La jornada ‘Fiscalidad Internacional en un nuevo contexto global’, organizada por Grant Thornton en la Cámara de Comercio de Madrid, puso de relieve la necesidad imperante de que las empresas españolas desarrollen estrategias tributarias robustas. En un entorno donde el aumento de la presión fiscal es una realidad palpable, se hace crucial que las organizaciones consideren cómo sus decisiones fiscales pueden impactar en su funcionamiento y competitividad.
El papel de la planificación fiscal proactiva
Eduardo Cosmen, socio director del área Fiscal de Grant Thornton, inauguró el evento destacando que los grupos empresariales deben anticiparse a las contingencias fiscales. «Ya no basta con reaccionar cuando llegue el momento de pagar impuestos. Hay que anticiparse. Hay que cambiar el enfoque», subrayó. Esta exhortación a adoptar una estrategia fiscal proactiva resuena en un momento en que la administración tributaria está reforzando sus mecanismos de control.
Para las empresas, la planificación fiscal no es solo una opción; es una necesidad. Una adecuada planificación, elaborada con anticipación, puede marcar la diferencia a la hora de sortear riesgos y aprovechar incentivos fiscales. Esta planificación incluye la revisión de las estructuras fiscales existentes y el acompañamiento a las áreas comerciales para garantizar el cumplimiento normativo.
Identificación de riesgos y estrategias preventivas
De acuerdo con los expertos de Grant Thornton, el nuevo escenario internacional exige a las empresas identificar riesgos y establecer una estrategia preventiva. ¿Sabías que reconocer estos riesgos puede ser el primer paso para evitarlos? Las organizaciones deben implantar mecanismos más cooperativos con la Administración y considerar los convenios existentes como herramientas válidas.
Juan Martínez, socio de fiscalidad internacional y precios de transferencia de Grant Thornton, enfatiza la importancia de integrar la fiscalidad en el núcleo del negocio. Según él, una estrategia preventiva debe combinar coherencia interna, cumplimiento normativo y aprovechamiento de los instrumentos legales disponibles para optimización tributaria.
Precios de transferencia y operaciones vinculadas
En esta dirección, es fundamental prestar atención a la política fiscal intragrupo, que incluye aspectos críticos como los precios de transferencia. Estas prácticas son esenciales para garantizar el cumplimiento normativo y evitar ajustes que puedan derivar en sanciones significativas. Mediante una adecuada gestión de los precios de transferencia, las empresas no solo cumplen con la ley, sino que también pueden optimizar sus recursos.
Los elementos claves que deben observarse incluyen la documentación adecuada de las operaciones y la identificación clara de cada transacción. En un entorno donde las inspecciones tributarias son cada vez más frecuentes, este enfoque preventivo puede ser decisivo para reducir los riesgos.
Litigiosidad y soluciones ante inspecciones tributarias
Durante la jornada, Eduardo Tapia, socio del área Fiscal de Grant Thornton e inspector en excedencia de la Agencia Tributaria, abordó el creciente problema de la litigiosidad en materia fiscal. La creciente imposición de sanciones por parte de la Agencia Tributaria ha convertido la fiscalidad en un terreno lleno de riesgos.
El foco de atención se ha desplazado hacia las consecuencias de las actuaciones de la administración tributaria en el ámbito de la fiscalidad internacional. Tapia resaltó la necesidad de contar con mecanismos que aseguren la resolución de conflictos y otorgan seguridad jurídica a las empresas. Este enfoque no solo protege a las organizaciones, sino que también les permite anticiparse a la incertidumbre.
Herramientas para una mejor gestión fiscal
Para que las empresas puedan navegarlas aguas turbulentas de la fiscalidad, es crucial que se familiaricen con herramientas como el procedimiento amistoso y los acuerdos previos de valoración. Estas son estrategias clave que les permiten anticiparse y reducir su exposición al riesgo fiscal. Aprovechar estas herramientas no solo es ventajoso, sino esencial en un entorno donde cada decisión puede tener repercusiones significativas.
El mensaje que se desprende de esta jornada es claro: la planificación fiscal no debe dejarse al azar. A través de un enfoque metódico y estratégico, las empresas pueden optimizar su situación tributaria y adaptar sus operaciones a un marco fiscal en constante evolución. Estas estrategias no solo permitirán a las empresas cumplir con sus obligaciones, sino que también podrían abrirles la puerta a nuevas oportunidades en un contexto global.
En definitiva, el panorama fiscal actual demanda una revisión completa de cómo las empresas gestionan su tributación. Es un momento para reflexionar sobre las oportunidades que pueden surgir al adoptar un enfoque más cohesionado y estratégico. Sin duda, la fiscalidad se ha convertido en un elemento crucial en la competitividad y seguridad jurídica de las empresas en el contexto actual, invitando a todos a explorar más a fondo cómo gestionar su responsabilidad fiscal.