Los precios de la compra de la vivienda de segunda mano experimentarán un crecimiento del 6,5% en 2025, lo que se suma a una tendencia también alcista en el mercado del alquiler, donde se prevé una subida significativa del 11,3%. Este análisis surge de las proyecciones del consultor inmobiliario Eduardo Molet, que ha señalado una variedad de factores influyentes en este sentido.
Factores que impulsan el aumento de precios
La evolución al alza de los precios de la vivienda está impulsada por varios elementos interconectados. Uno de ellos es la dinámica creciente de las compraventas, que se están viendo favorecidas por la caída de los tipos de interés. Esta situación ha proporcionado mayores facilidades a los compradores para acceder a préstamos hipotecarios. Sin embargo, Molet advierte que, a pesar de estos factores positivos, existe un desafío significativo para los hogares y los inversores: la implacable subida de los precios del alquiler.
En ciudades como Madrid y Barcelona, el mercado de la vivienda de segunda mano sigue mostrando una notable resistencia. La demanda en estas áreas se mantiene sólida, con consumidores ansiosos por adquirir propiedades. En contraste, las áreas periféricas y las zonas rurales han experimentado un crecimiento de precios más moderado. Este fenómeno se debe a una menor presión de compradores, lo que a su vez ha provocado diferencias significativas en los precios de la vivienda en el país.
El mercado del alquiler y sus desafíos
En lo que respecta al alquiler, los precios se mantienen elevados, impulsados por una demanda alta y una oferta limitada de viviendas disponibles. Actualmente, el coste de arrendar un inmueble típico de 70 metros cuadrados en las principales ciudades oscila entre los 1,200 y 1,500 euros. En contraste, en zonas más alejadas o en provincias menos pobladas, el alquiler puede variar entre 700 y 800 euros. Esta disparidad entre regiones resalta la necesidad urgente de abordar la problemática del acceso a viviendas asequibles.
Molet resalta que las medidas legislativas recientes, como los topes en los precios del alquiler, han tenido un efecto negativo en el mercado. Estas políticas han llevado a muchos propietarios a retirar sus viviendas del mercado, contribuyendo a una escasez de oferta. Este fenómeno, paradoxalmente, ha resultado en un aumento de precios en lugar de una estabilización del mercado, lo que ha dificultado aún más la situación para quienes buscan vivienda en alquiler.
Perspectivas para el mercado inmobiliario
El consultor inmobiliario también ha compartido su visión sobre las proyecciones para el próximo año. Según los datos disponibles, se anticipa que 2024 cerrará con un ‘boom’ de compraventas. Molet argumenta que esto se debe a una combinación de factores macroeconómicos positivos, que incluyen un crecimiento en la economía y un aumento moderado del empleo. Sin embargo, el principal motor de este crecimiento es el descenso en los tipos de interés, que mejora las condiciones de acceso a hipotecas para más compradores, sobre todo entre los jóvenes y los hogares de ingresos medios.
No obstante, para estos hogares que buscan propietario, el mercado de la compra de vivienda se ha convertido en una alternativa más atractiva en comparación con el alquiler. Esta tendencia podría influir en una mayor presión sobre el mercado de la vivienda en el corto plazo.
La necesidad de políticas efectivas en el sector inmobiliario
A medida que avanzamos hacia el futuro, es evidente que el mercado inmobiliario está en un proceso de expansión, donde se espera que los precios continúen aumentando el próximo año, en especial en las grandes ciudades. Para abordar las tensiones actuales en el mercado del alquiler, Molet menciona que la clave estará en implementar políticas que fomenten un aumento de la oferta. Sin embargo, estas medidas no se prevén a corto o medio plazo, lo que podría seguir generando problemas de acceso a la vivienda para amplios sectores de la población.
Entre los elementos que deben considerarse para impulsar un crecimiento sostenible en este ámbito está la necesidad de crear más viviendas asequibles. Las políticas que incentiven nuevas construcciones y programas de vivienda social podrían ser pilares fundamentales para mitigar la presión sobre los precios y mejorar el acceso a viviendas en el futuro.
La situación del mercado inmobiliario está marcada por una serie de interacciones complejas que requieren atención inmediata. Los datos sugieren que, aunque hay momentos de dinamismo en las compraventas y un contexto de crecimiento económico, el problema de la accesibilidad se mantiene. Por ello, es fundamental continuar analizando la evolución del mercado para adaptar políticas que respondan eficazmente a las necesidades de los ciudadanos y que, al mismo tiempo, promuevan un entorno de inversión saludable.