El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se disparará este miércoles hasta los 140,94 euros por megavatio hora (MWh), lo que se traduce en el nivel diario más alto desde el principio de 2025 y también en un pico horario que alcanzará los 225 euros/MWh. Esta situación se produce en un contexto de intensa demanda energética, exacerbada por una ola de frío que afecta al país.
Incremento en el precio medio de electricidad
El precio del llamado ‘pool’ experimenta un aumento del 2,1% con respecto a los 137,8 euros/MWh del día anterior, siendo necesario retroceder hasta el 30 de diciembre para encontrar una jornada de precios más elevados. Este incremento pone de manifiesto una tendencia preocupante en el contexto económico actual que incide tanto en el coste de vida como en la viabilidad económica de numerosas empresas.
Los picos horarios se concentrarán entre las 8.00 y 9.00 horas, alcanzando el mencionado récord de 225 euros/MWh. Sin embargo, no se prevé ninguna hora en la que el precio baje por debajo de los 115,58 euros/MWh, que se estima ocurrirá entre las 14.00 y 15.00 horas. Estos datos han sido facilitados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), quien ha advertido sobre la volatilidad del mercado eléctrico en un escenario que se asemeja a la crisis energética de 2022, tras la invasión de Ucrania por Rusia.
Alta demanda y baja producción renovable
El aumento de los precios se produce en un momento crítico, marcado por la ola de frío que recorre España, lo que inevitablemente genera una mayor demanda de electricidad. Es importante destacar que esa demanda elevada no se encuentra compensada por la producción de fuentes renovables. Las condiciones meteorológicas adversas han dado como resultado una producción eólica y solar inferior a lo esperado, lo que ha llevado a una mayor dependencia de fuentes energéticas más caras.
En este sentido, la combinación de una alta demanda energética y una baja capacidad de las renovables no solo agrava la situación del mercado mayorista, sino que también plantea retos significativos para los consumidores y para el sector en general. Las empresas encargadas de la generación eléctrica se ven obligadas a recurrir a fuentes más costosas, lo que repercute directamente en el precio que paga el consumidor final.
Impacto de la reforma del cálculo de tarifas
Es fundamental considerar que el precio del mercado mayorista no se traduce directamente en el importe final que paga el consumidor acogido a la tarifa regulada, debido a la reciente reforma del cálculo del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Desde 2024, se ha introducido un nuevo método que busca estabilizar el precio mediante una cesta de precios a medio y largo plazo, con el objetivo de mitigar los efectos de las oscilaciones del mercado en el corto plazo.
Este nuevo enfoque ha conducido a una reducción gradual en la vinculación con el precio de ‘pool’, pasando de representar el 25% en 2024 a un 40% en 2025. Este cambio impulsará una mayor referencia hacia los mercados de futuros, que se prevé que alcancen el 55% en 2026. Sin embargo, la transición hacia este modelo también genera incertidumbres, especialmente en un contexto donde los precios ya están al alza y el comportamiento del mercado futuro es aún incierto.
Comparativa del mercado mayorista y perspectivas futuras
El mercado mayorista de electricidad cerró 2024 con una media de 63,04 euros/MWh, lo que muestra una disminución del 28% respecto a 2023 y un descenso notable del 35,8% en comparación con el promedio de los últimos cinco años. No obstante, el incremento reciente en noviembre y diciembre, superando los 100 euros/MWh, ha suscitado un clima de preocupación respecto a las proyecciones para 2025.
El desafío es que, aun con una caída en los promedios anuales, los precios pueden seguir mostrando una gran volatilidad, posible causa de tensiones adicionales sobre el costo de vida en un periodo donde la inflación se mantiene alta en muchos sectores de la economía. La incertidumbre alrededor de la participación de las renovables en el ‘mix’ energético y la posibilidad de agudización de fenómenos climáticos extremos están dentro de los factores que podrían influir en el comportamiento del mercado.
Es esencial que tanto los consumidores como los formuladores de políticas presten atención a estas tendencias y ajustes en el mercado eléctrico. Las implicaciones económicas de un escenario de precios elevados son vastas y afectan tanto a las economías familiares como a la competitividad de las empresas. La capacidad de adaptación del sistema energético español a estas fluctuaciones será crucial para asegurar la estabilidad y sostenibilidad de la economía nacional en el futuro.