El Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) de Duro Felguera ha resaltado la «imperiosa necesidad» de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) convierta la deuda vigente de la empresa en capital, un paso que consideran vital en un entorno marcado por el preconcurso de acreedores al que se enfrenta la compañía asturiana. Esta reclamación se fundamenta en la necesidad de estabilizar los estados financieros de Duro Felguera y facilitar su recuperación ante la creciente presión financiera.
Compromiso ante la adversidad financiera
Eduardo Breña, presidente del SAM, ha subrayado la voluntad del sindicato de colaborar estrechamente con el consejo de administración para la salida de esta crisis. El SAM, que representa más del 2% del capital social de Duro Felguera, se ha declarado preparado para contribuir proactivamente en la búsqueda de soluciones ante los acreedores, pues consideran que es un momento crítico para la compañía. “Desde el SAM queremos trasladar al accionariado y al mercado nuestro firme convencimiento en la salida de nuestra empresa de la situación de preconcurso”, declaró Breña en una reciente comunicación.
Los minoritarios han reconocido que los socios de control, Grupo Prodi y Mota Engil, han adoptado medidas proactivas al suspender la ejecución de proyectos que no se alinean con los estándares de rentabilidad y viabilidad financiera. Esta acción, interpretada como un signo de “pragmatismo y eficacia”, busca prevenir un mayor deterioro en la salud económica de Duro Felguera, que presenta una clara necesidad de reestructuración para abordar los desafíos que enfrenta.
La importancia de la reestructuración de deudas
El llamado del SAM se centra en que la conversión de la deuda de la SEPI en capital resetearía la carga financiera que la empresa ha arrastrado. Esto no solo proporcionaría un alivio económico inmediato, sino que también sentaría las bases para que la compañía pueda financiar proyectos “viables, rentables y bien presupuestados”. Según Breña, la inyección de capital por parte de la SEPI es esencial para que la banca pueda facilitar los recursos necesarios para retomar la actividad productiva, permitiendo que Duro Felguera inicie la generación de «free cash flow» y garantice la circulación de efectivo a corto plazo para la ejecución de proyectos.
La situación de Duro Felguera se agrava al considerar que proyectos de gran magnitud, como el contrato con Pemex, están al alcance de muy pocos operadores. Esto enfatiza aún más la urgencia de una reestructuración financiera que permita a la compañía aprovechar oportunidades significativas en el mercado. En este sentido, el SAM ha presentado un mensaje claro al mercado: «España no puede permitirse perder una empresa estratégica y emblemática como Duro Felguera».
Relaciones constructivas hacia la solución
El SAM ha expresado su satisfacción por la “fluida” relación y colaboración que han mantenido con muchos miembros del anterior consejo de administración. Esta colaboración se ha considerado clave para superar obstáculos previos y se estima que el mismo enfoque puede ser eficaz en la actual situación. «Conocemos de primera mano los hitos que nos han permitido llegar hasta aquí y, con humildad, creemos que nuestro proceder responsable y leal ha contribuido a sortear las dificultades pasadas», sostuvo Breña en su intervención.
La participación activa del SAM ha sido notable, y han manifestado su disposición a presentar propuestas que ayuden a lograr los acuerdos necesarios con los acreedores, incluida la SEPI. Su compromiso se evidencia por su experiencia en manejar situaciones controvertidas que han impactado a la compañía, lo que les otorga una perspectiva valiosa en este proceso de reestructuración.
Perspectivas bursátiles y futuro incierto
En el contexto financiero actual, las acciones de Duro Felguera han experimentado un descenso en la bolsa, cayendo casi un 2% en una jornada reciente, situándose en un precio unitario de 0,24 euros. Esta tendencia negativa en el mercado de valores añade presión a la empresa, lo que hace aún más urgente la implementación de medidas que permitan estabilizar su situación financiera y recuperar la confianza de los inversores.
La expectativa de los accionistas minoritarios es que, si se lleva a cabo la «necesaria» ampliación de capital para la conversión del préstamo de la SEPI en capital y se establece un equilibrio adecuado entre los socios de control y la SEPI, el SAM respaldará las decisiones más adecuadas y eficaces para la compañía. Así, el escenario se presenta prometedor, siempre y cuando se logren combinar la colaboración del sindicato, la agilidad de los socios de control y la intervención de la SEPI.
En la suma de estos factores, la capacidad de Duro Felguera para recuperarse y volver a ser un activo competitivo en la industria española dependerá en gran medida de la implementación de una estrategia financiera sólida. Si se gestionan con acierto las decisiones venideras, la compañía no solo preservará su legado como uno de los emblemas de la industria asturiana, sino que también podría posicionarse para un futuro más prometedor en el ámbito económico nacional e internacional.