Iberdrola ha anunciado el abono de un dividendo a cuenta de 2024 de 0,231 euros brutos por acción, lo que representa un significativo incremento del 14,4% en comparación con los 0,202 euros distribuidos por título el año anterior. La compañía, líder en el sector energético en España, comunicó esta decisión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), destacando su compromiso con la retribución a los accionistas.
Incremento en el dividendo y proyecciones de beneficios
El dividendo será abonado a aquellos accionistas que opten por recibirlo en efectivo el próximo 31 de enero. A esta cantidad se le sumará un dividendo complementario, que Iberdrola prevé distribuir en julio, sujeto a la aprobación en la junta general de accionistas. Esta táctica refleja no solo la robustez financiera de la compañía, sino también su intencionalidad de establecer una nueva tendencia en retribuciones, tras haber alcanzado un dividendo base de 0,55 euros para 2025, de los cuales ya se distribuyeron 0,558 euros por acción el pasado año.
En el tercer trimestre de 2023, Iberdrola reportó un beneficio neto de 5.470,7 millones de euros, lo que representa un asombroso aumento del 50,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se atribuye principalmente a las plusvalías generadas por la venta de activos en México y ha llevado a la empresa a revisar al alza sus expectativas para 2024, donde se estiman nuevas ganancias y dividendos récords.
Expectativas para 2024 y más allá
De acuerdo con las nuevas proyecciones, Iberdrola anticipa un beneficio aproximado de 5.500 millones de euros para el año fiscal, lo que implicaría un crecimiento del 14% respecto al ejercicio anterior, excluyendo las plusvalías por rotación de activos. Este crecimiento se ve impulsado por factores como la implementación de nuevos marcos tarifarios en las redes, el aumento de la capacidad instalada y la expansión de contratos a largo plazo.
La confianza en las perspectivas futuras de la compañía también se basa en la diversificación geográfica y la sólida estrategia de inversiones en energías renovables. “Estamos enfocados en crear un crecimiento sostenible a largo plazo, alineando nuestras metas financieras con nuestras responsabilidades sociales y medioambientales”, subrayó un portavoz de la empresa, destacando el compromiso integral de Iberdrola.
Opciones de retribución flexible para los accionistas
En consonancia con su estrategia de retribución, Iberdrola implementará su programa ‘Iberdrola Retribución Flexible’, ofreciendo varias opciones a sus accionistas. Estas incluyen la posibilidad de cobrar en efectivo el dividendo a cuenta, vender sus derechos de asignación en el mercado o recibir nuevas acciones de la compañía sin costo alguno.
Para aquellos que opten por la recepción de nuevas acciones, será necesario contar con 58 derechos de asignación gratuita por cada nueva acción a recibir. Esta flexibilidad permite a los accionistas personalizar la forma en que desean recibir su retribución, adaptándose a diferentes perfiles inversores que puedan tener distintas necesidades de liquidez o preferencia por incrementar su participación en la empresa.
Es importante destacar que las tres opciones son combinables; por lo tanto, los accionistas pueden elegir una de estas alternativas o bien mezclar diferentes opciones según lo deseen. Cabe aclarar que el programa de retribución flexible asigna por defecto la opción de recibir nuevas acciones, por lo que aquellos interesados en recibir su dólar en efectivo deberán notificar a su entidad bancaria entre el 10 y el 23 de enero.
Perspectivas del mercado y próximo Capital Markets Day
Iberdrola también ha anunciado que celebrará su Capital Markets Day en la segunda quincena de septiembre de este año. Durante este evento, la empresa actualizará su estrategia futura, proporcionará información detallada sobre su hoja de ruta en términos de inversión y abordará nuevos objetivos tanto en el ámbito económico como en el social y ambiental.
La relevancia de esta presentación radica en el contexto actual del sector energético, donde se enfrenta a una transformación significativa impulsada por la transición hacia energías renovables y la digitalización de la red eléctrica. Los inversores están prestando especial atención a las proyecciones de crecimiento y sostenibilidad a largo plazo, elementos clave que determinarán la percepción del mercado hacia la compañía en los próximos años.
La política de dividendos de Iberdrola, combinada con sus sólidas proyecciones financieras, pone de manifiesto un enfoque estratégico que no solo busca aumentar la rentabilidad para los accionistas, sino también alinear los intereses de todos los grupos involucrados en un contexto global cada vez más interconectado y exigente. A medida que la compañía avanza, su capacidad para adaptarse y gestionar las expectativas de los inversionistas será fundamental, lo cual podría marcar una pauta en la forma en que las empresas energéticas deben operar en el futuro.