El fondo estadounidense KKR ha tomado la drástica decisión de solicitar al consejo de administración del fabricante de software japonés Fuji Soft que inicie acciones legales contra Bain Capital. Esta medida llega en un contexto de intensa competencia entre ambas firmas en la lucha por el control de la empresa nipona. Según KKR, Bain habría incumplido acuerdos de confidencialidad previos, lo que ha complicado aún más la situación.
La guerra de OPAS entre KKR y Bain Capital
La OPA de KKR es un movimiento estratégico con la intención de excluir a Fuji Soft de la bolsa. Este plan se ejecuta en dos fases. En la primera etapa, KKR logró adquirir un 34% de la compañía a un precio de 8.800 yenes (aproximadamente 53,56 euros) por acción, gracias a alianzas con entidades como 3D Investment Partners y Farallon Capital. La estrategia es clara: al adquirir una participación significativa, KKR busca consolidar su dominio sobre Fuji Soft.
Sin embargo, la empresa no se detuvo ahí. Ante la propuesta de Bain Capital, que inicialmente era de 9.450 yenes por acción, KKR decidió subir su oferta a 9.451 yenes (cerca de 57,52 euros). Posteriormente, Bain Capital aumentó su propia oferta a 9.600 yenes (alrededor de 58,43 euros), intensificando aún más la rivalidad.
El respaldo del consejo de administración de Fuji Soft
A pesar de que la oferta de KKR era inferior a la de Bain, el consejo de administración de Fuji Soft mostró su apoyo hacia este fondo. Esto ha llevado a una situación tensa, ya que Bain Capital cuenta con el respaldo de la familia fundadora de la firma japonesa. Este respaldo es crucial, ya que demuestra que la familia tiene una preferencia clara en esta batalla por el control.
Bain, al ver el apoyo del consejo hacia KKR, no tardó en expresar su descontento en un comunicado. Criticó la decisión del consejo, atribuyéndola a un dictamen de un comité especial, el cual considera carece de independencia. Bain citó que los miembros del comité fueron elegidos en una junta extraordinaria convocada por 3D Investment Partners, lo que pone en entredicho la objetividad de dicho comité.
Las acusaciones de KKR contra Bain Capital
Mientas la contienda se intensifica, KKR ha enviado una carta a Fuji Soft denunciando los actos de Bain Capital como una violación de los acuerdos de confidencialidad. En este sentido, KKR ha argumentado que las acciones de Bain incluyen la divulgación de información engañosa y críticas a un consejo legítimamente designado.
«Las recientes acciones de Bain Capital han violado principios fundamentales que deben regir este tipo de transacciones», señala KKR. Este argumento pone de relieve no solo las tensiones entre las dos firmas, sino también la importancia de mantener la integridad en el sector de capital privado, especialmente en un mercado como el japonés, que ha trabajado arduamente para establecer su credibilidad.
Bain Capital opta por seguir adelante
Ante la situación, Bain Capital ha decidido continuar con su OPA, pero renunciando a la necesidad de contar con la aprobación del consejo de administración de Fuji Soft. Esto marca un cambio significativo en la estrategia de Bain, que busca controlar más del 50,1% de la empresa nipona. El fondo se ha mostrado seguro, afirmando que la decisión del comité especial se aleja de su propósito original.
«Es esencial resaltar que no vemos este movimiento como algo ‘hostil’. Estamos convencidos de que nuestra propuesta beneficiará a todos los involucrados», declaró Bain Capital, subrayando su intención de forjar un camino claro, a pesar de los obstáculos que se presentan.
Reflexiones sobre el futuro del capital privado en Japón
La lucha entre KKR y Bain Capital no solo refleja la competencia por un activo valioso como Fuji Soft, sino que también pone de manifiesto cuestiones más amplias sobre la regulación y las prácticas en el sector de capital privado. ¿Se están comprometido los estándares de ética y transparencia en este ámbito? La situación actual invita a todos, desde inversionistas hasta reguladores, a preguntarse cómo mejorar la confianza en este tipo de transacciones.
Los desafíos que se plantean en esta «guerra» de OPAs podrían tener repercusiones significativas no solo para las empresas implicadas sino también para todo el ecosistema de capital privado. Así, a medida que los protagonistas luchan por el control, es fundamental seguir de cerca los desarrollos y entender las implicaciones de sus decisiones en un mercado cada vez más globalizado y complejo.