La diferencia de más de 225.000 autónomos entre los registrados en la Seguridad Social y los que aparecen en la Encuesta de Población Activa (EPA) ha puesto en alerta a la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae). Esta discrepancia, que refleja la existencia de falsos autónomos, ha llevado a la organización a pedir «medidas urgentes» para erradicar esta práctica que deteriora el mercado laboral.
Diferencia en los datos y su implicación
Según la EPA correspondiente al tercer trimestre, el número total de autónomos en España se ha reducido en 87.800 en comparación con el trimestre anterior y ha caído en 36.600 en el último año, alcanzando un total de 3.150.200 trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, los datos de afiliación en la Seguridad Social para septiembre de 2024 indican que hay 3.377.081 autónomos registrados. Esta diferencia de 226.881 trabajadores es, según Uatae, atribuida principalmente a la problemática de los falsos autónomos.
Es importante señalar que los datos de afiliación a la Seguridad Social reflejan la situación administrativa y legal de cada trabajador, mientras que la EPA se basa en la percepción subjetiva de los encuestados sobre su situación laboral. Esta discrepancia pone de manifiesto una grave problemática: muchos trabajadores están siendo forzados a registrarse como autónomos cuando en realidad deberían ser contratados como asalariados.
La alarmante situación de los falsos autónomos
La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, asegura que «la diferencia en estos datos es alarmante». Esta afirmación enfatiza que muchos trabajadores se encuentran en una situación precaria, ya que los falsos autónomos no disfrutan de las garantías y derechos que les corresponderían bajo un contrato laboral tradicional. El fenómeno persiste, afectando especialmente a sectores donde la precariedad laboral y la economía sumergida son comunes.
Además, Uatae ha manifestado que esta situación no solo impacta negativamente a los trabajadores, que carecen de protección social y prestaciones, sino que también perjudica a la economía en su conjunto. La creación de una competencia desleal distorsiona el mercado laboral, donde los autónomos reales se ven obligados a enfrentarse a condiciones injustas.
Uatae ha subrayado que la figura del falso autónomo se ha consolidado en sectores donde trabajadores que deberían estar cubiertos por los derechos de un contrato asalariado son registrados como autónomos. Esta irregularidad no puede ser ignorada y representa una verdadera «precarización del mercado laboral».
Propuestas para abordar la situación
En respuesta a esta problemática, Uatae ha instado a las administraciones a fortalecer las inspecciones laborales. Asimismo, han solicitado el desarrollo de una legislación «clara y efectiva» que ponga fin a los falsos autónomos. Esto incluye un marco sancionador más severo para aquellas empresas que opten por esta práctica, eludiendo la contratación directa de forma irregular.
Entre sus propuestas, la organización también resalta la importancia de promover programas de sensibilización y asesoramiento para que los trabajadores conozcan sus derechos y puedan denunciar situaciones irregulares. «Los autónomos no pueden seguir soportando una situación que desvirtúa su actividad y les obliga a competir en condiciones desiguales», concluye Landaburu.
Implicaciones económicas y sociales
La situación de los falsos autónomos tiene un impacto significativo no solo en el ámbito laboral, sino también en el económico. Esta problemática genera una tensión en los mercados, pues muchos trabajadores honestos que realizan su labor de manera legítima compiten con aquellos que están en una posición irregular. Esto crea un entorno donde la ética y la justicia en el ámbito laboral se ven comprometidas.
Además, en un contexto de reformas laborales y post-pandemia, el reconocimiento real de los derechos de los trabajadores se convierte en un imperativo social. La detección y eliminación de los falsos autónomos es fundamental para garantizar una estabilidad en el empleo y mejorar las condiciones laborales de quienes forman la columna vertebral de la economía española.
Con la presión de Uatae y la creciente visibilidad de la problemática, se espera que tanto las autoridades como las empresas tomen nota y actúen. El camino hacia una regulación más justa y un mercado laboral equilibrado es crucial para que todos los trabajadores, autónomos o no, puedan contribuir de manera efectiva a la economía sin temor a la explotación o a la competencia desleal.
Mirar hacia el futuro implica no solo tomar decisiones adecuadas, sino también fomentar una cultura de cumplimiento normativo que respete los derechos de todos los trabajadores. La concienciación de los emprendedores y empresas sobre la importancia de un mercado laboral justo será esencial para cerrar esta brecha y construir un entorno laboral más saludable y equitativo.