El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través del comisionado del Corredor Atlántico, está organizando una cumbre europea de alta velocidad en Madrid, un evento que se llevará a cabo este martes y miércoles. Esta cumbre marca un hito importante, siendo la primera vez que todos los corredores ferroviarios europeos se reúnen fuera de Bruselas. España tiene la oportunidad de posicionarse como líder en el sector ferroviario, al haber construido la red de alta velocidad más extensa de Europa y al costo más bajo.
Conexiones transfronterizas bajo la lupa
Aprovechando esta cumbre, España continuará presionando a Francia para que se aceleren las conexiones transfronterizas. Actualmente, el país vecino ha prorrogado el plazo hasta 2042 para finalizar estas infraestructuras, a pesar de que la Unión Europea había establecido como objetivo 2030. Sin embargo, los recientes cambios en el Ministerio de Transportes de Francia han abierto una ventana de oportunidad; con tres nuevos ministros en un año y medio, se han mostrado más receptivos a discutir plazos más ajustados. Aunque no se espera que lleguen a los plazos de 2030, el Gobierno español aboga por tener lista la conexión Irún-Hendaya para 2035, lo que facilitaría los viajes en alta velocidad entre Madrid y París, actualmente desviados a través de Barcelona.
El evento en Madrid contará con la presencia de representantes de los nueve principales corredores europeos y delegaciones de más de veinte países. Además, estarán presentes empresas españolas públicas como Adif, Renfe o Ineco, que han sido fundamentales en el desarrollo de la red de alta velocidad de España. La jornada se centrará en la reducción de los costes de construcción de la alta velocidad, un tema de relevancia actual, dada la situación económica mundial y la necesidad de inversiones eficaces en infraestructuras.
Un impulso hacia la eficiencia
El esfuerzo español por crear la red de alta velocidad más extensa de la Unión Europea se ha traducido en un costo medio de construcción notablemente bajo, de solo 17,7 millones de euros por kilómetro. En contraste, este dato es significativamente inferior al costo medio global, que asciende a 45,5 millones de euros. Este logro destaca los «altos estándares» de la red española, que alcanza velocidades de hasta 350 kilómetros por hora, mediante un sistema de vía doble y plataformas totalmente nuevas.
Este enfoque en la eficiencia no solo pone de manifiesto la capacidad técnica de España, sino que también contribuye a la creación de empleo y a una mayor movilidad sostenible. En este contexto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien iba a ser el anfitrión de la cumbre, no podrá asistir debido a que recientemente se ha convertido en padre por tercera vez a los 56 años. Esta situación no opaca el evento, en el que se celebrará el trabajo realizado hasta el momento.
Inversión y expectativas para el futuro
Hasta la fecha, se han invertido cerca de 35.000 millones de euros en el Corredor Atlántico en España, y se espera que se acumule otro 16.000 millones de euros hasta el año 2030, cuando se prevé que la red esté completamente finalizada, según los plazos estimados por la Unión Europea. Este esfuerzo de inversión tiene como objetivo no solo mejorar la conectividad interna, sino también extender la red española al resto de Europa, un proyecto que fortalecería la integración europea.
La cumbre en Madrid representa no solo un punto de encuentro de corredores, sino también una oportunidad para que España presente su modelo de transporte eficiente y sostenible. Los representantes de los países asistentes tendrán la posibilidad de conocer de primera mano cómo España ha conseguido estos hitos, lo que podría influir en futuros proyectos a nivel europeo.
Un futuro interconectado
La colaboración entre España y Francia, así como con otros países europeos, es fundamental en este empeño. España, en ocasiones junto a Portugal, ha estado haciendo presión a Francia a través de la Comisión Europea, esperando que esto impulse a su vecino a acelerar las inversiones necesarias. La finalización de las conexiones transfronterizas no solo beneficiaría a España, sino que también podría abrir nuevas vías de desarrollo y socioeconómicas en toda la región.
La batalla por mejorar la infraestructura de alta velocidad no termina aquí; España continuará luchando por avanzar en las conexiones y esperará que la nueva disposición de Francia resulte en un progreso tangible. Con el crecimiento del turismo, los negocios y el intercambio cultural, es esencial que los países europeos trabajen juntos para crear un sistema de transporte donde cada conexión, cada viaje, cuente.
el futuro del transporte en Europa se vislumbra lleno de posibilidades, una red que podría transformar la movilidad y reforzar la unión entre naciones. Si bien quedan desafíos por delante, la persistencia y la innovación serán las claves para asegurar que este sueño de interconexiones se convierta en una realidad palpable.