La Agencia Tributaria ha devuelto 9.100 millones de euros a 12.577.000 contribuyentes al final de la campaña de declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondiente a 2024 (IRPF 2024). Este total refleja un crecimiento del 0,7% en el número de devoluciones y del 5,8% en importe en comparación con el cierre del año anterior. Estos números no solo son un indicativo de la actividad fiscal, sino también un indicador de la salud económica del país, ¿verdad?
Consolidación de la campaña de asistencia contribuyente
De acuerdo con los datos disponibles, se han presentado un total de 24.570.000 declaraciones, lo que implica un aumento del 2,3% respecto al año previo. De este total, 15.932.000 se tradujeron en resultados a devolver, mientras que 6.934.000 fueron declaraciones a ingresar. Este crecimiento en las presentaciones es un signo de que los contribuyentes están más activos y conscientes de sus obligaciones fiscales.
En lo que respecta a los métodos de presentación, se ha destacado la opción de presentar las declaraciones sin necesidad de desplazamiento, que ha captado la atención de más de 2,9 millones de contribuyentes. Esto incluye la nueva modalidad de ‘Renta Directa’, que permite la presentación instantánea de declaraciones sencillas, así como la creciente utilización de la aplicación móvil y el plan telefónico ‘Le Llamamos’.
Incremento en la asistencia digital
La asistencia digital también ha sido un componente clave en esta campaña. Juntos, el ‘Asistente virtual de Renta’ y el ‘Informador’ han proporcionado 1.250.000 respuestas a los contribuyentes, un impresionante 59% más que en el año anterior. Esto muestra un claro interés por parte de los ciudadanos en utilizar herramientas digitales para gestionar sus obligaciones fiscales, lo que a la larga puede facilitar la relación con la administración tributaria.
Además, los contribuyentes han logrado interactuar con especialistas a través de más de 31.700 chats en la Administración Digital Integral (ADI). También se ha mantenido activo el canal telefónico tradicional, que ha atendido más de 2.415.000 llamadas durante la campaña. Esta combinación de asistencia virtual y personalizada parece estar dando sus frutos, mejorando la experiencia del contribuyente.
Práctica de aviso preventivo
Durante la campaña, la Agencia Tributaria ha implementado una estrategia de asistencia preventiva. Esto incluye el envío de cartas a contribuyentes que presentaron declaraciones modificando información proporcionada por la agencia. Esta acción les permite evaluar si es necesario realizar una declaración complementaria ajustándose a la información que tiene la AEAT.
Como resultado de esta estrategia, se han registrado 44.900 rectificaciones. Este proceso no sólo ha ayudado a los contribuyentes a evitar potenciales errores, sino que también ha reducido el riesgo de posteriores comprobaciones, la acumulación de intereses y la posibilidad de sanciones —un enfoque que claramente favorece a ambos lados de la ecuación fiscal.
Detalles sobre el Impuesto sobre el Patrimonio
En paralelo a la campaña de IRPF, también se ha llevado a cabo la correspondiente al Impuesto sobre el Patrimonio. Esta declaración es obligatoria para aquellos contribuyentes que debían ingresar cuota después de las deducciones y bonificaciones. Además, los que poseían bienes y derechos con un valor superior a los dos millones de euros también debían presentarla.
Al finalizar esta campaña, se han contabilizado más de 226.000 declaraciones de Patrimonio, con un importe a ingresar que ha alcanzado los 2.133 millones de euros. Este aspecto también subraya la importancia de que los contribuyentes cumplan con sus responsabilidades, contribuyendo al bienestar económico general.
Un análisis de los resultados
Es evidente que la Agencia Tributaria ha hecho un esfuerzo notable para facilitar la declaración de impuestos y mejorar la experiencia del contribuyente. Con métodos de presentación más accesibles y un apoyo digital robusto, parece que el diálogo entre el Estado y los ciudadanos se está volviendo más fluido e interactivo.
Aunque estos resultados son positivos, sería interesante explorar cómo pueden evolucionar las estrategias de la administración tributaria para adaptarse a las necesidades cambiantes de los contribuyentes en un mundo cada vez más digital. ¿Qué otros avances podemos anticipar en la forma en que gestionamos nuestras obligaciones fiscales en el futuro? Este es un tema que definitivamente merece ser seguido con atención.