El próximo lunes, 6 de enero, se celebrará el esperado sorteo de la lotería nacional de ‘El Niño’, un evento que trae consigo la posibilidad de grandes premios pero también importantes implicaciones fiscales. Este año, si se venden todos los décimos de los dos primeros premios, Hacienda podría recaudar hasta 21,45 millones de euros, un aumento de casi dos millones con respecto al año pasado. Esta diferencia se debe a la inclusión de cinco series más en la venta, lo cual apunta a un incremento en la participación ciudadana.
Premios y tributación
Este año, el sorteo repartirá un total de 770 millones de euros en premios, igual que en 2022. Sin embargo, solo los dos primeros premios, de 200.000 y 75.000 euros por décimo, están sujetos a tributación. En este sentido, se aplica un 20% sobre la parte del premio que excede los 40.000 euros. Esto significa que los ganadores del tercer premio, que recibirán 25.000 euros, no tendrán obligaciones fiscales.
Los afortunados que compartan un décimo premiado de más de 40.000 euros deberán identificarse ante Hacienda, lo que les llevará a asumir una parte proporcional del gravamen. De esta manera, aunque el premio que reciba cada participación sea menor de 40.000 euros, todos estarán obligados a tributar por la parte que exceda esa cantidad.
Perspectivas de recaudación
Por otro lado, si se aplicara un mínimo exento de 2.500 euros en la tributación de los premios, como existía hasta 2018, Hacienda podría incrementar su recaudación en 10.725.000 euros. Este planteamiento es defendido por diversas organizaciones, las cuales consideran que no es justo no tributar por una ganancia de 40.000 euros en un juego de azar, mientras que sí se gravan ingresos de menor cuantía provenientes de prestaciones sociales.
Afectaciones para los premiados
Es importante tener en cuenta que, si un premiado ha contratado un seguro para reintegrar los impuestos de la lotería, la indemnización que reciba tributa como un aumento de patrimonio. Esta cantidad deberá ser incluida en la declaración de la renta correspondiente a 2025, junto con el resto de sus ingresos.
Además, Gestha recuerda que los premios de lotería no impactan en el IRPF de los beneficiarios. Esto significa que el monto del premio no influye en la capacidad de solicitar ayudas o becas que dependen de los ingresos, pero se debe considerar en el Impuesto sobre Patrimonio si se supera el mínimo autonómico establecido.
Implicaciones fiscales para sociedades y fundaciones
Las sociedades, en cambio, tienen una carga fiscal diferente. Deben incluir el importe total del premio en sus ingresos extraordinarios y podrán deducir la retención del gravamen de loterías. Esto pone de relieve cómo la legislación fiscal se aplica de manera diferente según el tipo de beneficiario.
Gestha ha notado preocupaciones en este sentido. Una de las principales es el impacto negativo que la reciente normativa ha tenido en los premios destinados a fundaciones y asociaciones. Este año se ha registrado una “drástica reducción” en los premios obtenidos por estas entidades, una tendencia alarmante sobre la que se había advertido previamente, dado el repunte de 153,7 millones en 2022.
Control y responsabilidad en la recaudación
A raíz de la ley antifraude de 2021, la Agencia Tributaria (AEAT) ha comenzado a recibir informes mensuales de las entidades que gestionan la lotería, permitiendo un seguimiento más riguroso de los premios pagados. Sin embargo, los técnicos de Hacienda siguen presionando para que se les otorguen más herramientas para investigar los premios superiores a 40.000 euros que se han pagado a entidades jurídicas entre 2020 y 2023, antes de que estos casos se declaren prescritos.
Además, la discusión sobre si es más efectivo aumentar las competencias de los técnicos de Hacienda para mejorar el control en lugar de extender las exenciones sigue en curso. Estas medidas están orientadas a combatir el fraude fiscal y garantizar que la recaudación se realice de manera eficaz y justa.
Reflexiones finales
Así, la inminente celebración del sorteo de ‘El Niño’ no solo representa una oportunidad de fortuna para muchos, sino que también subraya la complejidad del sistema tributario y la necesidad de un enfoque coherente y equitativo en la regulación fiscal de las loterías. A medida que las circunstancias fiscales continúan evolucionando, vale la pena reflexionar sobre cómo estas decisiones impactan en la sociedad y en la forma en que se distribuyen los recursos económicos. La lucha por un sistema más justo y transparente sigue siendo un tema central en la conversación económica actual.