Uriel Renovables ha desarrollado más de 600 MW de capacidad instalada en energía verde en casi 40 años de vida. Esta compañía, perteneciente al grupo empresarial de la familia Huarte, ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad y diversificación a nivel global, con proyectos en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Inversión significativa en Chile
La firma planea invertir más de 450 millones de dólares (aproximadamente 397 millones de euros) en la construcción de cuatro parques fotovoltaicos, que contarán con sistemas de baterías de almacenamiento. Estos proyectos suman una impresionante capacidad instalada de cerca de 420 megavatios (MWp), lo que subraya su apuesta por la energía renovable en la región.
Progresos en la tramitación ambiental
A mediados de mayo, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso, Chile, otorgó una calificación favorable al Parque Fotovoltaico Cabildo Solar, que aporta 61 MWp a la capacidad total. Este avance es clave, ya que se suma a los permisos obtenidos recientemente para otros proyectos, tales como Casas Viejas Solar (141 MWp), Ritoque Solar (90 MWp) y Quinquimo Solar (127 MWp).
Además, el consejero delegado de Uriel Renovables, Pedro Sánchez, opinó que, tras superar satisfactoriamente cada uno de los procesos de evaluación ambiental, la compañía está lista para iniciar la construcción gradual de cada uno de estos parques. Esto no solo permitirá diversificar aún más su cartera, sino también dar un paso significativo hacia la sostenibilidad.
Beneficios medioambientales
La implementación de estos cuatro parques fotovoltaicos generará un impacto positivo en el medio ambiente. Se estima que, una vez operativos, evitarán la emisión de más de 306,000 toneladas de dióxido de carbono al año. Esto es crucial en la lucha contra el cambio climático y representa un paso adelante en la transición energética del país.
Por otro lado, la capacidad de generación media de estos parques permitirá abastecer a más de 480,000 hogares anualmente, lo que potenciará el acceso a energia limpia en la región. ¿No es emocionante pensar en los beneficios que la energía renovable puede traer a las comunidades locales?
Innovación y tecnología en energía renovable
Todos los parques fotovoltaicos contarán con un sistema de almacenamiento de energía mediante baterías de iones de litio, que permitirá una mayor disponibilidad y continuidad del suministro. Este sistema permitirá almacenar energía durante los periodos de mayor producción e inyectarla cuando sea necesario, mejorando así la eficiencia del servicio y beneficiando a los usuarios finales.
El presidente de Uriel Renovables, Ignacio Huarte, recalcó que estos proyectos reflejan el interés del grupo por seguir creciendo en Sudamérica. En su propio pipeline, más de 1,000 MW están en diversas fases de desarrollo, y un impresionante 47% de estas iniciativas se ubican en Chile. Esto muestra el compromiso de la empresa con el crecimiento sostenible a largo plazo en la región.
Mirando hacia el futuro
«Estamos analizando distintas alternativas de financiamiento» para facilitar la exitosa ejecución de estos proyectos, agregó Pedro Sánchez. Además, se están avanzando en la suscripción de los respectivos Power Purchase Agreements (PPA), asegurando la viabilidad comercial de cada parque.
Se espera que la construcción del primer parque comience a principios de 2026, un hito importante que no solo fortalecerá la infraestructura energética de Chile, sino que también demostrará el compromiso de Uriel Renovables con la sostenibilidad.
La inversión en tecnología y recursos en Chile es una señal clara de cómo las empresas pueden contribuir a la transición hacia fuentes de energía más limpias. Uriel Renovables habla no solo de una estrategia de crecimiento, sino también de una visión más amplia: un futuro en el que las energías renovables sean la norma, y no la excepción.
¿Te imaginas un mundo donde la energía limpia y accesible sea el estándar? La labor de empresas como Uriel Renovables nos invita a reflexionar sobre la importancia de invertir en proyectos sostenibles que impacten positivamente tanto a nivel ambiental como social. La transición hacia una economía verde no solo es posible, sino necesaria.