El secretario de Estado de Hacienda y ex director de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), Jesús Gascón, ha comparecido recientemente ante la Comisión de Hacienda del Senado, donde ha abordado una serie de temas cruciales relacionados con la plantilla de la AEAT y la gestión pública de ingresos en España. En este contexto, Gascón ha señalado que, a pesar del aumento en el número de efectivos, la plantilla actual de 27.000 trabajadores es considerada «insuficiente».
Desafíos en la plantilla de la agencia tributaria
Gascón ha reiterado que el verdadero reto es alcanzar los 29.000 efectivos para el año 2027. Esta cifra, aunque parece elevada en comparación con otros organismos administrativos, no es suficiente para cubrir las necesidades del sistema tributario. «Cuando asumí la dirección de la Agencia Tributaria, trabajábamos para alcanzar los 25.000 puestos. En ese momento, mis proyecciones eran algo optimistas; pensaba que podríamos llegar rápidamente a 30.000, pero hemos quedado a mitad de camino», ha explicado Gascón.
El incremento de la plantilla se ha visto dificultado por varios factores. «El número de jubilaciones es el que es, y también hubo años de parón en las ofertas de empleo público, lo que ha hecho que la cantera de opositores disminuyera. Ahora estamos tratando de que ese proceso vuelva a funcionar», ha comentado.
Un nuevo enfoque administrativo
Para Gascón, 29.000 trabajadores son suficientes, considerando que la tecnología actual permite realizar una gestión más eficiente. En su opinión, no es necesario contar con «cincuenta y tantos mil» empleados en la AEAT, dado que hace 20 o 30 años la administración era más intensiva en mano de obra y menos cualificada. Los avances tecnológicos han cambiado las exigencias del trabajo, lo que hace necesaria una reevaluación de las estructuras organizativas.
Resultados y acciones en el control tributario
Durante su intervención, Gascón también presentó el nuevo Plan Anual de Control Tributario y Aduanero 2025. En 2024, la AEAT llevó a cabo 1.000 actuaciones sobre grandes patrimonios, lo que resultó en un importe total de 500 millones de euros. Esta labor se enmarca dentro de los esfuerzos de control sobre contribuyentes cuyo patrimonio y nivel de vida no concuerda con sus declaraciones fiscales. Esta acción contrasta con las 4.500 actuaciones destinadas al control de la economía sumergida, que generaron más de 100 millones de euros en regularizaciones.
En la lucha contra el contrabando, en 2024 se incautaron 45 millones de toneladas de tabacos y 165 millones de diversas drogas, incluidas hachís y cocaína. Estos datos reflejan el compromiso de la AEAT en la supervisión y control de tributos, especialmente aquellos de carácter medioambiental que siguen siendo objeto de comprobación.
La gestión de ingresos públicos en cifras
En términos económicos, Gascón ha revelado que, durante el último año, la AEAT gestionó en términos netos alrededor de 295.000 millones de euros, cifra que asciende a más de 360.000 millones en términos brutos. Además, se devolvieron aproximadamente 70.000 millones de euros a los contribuyentes. Esto significa que la AEAT maneja más del 45% de los ingresos públicos del país, lo que la convierte en la entidad más importante en este aspecto, seguida por la Seguridad Social.
Casi 130.000 reclamaciones en trámite
En el ámbito de las reclamaciones, Gascón ha indicado que la AEAT recibe cerca de 230.000 reclamaciones anualmente, de las cuales alrededor de 90.000 corresponden a IRPF, IVA o el Impuesto sobre Sociedades. Además, 80.000 están relacionadas con procedimientos de recaudación, mientras que 20.000 afectan a tributos gestionados por las comunidades autónomas.
Es importante resaltar que, pese al aumento en las quejas, la cantidad de reclamaciones pendientes ha disminuido drásticamente, pasando de 300.000 a cerca de 130.000 en solo ocho años. Por otro lado, en 2024, se concedieron 2,2 millones de aplazamientos que superaron los 8.000 millones de euros.
Estos datos enfatizan la complejidad y el volumen de trabajo que enfrenta la Agencia Tributaria. La realidad de su plantilla y las constantes demandas por un mejor servicio y control sugeren que seguirán trabajando en la optimización de recursos y en la mejora de la gestión tributaria. La evolución de estos procesos puede generar un impacto directo en la eficiencia administrativa, cuestión que, sin duda, interesará a todos los ciudadanos y empresas en España a lo largo de los próximos años.