El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha puesto sobre la mesa su propuesta para incrementar el salario mínimo interprofesional (SMI) en 2025. Según Sordo, establecer el SMI en 1.200 euros sería la mejor opción para acercarse al 60% del salario medio, un indicador que la Carta Social Europea recomienda y que el Gobierno español se ha comprometido a cumplir. En su intervención, Sordo enfatizó que la propuesta no solo es necesaria, sino que se alinea con las expectativas de crecimiento y justicia salarial.
La propuesta de la subida del SMI
En cuanto a las cifras, actualmente el SMI en España se sitúa en 1.134 euros mensuales por catorce pagas. Para alcanzar los 1.200 euros, un incremento del 5,82% es lo que se requeriría. Esta cifra refleja la necesidad de un aumento justo y equitativo en los salarios, considerando la inflación y el costo de vida, aspectos fundamentales para asegurar un estándar de vida digno para los trabajadores.
El líder sindical ha resaltado su intención de solicitar al Gobierno una subida del SMI que ronde entre el 5% y el 6%. Durante una entrevista reciente, Sordo expresó la intención de «concitar» este porcentaje junto con UGT, el sindicato que también busca una mejora del SMI en una proporción que se asemeje a sus expectativas.
Comparación con el Comité de Expertos
La propuesta del Comité de Expertos asesor del Gobierno sugiere un aumento más modesto: un 3,4% o un 4,4%. Este enfoque llevaría el SMI a un rango de entre 1.172,5 y 1.184 euros, un incremento que, aunque significativo, es considerado insuficiente por los líderes sindicales. En esta línea, la recomendación del Comité plantea un máximo aumento de 50 euros mensuales, que muchos críticos sienten que no refleja las necesidades actuales de los trabajadores.
Sordo ha dejado claro que, independientemente de las recomendaciones de este Comité, la propuesta de CCOO será «autónoma». Eso resalta la voluntad de los sindicatos de presentar sus propias demandas sin estar sujetos a las limitaciones sugeridas por el gobierno.
Un alza más allá de las sugerencias actuales
Tomando en cuenta el contexto actual y las peticiones de otras organizaciones, Sordo ha manifestado que la propuesta que presentarán será «probablemente superior» a lo que han planteado hasta ahora los expertos. Sin embargo, ha subrayado que será necesario negociar con otras partes interesadas, incluida la CEOE, para asegurar un aumento que realmente beneficie a los trabajadores.
Ésta es una cuestión clave en el debate sobre el SMI: los sindicatos, entre ellos CCOO y UGT, buscan establecer una estrategia común sobre cómo debe ser el incremento en el SMI, asegurándose de que no se quede en palabras vacías, sino en acciones concretas que impacten positivamente en los trabajadores.
La revisión de los pluses salariales
En la misma dirección, Sordo ha mencionado que durante las negociaciones, también se buscará una revisión de los pluses salariales. Este es un aspecto crucial, ya que muchos complementos actuales están absorbiendo parcialmente la subida del SMI. Según el líder sindical, es esencial que todo el salario asociado al SMI sea considerado en su totalidad, reflejando así el verdadero impacto de las subir el salario mínimo.
“Hoy en día, muchos de los salarios que hacen referencia al SMI están atados a otros complementos. Sin embargo, lo que se observa es que muchas empresas optan por absorber esos otros complementos”, explicó Sordo. Este mecanismo reduce el aumento efectivo que los trabajadores perciben, y es un desafío que requiere atención en las futuras negociaciones.
Sordo se ha comprometido a asegurar que las propuestas que se elaboren no solo respondan a una cifra, sino que vayan más allá, atendiendo a la totalidad del paquete salarial.
Expectativas en la mesa de negociación
La dinámica de la próxima mesa de negociación se prevé intensa. Tanto CCOO como UGT se preparan para llevar sus propuestas ante el Gobierno, buscando establecer un marco donde se discuta no solo el SMI, sino también la equidad en los salarios bajo los complejos escenarios económicos actuales. Con un 2025 que se presenta lleno de incertidumbre y retos, la conversación en torno a los salarios mínimos no solo se vuelve crucial; se define como esencial para el bienestar de millones de trabajadores.
Así, queda claro que el camino hacia un SMI más justo y adaptado a las necesidades reales de los trabajadores no será sencillo. La colaboración entre sindicatos y el Gobierno será clave para la implementación de cambios significativos que no solo respondan a las necesidades immediatas, sino que también ofrezcan una visión a largo plazo a todos los trabajadores. Reflexionar sobre la importancia de estos avances y qué significan para el futuro laboral de la sociedad es una tarea que no podemos subestimar.