro de la industria dependerá tanto de la colaboración entre el sector privado como de la voluntad política para facilitar el desarrollo de infraestructuras necesarias. Este enfoque conjunto podría ayudar a España a capitalizar su potencial como líder en el sector de los data centers a nivel europeo.
En vista de todos estos elementos, la estrategia a seguir debe ser clara: priorizar la inversión, fomentar un marco regulatorio favorable y establecer cooperación entre distintos agentes económicos y administrativos. De este modo, no solo se podría garantizar un crecimiento sostenible del sector, sino también posicionar a España como un referente en el mercado europeo de data centers. Las decisiones que se tomen en los próximos años serán vitales para alcanzar este ambicioso objetivo.