El presidente de Indra, Ángel Escribano, ha afirmado que la compañía no contempla la posibilidad de acudir a una ampliación de capital para llevar a cabo sus planes de fusión y adquisición. En su intervención en el ‘VI Foro Internacional’ organizado por el diario ‘Expansión’, Escribano enfatizó que el estado financiero de la empresa es robusto y que no se enfrentan a ninguna necesidad urgente que requiera tal acción.
Estado financiero sólido
El directivo dejó claro que «no, no estamos hablando nunca de esa necesidad», reafirmando la posición financiera del grupo. Las cuentas de Indra son consideradas «muy saneadas», con un apalancamiento «cero» y un volumen de caja positivo. Además, Escribano indicó que existen múltiples posibilidades de financiación que están siendo exploradas. «Ahora mismo el mercado financiero mira con muy buenos ojos el sector de la defensa», dijo, subrayando que esta tendencia brinda oportunidades para inversiones en este ámbito.
Por lo tanto, el contexto financiero parece favorable ante las múltiples operaciones que la compañía tiene en la mira. Entre estas, destacan fusiones y adquisiciones que podrían modificar drásticamente su estructura organizacional.
Planes de fusión y adquisición
Actualmente, la compañía está evaluando unas 20 empresas distintas en el ámbito de fusiones y adquisiciones. Entre las operaciones más relevantes se encuentran la posible fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) y la adquisición de la filial de blindados del grupo italiano Iveco (Iveco Defence Vehicles). El interés de Indra por estas empresas evidencia una estrategia proactiva para expandir su negocio en el sector de defensa.
Adicionalmente, Indra tiene la intención de hacerse con la planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón, conocida como ‘El Tallerón’, con el objetivo de reconvertirla para la fabricación de blindados militares. Esta decisión se presenta como una reacción ante el rechazo de su oferta por parte de General Dynamics para su fábrica en Trubia (Asturias).
Expansión en el sector de defensa
Análogamente, el presidente Escribano ha mencionado también que Indra desea aumentar su participación en ITP Aero, una de sus inversiones clave donde posee actualmente un 9,5% del capital. «ITP fue una gran compra. La pena es que no se pudo comprar más porcentaje», ha declarado, resaltando el potencial que representa esta filial.
En el contexto de inversiones recientes, Indra adquirió el 89,68% del operador de satélites Hispasat a Redeia por 725 millones de euros. Sin embargo, el activo más interesante para Indra fue Hisdesat, su división de satélites militares, que se alinea con su foco estratégico en el sector de defensa.
Proyección de crecimiento y estrategia financiera
Escribano ha reiterado el compromiso de la empresa con su plan estratégico, que aspira a alcanzar una facturación de 10.000 millones de euros para 2030. Durante su intervención, subrayó que la ejecución de esta hoja de ruta avanza según lo planeado, y se atreve a afirmar que, si se mantienen los «vientos de cola», los objetivos podrían alcanzarse incluso en el año 2028.
De acuerdo con sus proyecciones, se espera que el 50% de esta facturación provenga del sector de la defensa, mientras que el restante 50% provendría de la parte tecnológica representada por su filial Minsait. En un pasado reciente, Minsait fue responsable del 62% de las ventas del grupo en 2024, lo que da cuenta de su relevancia en la estructura de ingresos de Indra.
Notablemente, esta semana se ha conocido que el director general de Minsait, Luis Abril, dimitirá de su puesto en el consejo de administración, dejando un vacío en un momento crucial para la transformación de la empresa.
Alianzas estratégicas y participación en consorcios
La compañía está enfocando su crecimiento en el sector de defensa a través de la creación de una filial específica, Indra Land Vehicles, para la fabricación de blindados. También ha formalizado una alianza con la armamentística alemana Rheinmetall, buscando así cooperar en proyectos destinados a las Fuerzas Armadas de España.
Indra también es parte del consorcio Tess Defence, en colaboración con EM&E, Sapa Placencia, y Santa Bárbara. Este consorcio trabaja en el desarrollo del blindado 8×8 Dragón y el Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), ambos contratos valorados en casi 2.000 millones de euros cada uno.
Escribano ha destacado que la colaboración en el consorcio tiene un propósito claro: llevar a cabo el desarrollo de los blindados en lugar de diversificarse hacia otros objetivos en la actualidad. La propuesta de la Comisión Europea ha instado a la industria a crear productos comunes en Europa, lo que refuerza la relevancia de estas colaboraciones.
La proyección para Indra, con una empresa robusta en términos financieros y una clara estrategia de expansión en sectores clave, plantea un panorama alentador. La compañía no solo está posicionándose para aprovechar las oportunidades del mercado, sino que también podría consolidarse como un actor relevante en la defensa y la tecnología militar en Europa. La correcta ejecución de estos planes podría definir el futuro de la empresa y su impacto en el sector en los años venideros.