El mercado laboral español se enfrenta a un desafío crítico en las próximas décadas. Un reciente informe proyecta que, de los 31,7 millones de personas en edad de trabajar en 2025, esta cifra se reducirá a 29,2 millones para el año 2050. Esto representa una pérdida de 2,6 millones de trabajadores, equivalente a un 8,1% de la actual fuerza laboral del país.
Cambio en la demografía laboral
Según el análisis realizados sobre el envejecimiento de la población activa y las tensiones del mercado, se espera una reducción significativa de la población joven. Aunque entre 2015 y 2025 se ha observado un incremento moderado del 18,3% en la población joven en edad laboral, esta tendencia cambiará a partir de 2025, con una caída proyectada del 12,8% para el periodo que va hasta 2050.
Para el año 2050, se prevé que la población activa esté compuesta por un 15,8% de personas de entre 15 a 24 años, mientras que un 63,5% tendrá entre 25 y 54 años, y finalmente, un 20,6% se encontrará en la franja de 55 a 64 años. Esta composición demográfica indica no solo un envejecimiento de la fuerza laboral, sino también una escasez de elementos jóvenes que puedan asegurar la sostenibilidad del mercado laboral a largo plazo.
Retos del envejecimiento de la población
El director de Randstad Research ha advertido que el aumento del envejecimiento y la disminución de la fuerza laboral constituyen un desafío urgente para el futuro del sistema laboral en España. Una de las principales preocupaciones es la escasez de relevo generacional, que podría intensificar las tensiones que ya enfrenta el mercado. La realidad es clara: el envejecimiento progresivo de la población, junto con las dificultades para cubrir vacantes en sectores clave, plantea serios obstáculos para la sostenibilidad del sistema productivo en las próximas décadas.
Sectores más afectados por la falta de relevo
La necesidad de incorporar nuevos profesionales se torna más apremiante en sectores con una edad media elevada en sus plantillas. A finales de 2023, se ha identificado que los sectores con mayor concentración de trabajadores mayores de 55 años incluyen la administración pública y defensa (30,5% del total), los hogares como empleadores (29,4%), actividades inmobiliarias (28,9%) y la agricultura y la pesca (26,3%).
Por el contrario, sectores que muestran un mayor porcentaje de trabajadores jóvenes incluyen las actividades artísticas y recreativas (18,3%), la hostelería (14,4%), y el sector de la información y comunicación (8,6%). Esta dicotomía entre la edad de la plantilla y la nueva incorporación de talento destaca la urgente necesidad de estrategias efectivas para fomentar un equilibrio generacional.
Tendencia de envejecimiento en España
El envejecimiento de la población laboral en España es una tendencia preocupante que ha avanzado significativamente en los últimos años. Entre 2014 y 2023, la proporción de ocupados mayores de 55 años ha crecido en seis puntos porcentuales. Comparativamente, España presenta una trayectoria de envejecimiento laboral que se asemeja a países del sur de Europa, como Italia y Grecia, siendo superada solo por Grecia, que ha visto un incremento del 7,2%.
Este fenómeno es alarmante, especialmente cuando se considera que el 20,6% de la población activa en España se encuentra en el grupo de mayores de 55 años, una cifra que se encuentra a la par con la de Francia, aunque inferior a la de Alemania (26,6%), Italia (24,9%) o Portugal (24,0%).
Proyecciones y preocupaciones futuras
Por otra parte, las proyecciones para la población joven de 15 a 24 años en España reflejan un panorama poco alentador. Se anticipa un crecimiento modesto hasta 2025, seguido de una caída del 12,8% después. Este cambio pone en evidencia la necesidad de una reflexión profunda sobre las políticas educativas y de empleo.
Si no se implementan medidas efectivas ahora, el futuro del mercado laboral español podría estar en grave riesgo. Los sectores económicamente vitales podrían ver un debilitamiento de su capacidad operativa, lo que a su vez impactaría negativamente en la economía del país.
Es crucial que tanto empresas como administraciones públicas y agentes sociales colaboren en la creación de estrategias conjuntas para abordar estos desafíos. Desarrollar programas de formación que capaciten a los jóvenes y fomenten un entorno laboral atractivo es más relevante que nunca. La acción colectiva y proactiva resultará clave para garantizar un flujo constante de talento y asegurar un futuro sostenible para el mercado laboral español.