La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha dado a conocer su intención de convocar una mesa de diálogo social «específica» para abordar el preocupante fenómeno del paro juvenil y el desempleo de larga duración. Actualmente, alrededor de 177.000 jóvenes menores de 25 años se ven afectados por el desempleo, mientras que el número de personas en situación de desempleo de larga duración asciende a aproximadamente 1,5 millones.
Enfoque prioritario en grupos vulnerables
Durante su intervención en la Conferencia Sectorial de Empleo, Díaz subrayó la importancia de centrar la atención en estos colectivos debido a sus graves dificultades para acceder al mercado laboral. La Estrategia Nacional de Políticas Activas de Empleo, que será aprobada en el encuentro, se orientará específicamente hacia estos grupos, asegurando que se establezcan medidas efectivas para mejorar sus oportunidades de empleo.
La estrategia ha sido consensuada con todas las comunidades autónomas y abarca el periodo hasta 2028. Este plan incluye objetivos claros de mejora de empleabilidad, centrados en aquellos colectivos que enfrentan situaciones de vulnerabilidad.
Financiación y objetivos a largo plazo
La distribución de 2.571 millones de euros destinados a políticas activas de empleo también se abordará en esta conferencia. Esta suma fue aprobada la semana pasada por el Consejo de Ministros, y servirá como apoyo fundamental para la implementación de una variedad de iniciativas. Un aspecto clave es que la financiación está garantizada hasta 2028, lo que permitirá la continuidad de los proyectos sin interrupciones al final de cada ejercicio fiscal.
Díaz apuntó que la estrategia impulsará medidas que han demostrado ser efectivas en la mejora de la empleabilidad, tras un exhaustivo proceso de autoevaluación. Por ejemplo, se ha verificado que la tutorización combinada con la formación mejora significativamente las oportunidades laborales de quienes se encuentran desempleados.
Desarrollo de políticas para el desempleo de larga duración
Otro tema que abordó la ministra es la Ley de Empleo en desarrollo, que también busca fomentar el trabajo autónomo. El análisis realizado sugiere que es necesario «cambiar la cultura» respecto a las políticas activas de empleo en este sector, para adaptarlas mejor a las necesidades de un mercado laboral que tiene momentos de alta incertidumbre.
Así, se establecerán estrategias específicas no solo para los jóvenes, sino también para los parados de larga duración. En este último grupo, predominan los hombres a partir de los 52 años y las mujeres a partir de los 45 años. Es crucial que estas personas reciban atención prioritaria, resaltó Díaz, ya que su integración en el mercado laboral es fundamental para la estabilidad económica del país.
Medidas adicionales para los sectores más desfavorecidos
Dentro de los 633 millones de euros que se destinarán a varios objetivos, se buscará paliar los efectos de la política arancelaria estadounidense, que ha impactado en diferentes sectores. Las comunidades autónomas tendrán acceso a estos fondos para desarrollar políticas activas que mitiguen las consecuencias de la guerra comercial iniciada bajo la administración de Donald Trump.
Este presupuesto también se reservará para implementar una estrategia propia de empleabilidad tanto para la población asalariada gitana como para el colectivo juvenil. La ministra recalcó que el propósito inmediato es mejorar la empleabilidad de las personas de larga duración, un aspecto que necesita atención inmediata y continua.
Evaluación y mejora continua de las políticas de empleo
La ministra destacó que la re-evaluación de las políticas activas de empleo está en el centro de esta nueva estrategia. La combinación eficaz de formación y tutorización no sólo es una recomendación, sino un componente esencial en la búsqueda de soluciones a largo plazo para el desempleo en el país. Las medidas deberán ir acompañadas de un esfuerzo coordinado entre el Gobierno y las comunidades autónomas.
El enfoque hacia una formación adaptada a las demandas actuales del mercado y la creación de oportunidades de autoempleo son vitales. La Ley de Empleo en desarrollo debe ser una herramienta ágil que no solo se limite a atender las demandas actuales, sino que también anticipe cambios en la economía y el mercado laboral.
Es fundamental que todos los actores sociales contribuyan a la implementación de estas políticas. Solo así se logrará un mercado laboral más inclusivo y menos vulnerable a cambios inesperados. Te animo a seguir de cerca las actualizaciones y participar en los debates sobre cómo cada uno puede contribuir a mejorar esta situación.
Las medidas que se implementen en los próximos años pueden ser la clave para transformar el panorama laboral en España, asegurando un futuro más prometedor para las próximas generaciones.