El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el Real Decreto-ley de revalorización de las pensiones para 2025, el cual tiene un impacto significativo en más de 12 millones de pensionistas desde el 1 de enero del próximo año. Este real decreto incluye incrementos considerables en diferentes modalidades de pensiones, incluido el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el complemento para reducir la brecha de género.
Ajustes en las pensiones mínimas y no contributivas
Las pensiones mínimas experimentarán un aumento cercano al 6% en 2025. Las personas que reciben pensiones con cónyuge a cargo o de viudedad con cargas familiares verán un incremento aún mayor, del 9,1%. Por otro lado, las pensiones no contributivas y el IMV estarán sujetos a una revalorización del 9%.
Además, las pensiones del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) también se incrementarán en un 6%. Esto implica que, para las pensiones no concurrentes, se alcanzará un importe de 560 euros mensuales, y 543,60 euros mensuales en caso de pensiones concurrentes.
Incrementos en las asignaciones familiares
Otro punto importante a destacar son las asignaciones por hijo a cargo o menor con discapacidad. En 2025, la asignación por hijo con discapacidad reconocida igual o superior al 65% ascenderá a 5.805,6 euros al año, mientras que la asignación por hijo con discapacidad igual o superior al 75% alcanzará los 8.707,2 euros anuales, evidenciando un aumento del 2,8% respecto al año anterior.
El complemento para la reducción de la brecha de género, que es crucial en este contexto, crecerá un 8,1%, estableciéndose en 35,9 euros al mes por hijo.
Pensiones contributivas y cambios en su revalorización
Las pensiones contributivas y de clases pasivas aumentarán un 2,8% en 2025, afectando a más de 9 millones de pensionistas. Este incremento se basa en la fórmula de revalorización establecida por la Ley de reforma de pensiones, que considera el IPC interanual promedio de los últimos doce meses como referencia.
En comparación con años anteriores, donde las pensiones se revalorizaron en 3,8% (2024) y 8,5% (2023), este ajuste del 2,8% indica una estabilización ante la inflación, que ha estado en aumento.
Por ejemplo, una pensión media de jubilación contributiva, que es aproximadamente de 1.441 euros al mes en 2024, se elevará a 1.481,35 euros en 2025. Esto se traduce en un incremento anual de 564,87 euros, lo que equivale a cerca de 40,3 euros más al mes en catorce pagas.
Así queda la pensión máxima y las nuevas cotizaciones
El 2025 verá un nuevo récord en la pensión máxima, que se fijará en 3.267,60 euros mensuales. Este cambio coincide con el aumento de las bases máximas de cotización, que también se incrementarán un 4%, alcanzando los 4.909 euros mensuales o 58.908 euros anuales.
A partir del 1 de enero de 2025, la Seguridad Social implementará una cuota de solidaridad por los salarios que superen esta base máxima. Esta cuota se distribuirá principalmente entre los empresarios (83,4%) y los trabajadores (16,6%). Se aplicará de manera progresiva, con varios tramos que gravarán de manera diferente según el exceso sobre la base máxima.
Subida del mecanismo de Equidad Intergeneracional
En paralelo a los ajustes mencionados, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) experimentará también un aumento en su cotización, que pasará del 0,7% actual al 0,8% en 2025 para tanto autónomos como asalariados, sin excepción por el importe de su salario.
Este incremento es parte de un plan que continuará hasta 2029, año en que se espera que la cotización del MEI alcance el 1,2%. Los ingresos generados por esta medida se destinarán a fortalecer el fondo de las pensiones.
Perspectivas futuras en el ámbito de las pensiones
Con estos cambios significativos en las pensiones, se vislumbra un futuro en el que las políticas económicas estarán dirigidas a garantizar una mejor calidad de vida para los pensionistas. Ante esta realidad, es recomendable que tanto los trabajadores activos como los futuros pensionistas se mantengan informados sobre los ajustes que afectan directamente sus ingresos y que comiencen a planificar su futuro financiero con antelación. La educación financiera será vital para enfrentar los cambios y optimizar los beneficios de las pensiones en los años venideros.