La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha manifestado este lunes la importancia del Pacto de Toledo, que conmemora su 30 aniversario este año. Este acuerdo, según su opinión, ha permitido construir un sistema de pensiones sostenible en España, a pesar de las constantes advertencias sobre su posible quiebra. Saiz destacó que a lo largo de estas tres décadas, se ha trabajado con seriedad y esfuerzo colectivo, logrando así que el sistema sea capaz de afrontar los retos del futuro.
Jubilaciones flexibles y su impacto en el sistema
Gracias a los incentivos y mejoras en la modalidad de jubilación flexible, las jubilaciones demoradas, es decir, aquellas que se producen más allá de la edad legal ordinaria por decisión del trabajador, han alcanzado ya el 11% de las nuevas altas de jubilación. Este aumento es visto como una «buena señal» tanto para el sistema de pensiones como para la economía general, ya que señala que los trabajadores mayores eligen continuar activos en lugar de retirarse por necesidad económica.
Durante su intervención en unas jornadas organizadas por CaixaBank sobre el talento sénior, Saiz celebró esta cifra e insistió en que la sociedad debe cuidar el talento sénior, que, según ella, «no conoce ni de clase social, ni de origen étnico, ni de edad.» La ministra subrayó que es esencial aprovechar esta fuente de conocimiento y experiencia para enriquecer el mercado laboral.
Desafíos del futuro y el rol de los jóvenes
La ministra se ha mostrado consciente de que se avecinan en los próximos diez años aproximadamente cuatro millones de jubilaciones de la generación del ‘baby boom’, lo que conllevará un aumento en el gasto destinado a pensiones. Sin embargo, el Gobierno está tomando medidas para equilibrar esta situación, alimentando también el lado de los ingresos para asegurar la sostenibilidad del sistema.
En este sentido, Saiz recordó que las reformas implementadas están diseñadas con miras hacia 2050. La clave es asegurar que se cuente con los recursos necesarios para afrontar la creciente demanda de pensiones mientras se mantiene un enfoque a largo plazo que favorezca la estabilidad del sistema.
Jóvenes en prácticas y justicia social
Por otro lado, la ministra ha abordado el valor que se les está dando a los jóvenes en el mercado laboral actual. A partir de 2024, casi un millón y medio de jóvenes que realicen prácticas no remuneradas ya estarán cotizando a la Seguridad Social por dichas prácticas. Este avance es un paso hacia la justicia social, asegurando que los pensionistas perciban prestaciones que consideren el aumento del costo de vida.
Saiz argumentó que es fundamental no solo cuidar de los mayores, sino también garantizar que los jóvenes tengan oportunidades reales en el mercado laboral, lo que contribuye a un ciclo de sostenibilidad en el sistema de pensiones. Estas acciones reflejan la voluntad del Gobierno de abordar las necesidades tanto de la población sénior como de los jóvenes, asegurando un mejor futuro para ambos grupos.
La importancia de la migración en el mercado laboral
Además, la ministra ha enfatizado que, dadas las tendencias demográficas actuales, España necesitará contar con mano de obra extranjera. Este aspecto es crucial para fortalecer el mercado laboral español y para mantener la viabilidad del sistema de pensiones en los años venideros. Saiz se mostró clara: “somos muy conscientes de la importancia de los flujos migratorios” para continuar alimentando una economía que precise de una fuerza laboral dinámica y adaptable.
La estructura del sistema de pensiones en España, que se financia a través de cotizaciones y recursos estatales, es similar a otros modelos europeos. “Es absolutamente normal y nadie está falseando cifras,” aseguró, reafirmando la necesidad de tener un enfoque realista y a la vez optimista sobre el futuro.
Conclusiones sobre el sistema de pensiones
Saiz concluyó su intervención insistiendo en que las reformas recientes brindan certidumbres a los pensionistas actuales y futuros. En un mundo donde las circunstancias económicas están en constante cambio, la capacidad de adaptación y la planificación a largo plazo son claves para garantizar que todos los ciudadanos sean protegidos adecuadamente.
A medida que el debate sobre el sistema de pensiones continúa avanzando, es esencial que tanto el Gobierno como la sociedad mantengan un enfoque abierto y colaborativo, siempre en búsqueda de soluciones que beneficien a todos. Tal vez así podamos mirar hacia el futuro con confianza, sabiendo que tanto las generaciones actuales como las venideras encontrarán su lugar en una economía que valore tanto la experiencia como el potencial de los más jóvenes.