Ence ha reportado un beneficio neto de 2,4 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una caída del 21,9% en comparación con los 3,4 millones de euros obtenidos durante el mismo periodo del ejercicio anterior. Este descenso en las ganancias ha sido comunicado por la propia compañía, que se enfrenta a un panorama desafiante en el sector de la celulosa.
Desempeño Financiero Global
El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó al cierre de marzo en 34,5 millones de euros, lo que representa una disminución del 2,5%. Además, la cifra de negocios alcanzó 186,9 millones de euros, marcando una caída del 8,3% en comparación con el trimestre anterior. Estos resultados se han visto influenciados por la bajada del precio de la celulosa en Europa, que había tocado fondo en diciembre de 2024 con un promedio de 1.000 dólares brutos por tonelada. A pesar de una recuperación del 21%, llevando el precio a 1.218 dólares brutos por tonelada en abril, este precio promedio para el primer trimestre se mantuvo por debajo del registrado en el trimestre previo.
En este contexto, es notable que Ence haya alcanzado su beneficio trimestral gracias a la implementación de proyectos de eficiencia energética, asociados a los Certificados de Ahorro Energético (CAE), además de la reducción en sus costes de producción. En efecto, la mejora en la eficiencia ha permitido que el Ebitda en el negocio de Celulosa se eleve a 28 millones de euros, lo que representa un crecimiento cuádruple respecto al trimestre anterior. Por su parte, el resultado bruto de explotación en el sector de Renewables se incrementó en un 6%, alcanzando 6 millones de euros.
Deuda financiera neta y costes de producción
La deuda financiera neta de Ence a finales de marzo se ubicó en 331 millones de euros, cifra que incluye 61 millones de euros en pasivos según IFRS 16. De este total, 247 millones corresponden al negocio de Celulosa y 84 millones al sector de Renovables. Es importante destacar que, a pesar de la disminución en los beneficios, la compañía ha logrado estabilizar su posición financiera, lo cual es crucial para afrontar las fluctuaciones del mercado.
Otro aspecto a considerar es el coste de producción, que ha disminuido en 11 euros/tonelada, situándose en 510 euros/tonelada. Esta reducción se debe, en parte, a la eficiencia lograda en la producción y la gestión de recursos durante el primer trimestre, lo que refleja la capacidad de Ence para adaptarse a un entorno competitivo.
Impulso en las ventas de celulosa
En términos de volumen, el total de ventas de celulosa alcanzó 216.000 toneladas en el trimestre, con una caída del 8% respecto al periodo anterior. Este descenso se debe en gran parte a la parada anual de mantenimiento programada para la biofábrica de Navia en marzo. Sin embargo, la compañía sigue comprometida con la mejora continua y se prevé un aumento en la eficiencia operativa a partir de nuevos proyectos y una mejor gestión del mantenimiento.
La casi totalidad de las ventas de Ence se dirigen al mercado europeo, particularmente a naciones del arco mediterráneo, donde la celulosa se utiliza mayoritariamente para la producción de artículos de primera necesidad como el papel tisú y productos higiénicos. Además, se ha observado que los productos de Ence Advanced constituyeron el 35% de las ventas de celulosa en el primer trimestre, con expectativas de que esta cifra supere el 60% hacia 2028.
Estrategias hacia la sostenibilidad y la innovación
Ence no solo se orienta hacia el crecimiento en sus principales líneas de negocio, sino que también está ejecutando estrategias centradas en la sostenibilidad y la innovación. La empresa ha intensificado el desarrollo de su plataforma de biofertilizantes y biometano, con una proyección de generación de 1.000 GWh anuales a partir de 2030. Asimismo, se está desarrollando una plataforma para la producción de calor industrial renovable, que se espera alcance una producción de 2.000 GWht también para el año 2030.
Este enfoque hacia la sostenibilidad no solo responde a la presión regulatoria y del mercado por alternativas más ecológicas, sino que también busca diversificar las fuentes de ingresos de la compañía, reduciendo su dependencia de la celulosa tradicional.
Perspectivas a futuro
Es evidente que Ence está tomando medidas activas para navegar un ambiente comercial complicado, donde los precios de la celulosa y la demanda del mercado están en constante fluctuación. Con una apuesta clara por la eficiencia energética y la innovación sostenible, la compañía se encuentra en una posición favorable para adaptarse a los cambios del sector.
Las inversiones en nuevas tecnologías y en el desarrollo de productos avanzados apuntan no solo a mejorar su rentabilidad, sino también a consolidar su presencia en mercados emergentes que exigen soluciones más sostenibles. Así, Ence se enfrenta al futuro no solo desde una perspectiva de recuperación económica, sino con una visión de largo plazo enfocada en la sostenibilidad y la diversificación de sus operaciones, lo que podría resultar crucial para su crecimiento en un paisaje económico cada vez más desafiante.