El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha hecho hincapié en la importancia de «acompañar» a las empresas, sobre todo a las pymes, en el proceso hacia la implementación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales. Cuerpo subrayó que es esencial que este cambio se realice de manera sostenible y con todas las garantías, lo que implica un apoyo adecuado a las empresas durante esta transición.
Proceso hacia la jornada de 37,5 horas
Este viernes, el ministro Cuerpo se mostró optimista ante la próxima reunión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos (CDGAE), programada para el 27 de enero. En esta cita, se espera alcanzar un acuerdo que permita avanzar sobre este asunto, con la intención de que vuelva al Consejo de Ministros lo antes posible. «Confío en que las discusiones vayan bien y que podamos pasar a las fases siguientes», dijo el ministro.
Una vez que se lleve a cabo la reunión del CDGAE, la propuesta de reducción de jornada tendrá que ser evaluada por la Comisión de Secretarios y Subsecretarios. Este es un paso previo que se gestiona a través del Ministerio de la Presidencia, donde se organizan todos los asuntos en agenda para el Consejo de Ministros.
Un acuerdo necesario dentro del Gobierno
Cuerpo ha destacado que este tema es prioritario para el Gobierno en la presente legislatura, afirmando que «la reducción de la jornada es una gran conquista social». Su objetivo es que esta medida no solo se concrete en el Consejo de Ministros, sino que avance con firmeza hacia la tramitación parlamentaria, buscando que esté en vigor para el año 2025.
El ministro ha insistido en que la propuesta se desarrollará con todas las garantías necesarias, enfatizando la importancia del acompañamiento a las empresas. «Estamos comprometidos para que este derecho sea efectivo y sostenido en el tiempo», subrayó Cuerpo.
Relaciones internas y posiciones personales
En el transcurso de una entrevista, Cuerpo fue cuestionado acerca de su relación con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Después de haber recibido críticas por su postura en la reducción de la jornada, el ministro aclaró que no siente la necesidad de hacer «las paces con nadie», enfatizando su enfoque en lo fundamental: la implementación de esta medida laboral.
En sus declaraciones, Cuerpo dejó claro que no ha estado involucrado en disputas, manifestando que ha estado centrado en los objetivos. «Es un elemento prioritario de la actuación del Gobierno», recalcó, apostando por un futuro donde esta disminución de jornada sea una realidad accesible para todos los trabajadores.
Importancia del apoyo a empresas
Cuerpo ha reiterado que la implementación de la jornada de 37,5 horas debe ir acompañada de un soporte real a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas. Este apoyo es crucial para garantizar que las pymes puedan adaptarse sin poner en riesgo su viabilidad económica. «Vamos a trabajar para conquistar este derecho de manera efectiva», puntualizó el ministro.
Consciente de que la transición puede generar incertidumbres en el tejido empresarial, Cuerpo se comprometió a impulsar medidas de acompañamiento que mitiguen el impacto de este cambio laboral. En este sentido, es vital que se creen unas condiciones que no solo beneficien a los trabajadores, sino que también fortalezcan a las empresas.
Controversias y prioridades laborales
La reducción de la jornada laboral es un tema que ha suscitado múltiples opiniones dentro del Gobierno y en la sociedad. Sin embargo, la postura del ministro Cuerpo parece firme: no hay lugar para las dudas cuando se trata de asegurar derechos laborales. «Esto no es solo un compromiso político, es una necesidad en la actualidad laboral», afirmó con convicción.
Con la fecha de la reunión del CDGAE marcada en el calendario, todos los ojos están puestos en cómo se desarrollarán las negociaciones. El ministro espera que pronto se alcancen acuerdos que permitan avanzar en una cuestión que se considera esencial para el futuro del trabajo en España.
Con la conversación aún en desarrollo, es evidente que el camino hacia la jornada de 37,5 horas semanales será complejo y requerirá de un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados. La reflexión sobre cómo equilibrar las necesidades de las empresas y los derechos laborales se convierte en un tema central en el debate actual. ¿Qué medidas serán necesarias para garantizar esta transición sin perjudicar la salud de la economía? La respuesta parece estar en las políticas de acompañamiento y la colaboración entre el Gobierno y el sector empresarial.