Gestamp, una destacada multinacional dedicada al diseño y fabricación de componentes metálicos de alta ingeniería para el sector de la automoción, ha cerrado el primer trimestre del año con un beneficio neto de 27 millones de euros, lo que representa una notable caída del 50,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los ingresos para este trimestre alcanzaron los 2.983 millones de euros, cifra que se sitúa ligeramente por debajo de los 3.049 millones de euros obtenidos en 2024, a pesar de las adversidades del mercado y de la fluctuación de las divisas.
Flujo de caja libre y deuda neta
El flujo de caja libre mejoró significativamente en comparación con el primer trimestre del año anterior, ubicándose en -74 millones de euros (sin el impacto del ‘Plan Phoenix’), frente a los -131 millones en el primer trimestre de 2024. Este avance en el flujo de caja ha permitido a la compañía reducir su deuda neta a 2.219 millones de euros, lo que se traduce en un apalancamiento de 1,7 veces la deuda neta sobre Ebitda y representa el nivel más bajo en términos nominales alcanzado desde la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Esta reducción es un indicador crucial de la salud financiera de Gestamp en un entorno de alta volatilidad.
Resultados en un contexto complejo
A pesar de enfrentarse a un contexto de alta incertidumbre y condiciones de mercado desafiantes, el presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco J. Riberas, ha destacado que, «a pesar de un contexto de alta incertidumbre, volatilidad y un crecimiento limitado del mercado, reiteramos nuestras previsiones, ya que contamos con un modelo de negocio capaz de adaptarse al entorno». Esta afirmación resalta la confianza de la compañía en su capacidad de adaptación y resiliencia ante la falta de crecimiento del sector automotriz.
La compañía ha podido casi mantener sus ingresos en un momento de transición en la industria de la automoción, caracterizada por perspectivas inciertas a corto plazo debido a la volatilidad de mercados clave. En este entorno, Gestamp ha seguido fortaleciendo su situación financiera para proteger su posicionamiento. Esto se ha logrado mediante una estrategia de diversificación geográfica, de cliente y producto, y un enfoque activo en iniciativas a corto plazo, como un plan de control de costes y medidas de flexibilidad. Esta estrategia asegura que la compañía mantenga la eficiencia operativa y la rentabilidad incluso en tiempos difíciles.
Estrategia y objetivos de crecimiento
Gestamp ha reafirmado su compromiso de cumplir con las previsiones establecidas para 2025, manifestando su intención de lograr un crecimiento por encima del mercado a un dígito simple bajo, manteniendo una rentabilidad sólida en su negocio automotriz. En este sentido, la compañía ha detallado que su plan está centrado en preservar la rentabilidad, así como en garantizar la solidez del balance a largo plazo. Esto incluye una gestión estratégica del capital circulante, un riguroso enfoque en las inversiones (conocido como ‘capex’) y un estricto control de costes.
Impulsando el plan Phoenix en NAFTA
Un componente clave en la estrategia de Gestamp es la ejecución del ‘Plan Phoenix’ en la región de NAFTA. A pesar de la caída en los volúmenes de producción de vehículos ligeros en Estados Unidos durante este trimestre, la evolución del plan sigue siendo favorable. Se prevé que alcance un margen de Ebitda de aproximadamente 8% para finales de 2025. Este objetivo refleja la ambición de Gestamp de incrementar la rentabilidad en esta región crítica, alineándola con los niveles de rentabilidad en otras áreas estratégicas donde la compañía opera.
Según la empresa, estos resultados financieros se deben a un modelo de negocio adaptativo, sustentado en una estrategia de diversificación que incluye diferentes mercados y tecnologías. El enfoque en innovación y sostenibilidad también ha jugado un papel fundamental en su capacidad para navegar por un entorno complejo.
Compromisos y cambios en el consejo de administración
En una reunión reciente, Gestamp celebró su junta general de accionistas, donde se aprobaron las cuentas individuales y consolidadas del ejercicio 2024, así como un dividendo complementario de 0,0511 euros brutos por acción que se distribuirá en julio. En total, se ha distribuido una retribución de 0,1 euros brutos por acción, cumpliendo así el compromiso de destinar el 30% del beneficio neto del ejercicio.
Además, la junta ha aprobado el nombramiento de Patricia Riberas como consejera ejecutiva. Desde su entrada a Gestamp en 2018, ha asumido varias responsabilidades clave en áreas como innovación y transformación digital. Su nombramiento se alinea con las metas de la compañía hacia un crecimiento sostenible y adaptado al futuro.
En 2025, se dará una transición en el consejo con la salida de Gonzalo Urquijo, quien ha aportado su experiencia desde 2017. Este cambio refleja un movimiento hacia un liderazgo que busca continuar con la tendencia de adaptación y evolución en el sector automotriz.
Finalmente, el consejo de administración también ha anunciado la inclusión de Loreto Ordoñez en la comisión de nombramientos y retribuciones, un movimiento que busca fortalecer la dirección estratégica de la compañía en estos tiempos inciertos. Los cambios en la estructura del liderazgo son cruciales para el futuro de Gestamp, sugiriendo una dirección enfocada y comprometida con la rentabilidad y sostenibilidad.
Con estos resultados y planes a futuro, Gestamp está demostrando que una estrategia clara y adaptativa en un entorno volátil puede marcar la diferencia. A medida que la industria de la automoción evoluciona, será fascinante observar cómo la compañía navegará sus desafíos y oportunidades. Las decisiones que tomen ahora influirán en su capacidad para seguir siendo un jugador clave en el mercado, afectando no solo sus resultados financieros, sino también su posicionamiento a largo plazo.