Aqualia, compañía de gestión del agua participada al 51% por FCC y al 49% por IFM, ha iniciado oficialmente sus operaciones en Perú. Este evento marca un hito significativo en el contexto de la expansión internacional de la empresa, que se ha adjudicado un contrato valorado en 92 millones de euros para el diseño, financiación, construcción, operación y mantenimiento de un Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en la provincia de Chincha, ubicada a aproximadamente 200 kilómetros al sur de Lima, en el departamento de Ica.
Detalles del proyecto en Chincha
El proyecto tiene como objetivo principal el tratamiento y abastecimiento de las aguas residuales generadas en siete distritos de la provincia de Chincha: Chincha Alta, Chincha Baja, Grocio Prado, Pueblo Nuevo, Alto Larán, Sunampe y Tambo de Mora. Aqualia prevé atender a una población de alrededor de 345.000 habitantes. Este esfuerzo no solo se enfoca en mejorar las condiciones ambientales, sino que también busca garantizar el acceso humane y sostenible al agua tratada en una región que, como muchas en el continente, enfrenta desafíos graves en la gestión de recursos hídricos.
Como adjudicataria del proyecto, Aqualia deberá llevar a cabo la ejecución de aproximadamente 21 kilómetros de redes de recolección principal y líneas de impulsión, además de construir una estación de bombeo y las plantas de tratamiento de aguas residuales correspondientes al proyecto. En conjunto, se diseñarán 7,7 kilómetros de líneas para la disposición final de las aguas tratadas, asegurando así un ciclo de tratamiento completo que minimizará el impacto ambiental.
Marco temporal y concesiones
El plazo de concesión establecido para este proyecto es de 24 años en total. Los cuatro primeros años están destinados a las fases iniciales de diseño, financiación y construcción. Posteriormente, durante los 20 años siguientes, Aqualia se ocupará de la operación y mantenimiento del sistema, garantizando así la continuidad y eficiencia del servicio a largo plazo. Este modelo de concesión tiene como fin ofrecer estabilidad en el suministro y en la calidad del servicio, aspectos cruciales en la gestión moderna del agua.
Este enfoque a largo plazo es fundamental considerando el contexto creciente de urbanización y aumento poblacional en la región, que intensifican la presión sobre los recursos hídricos. Expertos en gestión del agua subrayan que “la implementación efectiva de infraestructuras de saneamiento, como el que propone Aqualia, es esencial para asegurar la salud pública y la sostenibilidad ambiental en áreas en expansión”.
Impacto económico y expansión regional
La llegada de Aqualia a Perú corresponde a una estrategia más amplia de consolidación en el continente americano, donde la empresa ya mantiene operaciones en países como Colombia, México, Chile y Estados Unidos. La implementación de este proyecto en Chincha no solo aportará beneficios medioambientales, sino que también generará un impacto económico considerable en la región. La contratación de personal local para la construcción y posterior operación del sistema de tratamiento de aguas residuales promete generar empleo y contribuir a la capacitación de mano de obra calificada en técnicas de gestión del agua.
Asimismo, el avance hacia prácticas óptimas de tratamiento de aguas residuales ayudará a fortalecer la inversión extranjera en el sector, promoviendo un clima de confianza para futuros proyectos en infraestructura hídrica. Al respecto, analistas económicos destacan que “una inversión sostenida en infraestructura de agua y saneamiento es un catalizador para el desarrollo económico y la mejora de calidad de vida en las comunidades”.
Desafíos en la gestión del agua en Latinoamérica
Pese a los avances significativos que la entrada de Aqualia podría aportar, es crucial reconocer los desafíos persistentes que enfrenta la gestión del agua en Latinoamérica. La escasez, la contaminación y la desigualdad en el acceso a servicios fluidos son aspectos que deben ser abordados con una planificación rigurosa y un compromiso continuo. Según informes de organismos internacionales, el 70% de las aguas residuales en la región se vierten sin tratamiento, lo que subraya la necesidad apremiante de proyectos como el de Aqualia.
Experiencias en otros países indican que la implementación de sistemas de tratamiento eficientes puede mejorar la resiliencia ante crisis hídricas, que son cada vez más comunes debido al cambio climático. De acuerdo con estudios recientes, «la modernización en la infraestructura hídrica no solo mejora la calidad del agua, sino que también actúa como un seguro ante las variaciones climáticas».
En este contexto, la operación de Aqualia en Perú representa no solo una oportunidad para la empresa de expandir su cartera, sino también un paso significativo hacia la construcción de un modelo de gestión del agua más sostenible y equitativo en la región. La capacidad de Aqualia para innovar en tecnologías de tratamiento y gestión de aguas residuales será un factor determinante para el éxito de este proyecto y su posible replicabilidad en otras localidades que enfrenten escenarios similares.
El desarrollo de este sistema de tratamiento de aguas residuales en Chincha no solo se traduce en un avance inmediato hacia la mejora de las condiciones sanitarias y ambientales, sino que también establece un precedente para futuros proyectos en la región. Los retos y oportunidades que el sector hídrico enfrenta en Latinoamérica continúan evolucionando, y la proactividad de las empresas en la implementación de soluciones sostenibles será crucial para enfrentar los desafíos de un futuro incierto en términos de cambio climático y recursos hídricos.