La asociación Justicia por la Sanidad, que preside el médico granadino de urgencias Jesús Candel, ha concentrado en Sevilla a miles de personas para alzar una vez más su voz contra la clase política no cierra las puertas a una atención de primera calidad, digna, ágil y resolutiva. En A.P. y en los hospitales públicos, según la asociación.
Redacción y fotografía: Fran Rabadán
Los contratos basura, hospitales cerrados, largas listas de espera que hacen que los pacientes viren hacia la sanidad privada, y un sin fin de despropósitos en lo que debería ser lo prioritario para el ser humano, son algunas de las reivindicaciones que han pedido profesionales, y pacientes.
De nuevo el Dr. Jesús Candel convertido en un héroe de masas por su liderazgo, capacidad y valentía de contar lo que otros callan, ha reunido a miles de personas por un mismo fin, en una manifestación pacífica y con batucada, que partía a las doce horas desde la Plaza Nueva, y terminaba pasadas las dos de la tarde en la Plaza de España.
Spiriman que ha prometido seguir en la lucha, defiende ley para los pacientes y compañeros, que según el presidente de la asociación incumplen los gobiernos autonómicos conocidos. El del PSOE, y actualmente el tripartito presidido por el PP.
Entre una larga lista de reivindicaciones, destacan que los hospitales públicos de Andalucía cumplan la EQUIDAD y cuenten con el mayor número de profesionales de todas las especialidades posibles, hospitales completos y multidisciplinares, incluidos los hospitales comarcales que han sido desmantelados en estos últimos años por el gobierno socialista. La lucha por una atención primaria donde los médicos de familia tengan INDEPENDENCIA para recetar, derivar al especialista y mandar todo tipo de pruebas y no estén sobresaturados en sus consultas viendo pacientes como el que come pipas
Candel pide que desaparezcan las PRODUCTIVIDADES y que los profesionales sanitarios cobren SUELDOS DIGNOS. Un profesional al servicio público bien pagado es garantía de éxito para nuestra sanidad. No se puede comprar la voluntad de un servidor público por cumplir objetivos que van contra la salud del paciente, o que desaparezcan los NOMBRAMIENTOS ILEGALES y demás puestos políticos del partido de turno de nuestra sanidad pública, que nos cuestan cientos de millones de euros y no sirven nada más que para robarnos, comer gambas rojas o blancas. Son algunos de los puntos que la asociación recoge de entre más de un decálogo.