La patronal representativa de las pymes catalanas, Pimec, ha manifestado que la propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales es, en su versión actual, «inviable». Antoni Cañete, presidente de Pimec, sostiene que la tramitación de esta ley en el Congreso será un proceso que requerirá tiempo. Sin embargo, no ha descartado que los grupos parlamentarios puedan alcanzar acuerdos mediante enmiendas que permitan su aprobación.
Ampliación del plazo de enmiendas
En este contexto, es importante mencionar que la Mesa del Congreso ha decidido ampliar el periodo de presentación de enmiendas, ofreciendo así un espacio adicional para fomentar el diálogo entre grupos parlamentarios. Esta ampliación, según Cañete, puede ser un indicativo de que se están generando movimientos significativos en torno a este asunto. El presidente de Pimec ha asegurado que es factible alcanzar un consenso sobre la norma a través de enmiendas al texto original.
El presidente de la patronal ha señalado que «hoy han ampliado el periodo de enmiendas, y eso lo que nos indica es que están pasando cosas». No obstante, ha expresado que las negociaciones pueden ser prolongadas, ya que la formación Junts ha manifestado su oposición frontal a la norma y planea presentar una enmienda de totalidad para devolver el proyecto al Gobierno. A pesar de estos obstáculos, Cañete mantiene la esperanza de que sea posible realizar una reforma efectiva a través de estas enmiendas.
Críticas a la norma propuesta
Pimec ha llevado a cabo reuniones con varios partidos políticos, incluyendo al PP, el PNV y Sumar, para expresar que la propuesta tal como se ha diseñado es «absolutamente inviable» para las pequeñas y medianas empresas. Durante estas reuniones, Cañete ha argumentado que implementar esta norma «de hoy para mañana» no es factible, ya que no hay capacidad de adaptación suficiente en muchos sectores. Por eso, es fundamental que este tipo de propuestas se discutan en un marco de diálogo social.
El presidente de Pimec defiende que se conceda tiempo y espacio a las pequeñas empresas para que puedan realizar esta reducción de jornada sin que ello implique una carga insostenible, particularmente en sectores con altas demandas de mano de obra, como la limpieza. Además, ha resaltado que si la reducción de jornadas conlleva la necesidad de contratar más personal, se plantea un nuevo desafío: el acceso a la mano de obra. Uno de los problemas principales que enfrentan las pymes actualmente es la dificultad para encontrar trabajadores adecuados.
Factores a considerar en la reforma
Asimismo, Cañete ha subrayado que la reducción de jornada debe tener en cuenta factores como el absentismo laboral, que ha aumentado de manera considerable en los últimos años, además de la productividad. Según Cañete, «deberían de tener en cuenta factores del absentismo o la productividad, que es un elemento absolutamente esencial». Esto es un llamamiento a la responsabilidad en la formulación de leyes que afecten directamente a la estabilidad de las pymes.
En esta línea, ha criticado también otras propuestas del Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, como el control horario, que resulta «inviable» para las pymes. Esta situación exige una reflexión profunda sobre cómo se implementan estos cambios y cuánto tiempo necesitan las empresas para adaptarse a nuevas normativas.
Conciencia de los grupos políticos
A pesar de sus críticas, Cañete ha observado que durante sus encuentros con los diferentes partidos, estos están comenzando a tomar «conciencia» sobre la gravedad de las preocupaciones presentadas. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también ha indicado que hay aspectos de la norma que «deberían de cambiarse». Esta retroalimentación podría abrir la puerta a modificaciones que beneficien la posición de las pymes.
En este sentido, Cañete ha expresado que es posible que la norma avance en el proceso legislativo si se consideran reformas en profundidad. Es crucial tener en cuenta no solo a las pequeñas y medianas empresas, sino también factores como el absentismo, la productividad y la flexibilidad. La dimensión de las empresas debe ser un criterio clave en la implementación de registros horarios, para evitar imposiciones que puedan resultar perjudiciales.
La situación actual y los retos futuros
La reducción de la jornada laboral es un tema que, aunque atractivo en teoria, plantea múltiples desafíos prácticos que deben ser finamente sopesados. Sin lugar a dudas, el camino para llegar a un consenso que contemple las necesidades de las pymes es complejo y lleno de obstáculos. No obstante, situaciones como la ampliación del plazo para presentar enmiendas pueden ser el catalizador necesario para que se logren acuerdos viables.
Al final, el futuro de esta reforma dependerá de la voluntad política de dialogar y entender las múltiples dimensiones de este asunto. Se abre un abanico de posibilidades que, aunque inciertas, invitan a un debate profundo y sincero sobre cómo estructurar el trabajo del futuro de manera justa y sostenible para todos. Así, ¿podría este ser el inicio de un cambio significativo en la relación entre las pymes y el marco legislativo español?