El secretario general de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, ha hecho un llamado directo a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pidiendo una reunión «urgente» con los sindicatos y la patronal. Esta solicitud nace de la reciente decisión del Ministerio de Hacienda de no eximir de tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), el cual fue aprobado en el Consejo de Ministros.
La importancia de la tributación justa
Álvarez ha enfatizado en su carta que desde UGT se ha defendido de manera constante una política fiscal que sea progresiva y justa. El objetivo es asegurar que todos contribuyan a la Hacienda Pública de acuerdo con sus posibilidades. Esto, a su vez, es clave para mantener y fortalecer el Estado del Bienestar, que tantas necesidades cubre para la sociedad.
Pensar en la progresividad del IRPF es crucial. En este sentido, es «esencial» que no afecte negativamente a las rentas salariales más bajas, especialmente a aquellos que están en el SMI, representando así a algunos de los colectivos más vulnerables. Esto plantea la necesidad de revisar cómo se gestiona el sistema impositivo para que no penalice a quienes menos pueden.
El impacto del SMI en las rentas bajas
En su misiva, el secretario general de UGT recordó que el sindicato ya había expresado su deseo de que el 2025 mantenga la exención del IRPF para quienes perciben el SMI, tal y como se había hecho en los ejercicios fiscales anteriores. Esta medida, según UGT, es «fundamental» para proteger a estos trabajadores.
Además, Álvarez ha señalado que es necesario que la cantidad exenta de tributación se adapte y actualice de manera acompasada al SMI. En este punto, sus técnicos advierten que, de aplicarse la tributación del impuesto a las nuevas cuantías del salario mínimo, en algunos casos, la subida real podría ser inferior al IPC consolidado del año 2024. Este es un dato contundente que merece atención.
Una propuesta de diálogo social
La carta también plantea una reflexión más amplia: no limitar el debate únicamente al ejercicio fiscal del 2025. En lugar de eso, es necesario diseñar una política fiscal a largo plazo que garantice la equidad en la contribución de las rentas más bajas y asegure una verdadera progresividad del sistema impositivo español. La visión de UGT se centra en la importancia de contar con un sistema que no solo beneficie a grupos selectos, sino que refleje una realidad más inclusiva.
Para trabajar este tema a fondo, Álvarez ha instado a María Jesús Montero a abrir un proceso de negociación en el ámbito del diálogo social. Este es un llamado urgente para abordar de manera integral la cuestión de la tributación y avanzar hacia una fiscalidad que sea equitativa y progresiva.
Reflexiones sobre la equidad fiscal
Los desafíos que presenta la tributación del IRPF en el contexto del SMI son más que una mera cuestión administrativa; son un tema que afecta directamente al núcleo de la justicia social en nuestro país. La forma en que abordemos esta cuestión en los próximos años no solo definirá el sistema fiscal, sino que también tendrá un impacto significativo en la vida de muchas personas que dependen de un salario digno.
Por lo tanto, es un buen momento para considerar qué cambios son necesarios para construir un sistema fiscal más justo y equilibrado. La conversación sobre el IRPF y su conexión con el SMI es solo una parte de un debate más amplio sobre cómo podemos lograr un futuro que sea próspero y equitativo para todos. La realidad es que, aunque estos temas puedan parecer lejanos, afectan a cada uno de nosotros de manera directa o indirecta. Una ciudadanía informada y activa puede ser la clave para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.