El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha expresado su preocupación ante las implicaciones que puede acarrear la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump. La retirada de Estados Unidos del acuerdo impulsado por la OCDE, que establece un gravamen mínimo del 15% para las multinacionales a nivel mundial, podría desencadenar «graves amenazas arancelarias». Esta situación amenaza con desdibujar el consenso global alcanzado durante más de una década.
Impacto en la fiscalidad española
La decisión de Trump no solo afecta a las multinacionales estadounidenses, sino que también tendría repercusiones en la recién aprobada imposición complementaria en España, conocida como Pilar 2. Este nuevo marco fiscal impactará en los ejercicios fiscales que finalicen a finales de 2024. A su vez, este desarrollo se extiende a otros países de la UE que han incorporado la directiva a sus legislaciones y, en general, a los 145 países que forman parte del marco inclusivo de la OCDE que podrían verse afectados por la aplicación de este impuesto.
Gestha ha subrayado que, de haber sido implementada, la imposición mínima del 15% podría haber generado hasta 3.600 millones de euros al año en España. Sin embargo, la realidad es que, según los informes, una cuarta parte de las multinacionales españolas tributan por debajo del 3% de sus beneficios a nivel global. Este dato pone de manifiesto las deficiencias del sistema fiscal actual y la necesidad de un marco más equitativo que garantice una recaudación fiscal justa.
Desacuerdos en la comunidad internacional
La reacción ante la decisión de Trump refleja un descontento profundo. Gestha sostiene que esta amenaza de aranceles a los países que apliquen la tributación mínima desmantela los logros alcanzados desde 2008 en pro de un consenso global en materia fiscal. ¿Cómo es posible que un esfuerzo colectivo se vea puesto en jaque por las acciones de un solo país? Esto plantea interrogantes significativos sobre el futuro de la cooperación internacional en la fiscalidad.
Otro aspecto crucial de esta situación es la posible interrupción de las negociaciones sobre el Pilar 1, que busca reasignar los derechos de imposición sobre los beneficios de las multinacionales. Este pilar tiene como finalidadeque las empresas paguen impuestos en función del lugar donde generen sus ingresos, es decir, donde están sus clientes. La implementación de este modelo estaba prevista para 2025, pero los recientes acontecimientos podrían retrasar o incluso frustrar este avance.
Reacciones del sector empresarial
En esta línea de reflexión, la elección de los multinacionales que rodearon a Trump en su investidura no pasa desapercibida. Gestha sugiere que la presencia de varios líderes de estas empresas durante el evento puede ser un indicativo de la posición que adoptará el nuevo gobierno con respecto a esta normativa. ¿Estaríamos ante una inminente presión para mantener privilegios fiscales a costa de la cooperación internacional?
Los efectos de esta postura pueden ser devastadores para el sistema fiscal global, que ya se encontraba en una fase vulnerable. La incertidumbre y la falta de un marco regulativo común han llevado a algunos países a adoptar medidas unilaterales, lo que a su vez complica la situación de otros que buscan implementar mejoras en su fiscalidad.
Compromiso de los países europeos
A pesar de las dificultades, Gestha hace un llamamiento a los 27 países de la UE y a los otros 117 países y jurisdicciones que conforman el marco inclusivo de la OCDE. Se insiste en que deben continuar con el compromiso de establecer una imposición mínima global. Este compromiso es esencial no solo para frenar las amenazas de la Administración Trump, sino también para asegurar un futuro más justo y equitativo en la fiscalidad a nivel internacional.
La comunidad internacional se encuentra en un punto crítico. Las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían definir el rumbo de la cooperación fiscal global por décadas. Mantener un diálogo abierto y buscar soluciones gemeinsames que beneficien a todos los países es una necesidad urgente.
Los desafíos futuros en la fiscalidad
La situación es compleja y está en constante evolución. A medida que los países continúan enfrentando desafíos económicos y repercusiones de decisiones políticas, la necesidad de un marco fiscal más robusto y equitativo se vuelve cada vez más evidente. Las empresas multinacionales, que tienen un impacto considerable en las economías nacionales, deben adaptarse a un entorno en el que la responsabilidad fiscal y la equidad se valoren en su justa medida.
La reciente decisión de Estados Unidos puede ser vista como un obstáculo o una oportunidad para reflexionar sobre cómo se manejan las fiscalidades a nivel global. Las implicaciones de estos acontecimientos serán seguidas de cerca no solo por los gobiernos, sino también por todos aquellos que buscan un futuro donde la justicia fiscal sea un pilar fundamental de la economía global. La dirección que tomen las nuevas políticas puede transformar la estructura financiera de múltiples países y, en última instancia, el bienestar de sus ciudadanos. Sin lugar a dudas, la evolución de esta situación merece un seguimiento continuo, tanto para entender sus implicaciones inmediatas como para vislumbrar un futuro más alineado con la equidad fiscal.