La junta general ordinaria de accionistas de Minor Hotels Europe & America, celebrada en Madrid, se convirtió en un campo de debate intenso. La directiva, liderada por el consejero Stephen Andrew Chojnacki, manifestó su frustración ante la lenta revisión de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de exclusión por parte de la CNMV. Los accionistas minoritarios, por su parte, mostraron su disgusto y cabreo por la prolongada ausencia de dividendos, un tema que ha generado un clima de tensión palpable.
A pesar de que la empresa reportó un beneficio recurrente neto de 210 millones de euros en 2024, lo que supone un 65,30% más que en 2023, la ausencia de dividendos y el estancamiento de la OPA fueron los ejes de la controversia. ¿Cómo es posible que una empresa con resultados tan positivos no recompense a sus accionistas?
Los accionistas minoritarios expresan su descontento
Accionistas como Fernando Bejarano y José Antonio del Barrio Colmenarejo, titulares ambos de 1.000 acciones, no dudaron en manifestar su confusión y malestar por la demora en el proceso de la OPA de exclusión. Bejarano, quien aseguró haber contactado con la CNMV, mencionó que la compañía no había presentado los «papeles adecuados» desde enero hasta junio, lo que ha dificultado el avance de la OPA, evaluada inicialmente en 6,27 euros.
Del Barrio, por su parte, planteó interrogantes directas sobre el futuro de la OPA: “¿Se llevará a cabo este año 2025 o quedará aparcada sine die?”. Estas preguntas evidencian la inquietud entre los accionistas, que temen que la situación se vuelva insostenible.
El papel de la directiva ante la crisis
En medio del debate, el consejero y director general comercial Stephen Andrew Chojnacki compartió la «frustración» por el lento ritmo de revisión del expediente por parte de la CNMV. Afirmó que Minor International ha cooperado «plenamente» con el organismo regulador, facilitando toda la información solicitada. Para Chojnacki, cada día que pasa sin resolución incrementa los riesgos asociados a la OPA.
Subrayó que el expediente fue presentado en febrero de 2025, tras la aprobación en la reunión de enero, y que ya llevaban «cinco meses de revisión». En su discurso, resaltó que la oferta presentada de 6,37 euros cumple con todos los requisitos legales y cuenta con el respaldo de informes externos de Ernst & Young y Bank of America. «Esperamos su aprobación tan pronto como sea posible», concluyó, apuntando la necesidad de rapidez en la resolución.
La prudencia contable tras la pandemia
Otro aspecto relevante de la reunión fue la justificación del presidente de la Junta, Ramón Aragonés, sobre la decisión de no distribuir dividendos. Aragonés la describió como un «criterio de prudencia contable» en un contexto post-pandemia. Aunque la situación parece estar mejorando, enfatizó que la recuperación aún está en fase de desarrollo.
Destacó que este criterio es «más que recomendable», argumentando que las operaciones corporativas realizadas por la compañía también incrementan el valor a largo plazo, lo que salvaguarda los intereses de los accionistas. “No es una decisión definitiva para los próximos años”, aclaró, reiterando que se reevaluará anualmente por el Consejo de Administración.
En un intento de mitigar la inquietud de los accionistas, Aragonés reconoció que el «enfoque» actual está en la OPA de salida, lo que podría haber limitado la capacidad de la empresa para repartir dividendos en este momento. Pero, ¿realmente es suficiente esta explicación para calmar el descontento de los accionistas que llevan años sin recibir una retribución por su confianza en la compañía?
Factores externos que complican el panorama
Chojnacki también aludió a un contexto global cambiante que podría complicar el desenlace de la OPA. Mencionó factores como la «guerra de los aranceles de Trump», desastres naturales y la situación en Oriente Medio, sugiriendo que cada uno de estos elementos aumenta los riesgos para la oferta. «Cuanto más dure esta situación», subrayó, «más riesgos habrá para que la oferta concluya satisfactoriamente”.
Por lo tanto, se plantean interrogantes sobre la estabilidad que puede ofrecer la compañía a sus accionistas en un clima tan incierto. La directiva es consciente de que, para recuperar la confianza de los inversores, se requiere no solo una resolución rápida de la OPA, sino también una comunicación más efectiva respecto a las decisiones empresariales.
Todavía queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos y si la OPA se concretará en el tiempo esperado o se enfrentará a nuevos obstáculos. ¿Hasta qué punto la reticencia a distribuir dividendos continuará afectando la percepción de los accionistas? La situación de Minor Hotels es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan muchas empresas hoy en día, donde la prudencia y el crecimiento deben encontrar un equilibrio para reconstruir la confianza en el futuro.