CCOO y UGT han expresado su preocupación acerca de la crítica falta de personal que afecta al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y sus respectivas oficinas de prestaciones. En un comunicado conjunto, los sindicatos demandan acceso a soluciones «urgentes» para abordar esta problemática, que no solo afecta la operativa interna del organismo, sino que también impacta en la atención y servicio que reciben los ciudadanos.
La situación actual del personal en el SEPE
Los sindicatos han resaltado que la actual dotación de personal del SEPE es «insuficiente» para atender adecuadamente sus funciones. El deterioro en el número de trabajadores ha sido notable. Según los datos más recientes, la plantilla del SEPE ha pasado de 8.224 efectivos en 2019 a 7.380 a comienzos de 2025. Esta cifra, lamentablemente, continuará descendiendo debido a las jubilaciones y otras bajas que se producen regularmente.
Además, la estructura de las oficinas de tramitación de prestaciones también está en crisis. De las 712 oficinas operativas, 238 de ellas, es decir, aproximadamente un 33%, cuentan con solo entre 0 y 3 empleados. Resulta aún más alarmante que 11 oficinas están completamente desprovistas de personal. Esta situación subraya una necesidad urgente: aumentar la plantilla para garantizar la calidad del servicio.
Demandas de los sindicatos
Ante esta crisis de personal, CCOO y UGT han exigido la incorporación inmediata de nuevo personal funcionario. Es imperativo que se realicen ofertas públicas de empleo que faciliten la llegada de refuerzos al SEPE. Los sindicatos consideran que este proceso debe llevarse a cabo a la mayor brevedad posible, ya que la falta de personal afecta directamente a la atención al ciudadano.
En este sentido, los sindicatos también han considerado que, dado que los procesos de selección y contratación pueden prolongarse, es «absolutamente imprescindible» autorizar la incorporación inmediata de personal interino para cubrir las vacantes. Este personal interino no deberá ser cesado hasta que se realice la toma de posesión efectiva de los nuevos funcionarios, lo que permitirá, al menos de manera temporal, aliviar la carga sobre las oficinas del SEPE.
Impacto de la falta de personal en los servicios a la ciudadanía
La escasez de personal no solo es un problema administrativo; tiene repercusiones directas en la ciudadanía. A medida que la demanda de servicios de empleo se ha incrementado, la capacidad para proporcionar atención adecuada ha disminuido, generando largas esperas y una experiencia deficiente para quienes solicitan ayuda.
Los sindicatos han enfatizado que esta situación no puede continuar. La capacidad del SEPE para gestionar prestaciones, asesorar a los parados y facilitar el acceso a formación se ve comprometida. Para los ciudadanos, esto significa un acceso limitado a recursos que son vitales en momentos de necesidad laboral. Las respuestas lentas y la falta de atención a los casos individuales pueden agravar problemas de desempleo y precariedad en la sociedad.
Soluciones a largo plazo para el futuro del SEPE
Para abordar esta crisis de forma eficaz, no solo es necesario incrementar el personal de manera temporal; también se deben considerar soluciones a largo plazo que contemplen un área de gestión más robusta. Esto podría incluir la modernización de sistemas administrativos, la mejora en la formación del personal existente y la implementación de herramientas tecnológicas que reduzcan la carga operativa cotidiana.
Además, es fundamental establecer planes de recursos humanos que contemplen no solo la incorporación de nuevos efectivos, sino también la retención y motivación del personal actual. Si se logra crear un entorno de trabajo atractivo y dinámico, se podrá fomentar un mayor compromiso y profesionalismo en el SEPE.
Vigilancia y evaluación de resultados
Por último, los sindicatos han manifestado la necesidad de establecer una evaluación continua de los resultados de las políticas implementadas. Sería beneficioso crear mecanismos que permitan revisar la situación del personal y la calidad del servicio de manera periódica. Esto asegurará una adaptación constante a las necesidades de los ciudadanos y la mejora continua del servicio.
Sin duda, la situación del SEPE y sus oficinas de prestaciones debe ser abordada desde diversas perspectivas, combinando la incorporación inmediata de personal con estrategias a largo plazo que fortalezcan la estructura del sistema pública de empleo. La ciudadanía merece recibir el apoyo necesario en tiempos de necesidad económica, y las instituciones deben estar preparadas para ofrecerlo de manera efectiva y eficiente.