Desde el primer trimestre de 2021, el panorama del autoempleo en España ha experimentado cambios significativos. En particular, podrías sorprenderte al saber que el número de autónomos societarios ha crecido un 8,5%, un incremento notable si lo comparamos con el 1,3% de las personas físicas. ¿Qué puede estar motivando este cambio hacia una forma de autoempleo más estructurada?
Crecimiento en las categorías de autónomos
Durante este periodo, tres de cada cuatro nuevos autónomos han optado por constituirse como socios de sociedades. En cifras concretas, esto se traduce en un aumento de 88.566 personas, mientras que los autónomos persona física han incrementado en apenas 26.910 individuos. Este panorama invita a reflexionar sobre las ventajas que pueden ofrecer los modelos societarios frente al autoempleo individual.
Pero eso no es todo. La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha destacado un crecimiento espectacular en aquellos autónomos que pertenecen a un colegio profesional. De 38.180 en el inicio del estudio, han alcanzado los 59.762 actuales, lo que representa un asombroso aumento del 56,5%. Definitivamente, este fenómeno podría señalar una transformación en la percepción y la necesidad de profesionalización en algunos sectores.
Desigualdades regionales en el autoempleo
En el análisis por comunidades autónomas, nos encontramos con que las regiones que más destacan en términos absolutos son Cataluña (197.294 autónomos societarios), Andalucía (163.913), Madrid (156.884) y Comunidad Valenciana (137.127). Estas cifras reflejan dónde se siente más fuerte el impulso del autoempleo a través de sociedades.
Sin embargo, el crecimiento no es homogéneo en todas partes. Por ejemplo, Ceuta se posiciona como el territorio con un crecimiento más intensivo, con un aumento del 6,6%. Hasta donde se puede observar, las comunidades como Baleares, Canarias y Andalucía también han destacado, con incrementos del 3,9%. En contraposición, Asturias y Melilla han visto un leve descenso, lo que representa una clara advertencia sobre las desigualdades que persisten.
El País Vasco: líder en autónomos societarios
A cierre de abril de este año, se evidencia que el País Vasco lleva la delantera en la proporción de autónomos societarios frente a los de persona física. En concreto, los primeros representan el 50,2% del total de autónomos afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). ¿Qué características del entorno empresarial en esa región podrían estar favoreciendo esta tendencia?
Navarra sigue en esta tendencia positiva, con un 38,4% de su total de autónomos siendo societarios, mientras que Baleares, Madrid y Comunidad Valenciana se sitúan alrededor del 36%. Por el contrario, Extremadura y Canarias tienen una representación menor, con 24,1% y 25,5%, respectivamente, lo que podría indicar diferentes contextos económicos en estas comunidades.
Transformación del autoempleo en el panorama nacional
El informe también revela que el peso de los autónomos societarios en el conjunto nacional ha crecido del 32,7% en abril de 2024 al 33,2% en el mismo mes de 2025. Este leve pero constante aumento puede considerarse una señal de cambio en el modelo de autoempleo. Muchos emprendedores buscan alternativas más estructuradas y con un respaldo legal más fuerte, lo cual podría explicar este movimiento hacia las sociedades.
Por supuesto, este crecimiento no es excluyente de nuevos desafíos. Han registrado descensos en las categorías de familiares colaboradores y religiosos, con caídas del 7,5% y 7,4%, respectivamente. Estos descensos podrían ser indicativos de una transformación en la naturaleza del trabajo autónomo, que quizás ya no siempre se basa en el apoyo familiar o en actividades religiosas.
Reflexiones sobre el futuro del autoempleo
Al considerar todos estos datos y cifras, es difícil no preguntarse cómo estas tendencias influirán en el futuro del autoempleo en España. La transición hacia un modelo más empresarial podría transformar radicalmente la forma en que percibimos y abordamos el trabajo autónomo. Con un aumento significativo en la creación de sociedades, quizás estamos siendo testigos de un cambio de paradigma.
Sin duda, seguir las próximas etapas de esta evolución será crucial para entender hacia dónde se dirige el mercado laboral y cómo se puede preparar mejor a las futuras generaciones de emprendedores. Este es un tema que promete seguir en el centro del debate económico en los próximos años, y las implicaciones podrían ser profundas y transformadoras.