El precio medio de la vivienda de obra nueva ha superado por primera vez la barrera de los 3.000 euros por metro cuadrado, alcanzando 3.028 euros en diciembre de 2024. Este aumento del 5,5% anual no muestra signos de moderación, y se prevé que el precio cerrará el primer trimestre de 2025 en 3.067 euros/m2, lo que representaría un crecimiento interanual del 5,7%. Esta tendencia se encuentra prevista en el último informe sobre el sector, que destaca el desajuste entre la oferta y la demanda.
Demanda en aumento impulsa precios
La directora de instituciones y grandes cuentas de la compañía encargada del estudio, Consuelo Villanueva, señala que la demanda de vivienda nueva está superando a la de la vivienda usada debido a los mayores estándares de calidad que ofrece. Sin embargo, este dinamismo en la demanda se encuentra con desafíos estructurales significativos en la oferta, lo que a su vez provoca un aumento de precios y una creciente escasez de vivienda en el mercado.
Por comunidades, el contexto es diverso. Cataluña encabeza la lista con un precio medio de 4.824 euros/m2, seguida por la Comunidad de Madrid con 4.673 euros/m2 y el País Vasco a 3.338 euros/m2. Asimismo, Baleares ha experimentado el mayor incremento en los precios, con un deslumbrante 6,9% anual.
Incrementos regionales en precios de vivienda
Más allá de Baleares, otras comunidades también han visto aumentos notables: Madrid (+ 6,6%), Cataluña (+ 5,6%), Andalucía (+ 5,2%) y la Comunidad Valenciana junto con el País Vasco, ambas con un crecimiento del 5% o más. Por el contrario, las comunidades que menos han incrementado sus precios son Castilla-La Mancha (2,7%), Asturias (2,8%) y Extremadura (2,9%).
En cuanto a las ciudades, Barcelona se mantiene en la cúspide, con un precio de 5.449 euros/m2, seguida de Madrid y San Sebastián, donde los precios son 4.673 euros/m2 y 4.512 euros/m2, respectivamente. En contraste, las ciudades con los precios más bajos son Ciudad Real (1.332 euros/m2), Cáceres (1.348 euros/m2) y Badajoz (1.361 euros/m2).
Confianza en el mercado inmobiliario muestra señales positivas
El informe de Sociedad de Tasación revela dos índices que miden el estado actual del mercado inmobiliario: el índice de confianza y el índice de accesibilidad. En esencia, estos índices reflejan un panorama más optimista, aunque no exento de dificultades.
El índice de confianza ha aumentado a 54,9 puntos sobre 100, marcando un incremento del 17,6% interanual. Esta mejora se atribuye en gran parte a la reducción de los tipos de interés y a la mayor facilidad de acceso al crédito, lo que ha impulsado las operaciones de compra de vivienda, haciendo que más personas consideren viable la adquisición de una propiedad.
Accesibilidad continúa como un reto para los ciudadanos
A pesar del aumento en la confianza del mercado, el índice de accesibilidad presenta una imagen compleja. Aunque ha crecido un 10,8% interanual, aún se sitúa en 82 puntos, donde 100 es el punto de equilibrio. Esto sugiere que, con un salario medio, los ciudadanos deben asumir una carga de deuda superior a lo recomendable para acceder a la vivienda.
Esta realidad se agudiza en comunidades como las Islas Baleares, Madrid y Cataluña, donde los precios y la capacidad de endeudamiento crean un escenario poco favorable para los compradores. La relación entre los salarios y los precios de la vivienda sigue siendo un aspecto crítico que demanda atención.
Perspectivas del sector y desafíos a futuro
Observando el futuro del sector inmobiliario, es crucial que tanto los compradores como los inversores se mantengan informados sobre estos cambios. La demanda de vivienda nueva probablemente continuará en ascenso, lo que puede mantener los precios elevados si no se realizan ajustes significativos en la oferta.
Es recomendable que potentiar el desarrollo de nuevos proyectos de vivienda, así como fomentar políticas que busquen aumentar la accesibilidad, sean prioridades tanto en la agenda gubernamental como en las iniciativas del sector privado. Hacia adelante, estar atento a las fluctuaciones del mercado y a las oportunidades que surjan será vital para navegar en el actual paisaje inmobiliario y tomar decisiones informadas. La proactividad y la adaptación serán claves para enfrentar las inminentes transformaciones del mercado.