El consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, ha enfatizado que considerar el proyecto H2Med, el gran corredor de hidrógeno verde en Europa, como una utopía es «no querer ver la realidad». Durante su intervención en el ‘VI Foro Internacional Expansión’, Gonzalo afirmó que en esta apuesta europea, aquellos que se niegan a aceptar los avances terminan enfrentándose a la cruda realidad.
Proyectos de interés común en marcha
Gonzalo ha subrayado que los proyectos promovidos por Enagás, que cuentan con la aprobación de la Comisión Europea y financiación comunitaria, están avanzando de manera significativa. Ejemplos concretos son H2Med y la red troncal española, que gozan de un «apoyo firme y rotundo» por parte del Gobierno de España.
Además, el CEO ha indicado que el H2Med avanza «a buen ritmo» y se mantiene dentro del calendario establecido, programando su funcionamiento para principios de 2030. «Hemos adjudicado ya la ingeniería básica, los estudios geofísicos del subsuelo marino, y hemos iniciado todos los trámites de permisos necesarios», ha añadido.
El hidrógeno verde como revolución global
Aizpiri también ha compartido su visión sobre el hidrógeno verde, considerándolo una «revolución global». Destacó que todas las aplicaciones del sistema energético que no se pueden electrificar requerirán el uso de moléculas renovables. Esta tendencia representa una oportunidad monumental para España.
Específicamente, el hidrógeno verde no solo contribuye a la transición hacia energías más limpias, sino que abre nuevas puertas para la innovación y el desarrollo económico. En este contexto, Enagás trabaja para estar a la vanguardia de esta tendencia.
Defensa del modelo de separación
Gonzalo ha defendido la necesidad de mantener el modelo actual de separación entre el operador del sistema eléctrico y el gasista. Según él, esta separación proporciona «robustez» al sistema. Ha señalado que el modelo europeo «mayoritariamente» se orienta hacia esta estructura, en la que ambos operadores están estrechamente coordinados pero separados.
La propuesta de unir ambos roles requeriría una separación adicional del transportista, lo que constituiría una «completa anomalía» a nivel europeo. «La integración del gestor técnico del sistema y del transportista es una enorme fortaleza del sistema», ha manifestado, haciendo énfasis en cómo esta separación ha sido evidente en momentos críticos, como en el episodio de «cero eléctrico».
Impacto del hidrógeno en el futuro energético
Este modelo permite gestionar de manera más eficiente los recursos y responde a las necesidades cambiantes del mercado energético. Por ejemplo, Aizpiri considera que el hidrógeno verde sería fundamental para aplicaciones que difícilmente se pueden electrificar, asegurando así una transición más equilibrada.
Se espera que, con el avance de estas tecnologías, España pueda consolidarse como un líder regional en energías renovables. Con el proyecto H2Med, el país podría convertirse en un punto clave para la producción, transporte y distribución de hidrógeno en el continente europeo.
Proyecciones y recomendaciones para el sector
La continua inversión en infraestructura y tecnología será vital para aprovechar plenamente las oportunidades que presenta el hidrógeno verde. A medida que se implementen más proyectos y se establezcan regulaciones claras, el sector privado y los inversores deberán estar atentos a las oportunidades de participación que surgirán.
Así, la proyección futura del sector energético en Europa se construirá sobre el auge de fuentes renovables y una red más integrada y resiliente. Los actores del mercado deberían considerar estrategias de colaboración y asociación para maximizar su impacto y sostenibilidad en este emocionante campo.
La situación actual sugiere que es un momento decisivo para que el sector energético español no solo se adapte a los cambios, sino que también lidere la transformación hacia un futuro más limpio y sostenible. La clave estará en la innovación y el compromiso con estas nuevas tecnologías, demostrando que la visión para un futuro energético más verde no es, en absoluto, una utopía, sino una realidad inminente.