El pasado jueves, durante la jornada titulada ‘Global Trends 2025’, líderes empresariales de gran renombre se reunieron para abordar los desafíos actuales de Europa. El evento, organizado por AmChamSpain y Europa Press, contó con la participación del presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el exjefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell. Este espacio no solo sirvió como un foro para expresar preocupaciones, sino también como una plataforma para compartir visiones optimistas sobre el futuro.
La visión optimista de Bonet sobre España
Los comentarios de Bonet resaltaron un mensaje esperanzador sobre el futuro económico de España. Según él, “Está llegando la hora de España”. Este optimismo está basado en el potencial del turismo, que continuará llegando a España como un «paraíso de los europeos» si se evitan conflictos globales. Bonet abogó por una Europa unida que tome decisiones serias antes de perder su relevancia frente a Estados Unidos.
Interesantemente, el presidente de la Cámara de Comercio también destacó la alianza necesaria entre Europa, África y Latinoamérica. Esta cooperación, según Bonet, es crucial si Europa desea posicionarse como un actor imparcial en la geopolítica mundial.
La encrucijada geopolítica de Europa
Bonet, con un tono de urgencia, planteó que Europa se encuentra en una encrucijada en su desarrollo. “¿Quiere seguir siendo algo o no?” se preguntó, sugiriendo que el contexto actual podría ofrecer una oportunidad única para una decisión positiva. La necesidad de una Europa decidida se intensifica ante la aparición constante de lo que él denomina «cisnes negros» en el escenario global.
Sin embargo, ¿cómo se verá este camino? Dependerá, en gran medida, del papel que jueguen las pequeñas y medianas empresas (pymes) y de la capacidad de las instituciones para acompañarlas y asesorarlas durante tiempos inciertos. Bonet enfatizó que hay oportunidades aún por explorar.
La posición de Garamendi sobre la estabilidad
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, subrayó la importancia de la estabilidad tanto geopolítica como económica para las empresas. Manifestó que es vital que no se produzcan cambios drásticos, alucinando que esto no debe parecerse al “intermitente de un coche» que se apaga y se enciende de forma errática.
Garamendi defendió que Estados Unidos, con más de 80.000 millones de euros en inversiones, es un socio crucial para España, casi al mismo nivel que el Reino Unido. Esta relación, sin embargo, enfrenta complicaciones, ya que muchas veces es más sencillo para las empresas españolas operar en estos dos países que en otros de Europa.
La necesidad de un enfoque unido en la industria
El presidente de la CEOE también hizo hincapié en la situación de la industria en Europa. Argumentó que, si bien España es un país acogedor para la inversión extranjera, las empresas del sector energético enfrentan barreras significativas al intentar entrar en otros mercados europeos.
Garamendi especificó que las empresas españolas necesitan ser parte de un diálogo más amplio sobre la unión energética y la competitividad en el mercado europeo, advirtiendo que la hiperregulación puede estar frenando el crecimiento empresarial.
La opinión de Borrell sobre la imagen de España
Por su parte, Josep Borrell contribuyó a la conversación enfatizando que la imagen de España en Europa es positiva. Destacó cómo España ha establecido lazos con América Latina, promoviendo acuerdos que lleven a un comercio más fluido. Aporta una perspectiva constructiva ante el fenómeno migratorio, subrayando la necesidad de aceptar a los inmigrantes debido al “invierno demográfico” que enfrenta España.
Borrell denotó que, si se concluyen acuerdos como el de Mercosur, será en buena medida gracias al esfuerzo español por situar América Latina en el mapa de prioridades de Europa.
Malet y la necesidad de mirar a largo plazo
El presidente de AmChamSpain, Jaime Malet, también intervino marcando una clara agenda para el futuro. Sostuvo que las relaciones comerciales deben ser valoradas no solo «con luces cortas», sino con una perspectiva más amplia. A pesar de las tensiones actuales, ¿será que Occidente encontrará un aliado más sólido que Estados Unidos? Según Malet, es prácticamente imposible.
Su argumento se centra en la idea de que Estados Unidos sigue siendo un gran inversor en España y en Europa. Asimismo, argumentó que la creación de «campeones nacionales» en Europa limita la diversidad de inversión necesaria y, por ende, puede resultar errónea.
Reacción a un entorno competitivo
Malet también advirtió que, aunque Europa está tratando de reaccionar a la posición de Estados Unidos, perder de vista a China y su crecimiento podría ser un error. La tecnología y la innovación deben ser consideradas en un contexto colaborativo, donde, según él, un esfuerzo conjunto con empresas estadounidenses podría ser crucial para el desarrollo tecnológico de Europa.
En suma, la jornada ‘Global Trends 2025’ deja claro que los líderes empresariales están preocupados pero también optimistas respecto al futuro, con la certeza de que la unidad y la colaboración son claves en este contexto tan cambiante. En un entorno que evoluciona rápidamente, las decisiones que tome Europa en los próximos años influirán significativamente en su posición global y en cómo las empresas españolas se posicionan en el escenario internacional. Y así, la pregunta persiste: ¿está Europa preparada para el reto?