Iberdrola, a través de su filial Avangrid, ha decidido intensificar su inversión en el sector energético estadounidense, específicamente en la construcción y operación de centros de datos (data centers) diseñados para satisfacer la creciente demanda energética que surge a medida que la inteligencia artificial (IA) se establece como una de las principales fuerzas transformadoras de la economía. Esta estratégica expansión incluye la edificación de seis nuevos proyectos que aportarán 800 megavatios (MW) de capacidad al sistema de generación de energía en un mercado que ha mostrado un crecimiento exponencial en su consumo.
Expansión en el sector energético estadounidense
El grupo liderado por Ignacio Sánchez Galán ha revelado que actualmente está desarrollando ocho proyectos que respaldan centros de datos, totalizando más de 1.250 MW. Además, la compañía ha comprometido otros seis proyectos en construcción o que inician su fase constructiva en un futuro próximo, elevando la capacidad adicional a más de 800 MW. Esto eleva la capacidad total de Iberdrola en Estados Unidos a más de 2.000 MW, transformándose en un actor clave para satisfacer las energías requeridas por estos centros de datos.
Pedro Azagra, consejero delegado de Avangrid, subrayó la importancia de esta expansión. «Nos encontramos en la posición perfecta para proporcionar energía estadounidense segura a las empresas de tecnología más grandes del país y satisfacer el aumento esperado de la demanda energética derivada del crecimiento de los centros de datos», indicó con confianza, resaltando que la compañía cuenta con una cartera sólida repartida en 24 estados y un total de más de 25 gigavatios (GW) en proyectos.
Crecimiento exponencial de los centros de datos
La magnitud del crecimiento en el uso de centros de datos es notable. Según un informe del Departamento de Energía de EE.UU., la carga eléctrica de estos centros se ha triplicado en la última década. Se prevé que esta necesidad se duplique o se triplique de nuevo para 2028, lo que representa un reto y a la vez una oportunidad significativa para empresas del sector energético como Iberdrola. La transición hacia modelos de negocio sostenibles y eficientes en el uso de la energía es un factor que puede definir el futuro en este sector.
Las inversiones en infraestructura energética para centros de datos no solo afectan a la capacidad de suministro, sino que también tienen implicaciones directas para el mercado laboral y el desarrollo comunitario. Azagra aseveró que «estos proyectos representan inversiones masivas que respaldan los empleos estadounidenses y brindan importantes beneficios financieros a las comunidades donde se sitúan.» Estos beneficios económicos implican un crecimiento sinérgico donde la expansión tecnológica también fomenta el desarrollo social y económico local.
Iniciativas locales y sostenibilidad
La filial Avangrid busca avanzar de manera responsable en este contexto a través de la creación de una sociedad llamada CPD4Green, que tiene como objetivo establecer una joint venture para el desarrollo y expansión de este negocio tanto en España como en otras geografías. En este contexto, Iberdrola se compromete a aportar terrenos, activos, y además garantizar una conexión estable y eficiente a la red. El enfoque no se limita a la mera provisión de energía; también implica una colaboración activa en los procesos de diseño y en la obtención de licencias necesarias, asegurando el suministro de energía renovable las veinticuatro horas del día.
Esta iniciativa resalta la orientación de Iberdrola hacia un modelo de desarrollo sustentable y responsable, donde la inclusión de energías renovables juega un papel fundamental en su propuesta de valor para una operativa verde. A su vez, esta alianza abre un horizonte para explorar oportunidades en mercados internacionales, consolidando a la compañía como un líder en sostenibilidad.
Capacidad instalada y proyección futura
La capacidad instalada de Iberdrola en Estados Unidos se eleva a 10,5 GW, abarcando 24 estados, lo que actualmente permite atender las crecientes necesidades energéticas del país. Este enfoque diverso y regionalmente distribuido no solo ofrece flexibilidad, sino que también establece a la compañía dentro de un marco de resiliencia ante los cambios del mercado energético.
A medida que los centros de datos se convierten en estructuras cada vez más críticas para la infraestructura digital de la nación, la atención que pone Iberdrola en este sector no es meramente una respuesta al aumento de la demanda, sino parte de una visión estratégica a largo plazo que sitúa la sostenibilidad y la innovación como pilares fundamentales del futuro energético.
La alineación entre el crecimiento de los centros de datos, la inversión masiva en infraestructura eléctrica, y la creciente necesidad de energía renovable pone de manifiesto un punto de inflexión en el panorama energético estadounidense. Este contexto indica que la colaboración entre empresas de tecnología y proveedores de energía son más necesarias que nunca, señalando un horizonte donde la adaptación a nuevas realidades del consumo energético será un factor clave para el desarrollo económico en las próximas décadas. La implementación estratégica de estas iniciativas no solo impactará cualquier crecimiento inmediato, sino que también establecerá las bases para un futuro energético robusto y sostenible en los Estados Unidos.