El 69% de las marcas no logrará aumentar su penetración de mercado para 2025, de acuerdo con un análisis reciente sobre tendencias comerciales. Este porcentaje refleja la relación entre los consumidores de un producto y el total de la población, lo cual es un indicador clave de cómo se comportará el mercado en los próximos años.
Cambios en el consumo y poder adquisitivo
La desaceleración en la penetración de las marcas ha sido una tendencia evidente desde el término de la crisis provocada por el coronavirus. Las familias enfrentan un menor poder adquisitivo, lo que ha desencadenado cambios significativos en los hábitos de consumo. Cada vez más, los ciudadanos optan por decisiones de compra más reflexivas, buscando calidad y valor en los productos que adquieren.
En este nuevo escenario, se observa que los consumidores son más selectivos y priorizan marcas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad. La búsqueda de una mejor relación calidad-precio se ha convertido en un aspecto fundamental a la hora de elegir productos, lo que está moldeando el paisaje comercial.
Modelos de marketing en transformación
En el estudio, se identifican dos modelos de marketing que están prevaleciendo en este contexto cambiante. Por un lado, se encuentra el modelo ‘feel to shop’, que está orientado hacia la satisfacción de las necesidades del cliente y busca conectar emocionalmente con el consumidor. Por el otro lado, está el modelo ‘shop to feel’, que se centra en la satisfacción de necesidades inmediatas a través de precios extremadamente bajos, aprovechando así la capacidad adquisitiva limitada de los hogares.
Este cambio en los enfoques comerciales pone de relieve la importancia de adaptar las estrategias de marketing para satisfacer las expectativas de los consumidores contemporáneos.
Adaptación de marcas exitosas
A pesar de estos desafíos, algunas marcas han logrado prosperar en este entorno complicado. ISPD resalta a empresas como Revolut, Shein y Hacendado, que han conseguido crecer sin depender de estrategias de marketing convencionales. Estas marcas han hecho un uso eficaz de la inteligencia artificial (IA) y han dirigido su atención hacia el comportamiento y las preferencias de los consumidores.
La capacidad de adaptación al mercado es crucial en este contexto. Comerciantes y marcas deben ser proactivos y flexibles, algo que es fundamental para satisfacer las expectativas cambiantes de sus consumidores. Al centrar sus esfuerzos en ofrecer valor y calidad, estas marcas han logrado diferenciarse en una era de creciente competencia.
Recomendaciones para liderar en el nuevo entorno
«Liderar en este nuevo entorno», señala el ‘country manager’ de ISPD en España, Rubén Jerez, «requiere una excelente planificación estratégica». Para tener éxito en los próximos años, las marcas deben:
- Desarrollar y aplicar soluciones basadas en IA que mejoren la experiencia del consumidor.
- Generar un impacto positivo en la vida de las personas y el entorno.
- Fomentar la innovación para crear conexiones auténticas y emocionales a través de la comunicación.
- Promover la transparencia y la co-creación con sus consumidores.
Implementar estas estrategias permitirá a las empresas no solo adaptarse a las condiciones del mercado, sino también establecer relaciones más sólidas y duraderas con sus clientes.
La perspectiva hacia el futuro
A medida que avanzamos hacia 2025, la previsión de que un alto porcentaje de marcas no logre crecer en penetración de mercado invita a las empresas a reflexionar sobre su estrategia de negocio. Para sobresalir en este entorno competitivo, es fundamental que las marcas evalúen y ajusten constantemente sus enfoques, buscando no solo satisfacer las necesidades actuales de los consumidores, sino también anticiparse a futuros cambios en su comportamiento y preferencias.
La clave para el éxito radica en la adaptabilidad. Las empresas que integren la IA en su desarrollo, que valoren la sostenibilidad y que solidifiquen relaciones auténticas con sus clientes estarán mejor posicionadas para navegar los retos de un mercado en constante evolución. Esto no solo les permitirá sobrevivir, sino también prosperar en un paisaje comercial que está necesariamente redefinido por la búsqueda de valor y calidad por parte de los consumidores.