Indra, la multinacional española de tecnología y consultoría, ha experimentado un notable impacto en su cotización bursátil tras la publicación de los resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2024. Al cierre de la jornada, la acción de Indra se posicionó en 29,3 euros, aunque en las primeras horas de la sesión llegó a caer hasta un 4%. La compañía ha confirmado que no considera la posibilidad de una venta apresurada de su división de pagos, Minsait Payments, y ha comenzado a explorar una fusión estratégica con Escribano Mechanical & Engineering como un camino hacia un crecimiento sostenible.
Resultados financieros y rendimiento en la bolsa
Indra comenzó el día con una caída en sus acciones, tocando un mínimo de 28,42 euros por título. Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada, logró recuperarse y cerrar con una disminución del 1,08%. En términos de resultados financieros, la empresa presentó unas ganancias netas de 59 millones de euros, lo que representa una reducción del 3,2% en comparación con el año anterior. Los ingresos del grupo, sin embargo, mostraron una tendencia positiva, creciendo un 4,2% hasta alcanzar 1.164 millones de euros.
Es significativo destacar que, mientras varias divisiones lograron incrementos en sus ingresos, la división de Movilidad permaneció estable. En particular, el sector de Defensa evidenció un crecimiento sobresaliente del 18% en sus ingresos, mientras que ATM y Minsait registrarían incrementos más modestas del 2% y 1%, respectivamente. No obstante, la comparación interanual se vio afectada por la menor contribución del negocio de Elecciones, que se redujo a 9 millones de euros frente a los 36 millones de hace un año.
Perspectivas y objetivos financieros
El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó 125 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,3% respecto al mismo periodo del año anterior. El margen de Ebitda sobre las ventas se situó en 10,7%, marcando un ligero aumento en comparación con el 10,4% del año anterior. Este crecimiento se acompaña de una cartera de 8.003 millones de euros, un 11,2% superior al mismo trimestre del año pasado, y un crecimiento en la contratación del 16,67%.
El crecimiento previsto para el sector de Defensa también es notable, con expectativas de que la contratación se duplique para 2025 comparado con 2024. La compañía ha reiterado sus objetivos de alcanzar ingresos superiores a 5.200 millones de euros y un flujo de caja libre de más de 300 millones de euros para el mismo año.
Estrategia de crecimiento sostenido y fusiones potenciales
José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra, ha enfatizado la necesidad de adaptar la estrategia de la empresa a un nuevo contexto geopolítico. Mencionó que el aumento de los presupuestos en defensa en Europa, con programas de inversión que suman 800.000 millones de euros, exige una adaptación en los planes estratégicos, presentados originalmente en marzo de 2024.
La visión de Indra es consolidarse como un «tractor» de la industria de defensa en España, lo que implica una expansión hacia fusiones y adquisiciones que aporten capacidades tecnológicas. En este contexto, el directivo ha mencionado la posibilidad de una fusión con Escribano Mechanical & Engineering, considerándola un «valor añadido». Este tipo de movimientos estratégicos permitirían a Indra aumentar su competitividad en un sector que está en constante evolución.
Valoración por parte de analistas y proyecciones futuras
Los analistas del Banco Sabadell han evaluado los resultados de Indra, indicando que se encuentran «ligeramente por debajo de las estimaciones del consenso», aunque consideran que se alinean con sus propias proyecciones. Esta percepción se complementa con un ambiente de «perspectivas positivas» dado el contexto actual y las proyecciones para 2025.
La combinación de factores internos y externos influye en la capacidad de Indra para atraer inversiones y minimizar riesgos asociados a fluctuaciones monetarias, especialmente en el ámbito internacional. La compañía ha reconocido que los tipos de cambio han afectado negativamente a sus ingresos, específicamente por la depreciación de monedas en Brasil, México y Colombia, lo que resalta la importancia de una gestión financiera adaptativa.
El día a día de Indra se encuentra en un marco de constante evolución, donde la adaptación a las nuevas realidades geopolíticas y económicas se vuelve fundamental. La combinación de una estrategia de crecimiento sólido, evaluaciones financieras cuidadas y una serie de derivas estratégicas, como la posible fusión mencionada y la adecuada gestión de su división de pagos, delinean un futuro que podría consolidar a Indra como un actor principal no solo en el ámbito de la defensa, sino también en el más amplio contexto tecnológico global.