El fondo Westbourne River ha expresado su oposición a la decisión del consejo de administración de Biotest de apoyar la exclusión de la Bolsa de su filial alemana, Grifols Biotest Holdings GmbH. En una carta dirigida a la firma, según información reciente, el fondo ha manifestado su preocupación «profundamente» y ha solicitado que se reconsideren tanto el procedimiento como el precio de la oferta presentada.
Contexto de la situación
Grifols, que es uno de los principales accionistas de Biotest con aproximadamente el 97,14% de las acciones ordinarias con derecho a voto y el 46,22% de las preferentes, había recibido el visto bueno por unanimidad del consejo de Biotest a finales de marzo para llevar a cabo esta operación, que podría alcanzar un total de 350 millones de euros. ¿Qué implica esto para los accionistas minoritarios?
La inquietud de Westbourne River radica en que esta exclusión podría ser interpretada como una medida de presión para que los accionistas vendan sus acciones a un precio inferior al que consideran razonable. Según el gestor sénior de cartera de Westbourne River, Abhishek Agrawal, la falta de estas decisiones podría dejar a Biotest operando en condiciones de plena competencia frente a Grifols.
Consecuencias potenciales para los accionistas
La carta expone que, sin tomar medidas estructurales, Biotest puede enfrentarse a un escenario complicado. Westbourne River ha argumentado que la exclusión de Bolsa no solo parece un intento de intimidación, sino que también limitaría significativamente la capacidad de los accionistas minoritarios de evaluar el progreso de la compañía. Esto es especialmente preocupante dado que los tiempos que se avecinan presentan incertidumbres para los inversores, quienes podrían sentirse forzados a actuar con premura.
Además, desde el fondo se ha señalado que las únicos medidas disponibles bajo la legislación alemana para que Grifols logre la integración de manera más sencilla serían una venta forzosa, que requeriría un mínimo del 90% del capital total, o un acuerdo de dominación. ¿Es verdaderamente este el mejor camino para la empresa?
Ajustes en la estrategia de Grifols
En un giro interesante de los acontecimientos, Grifols, a través de su consejero Tomás Dagá, se puso en contacto con Westbourne River a principios de febrero para proponer la compra de su participación en Biotest. Sin embargo, esto trajo consigo una serie de objeciones por parte del fondo. Dagá desestimó la idea de utilizar medidas estructurales según la legislación alemana, argumentando que Grifols no estaba interesada en realizar un ejercicio de valoración.
Este contacto, lejos de hallar consensos, ha generado un ambiente de desconfianza. Se ha afirmado que Grifols tiene intenciones de llevar a cabo la exclusión de Biotest de la Bolsa, lo que deja a Westbourne River ante un dilema: vender ahora o esperar a convertirse en parte de un vehículo privado tras la exclusión.
Detalles sobre el acuerdo de exclusión
El acuerdo entre Grifols y Biotest implica que se lanzará una oferta para adquirir el capital restante que la compañía no posee. Esto incluye un 2,86% de acciones ordinarias y más del 53% de acciones preferentes, lo que está íntimamente ligado a la pretensión de excluir a Biotest de la Bolsa. Este proceso podría tener un valor máximo de 350 millones de euros, siempre que los accionistas restantes acepten la oferta y vendan sus títulos.
Los términos de este acuerdo han sido comunicados, y se espera que ambas compañías soliciten la cancelación de las acciones de Biotest en la Bolsa de Francfort en los próximos días, a más tardar diez días hábiles antes de que expire el plazo para aceptar la oferta. ¿Qué efecto tendrá esto en la percepción del mercado?
Preocupaciones por parte de los accionistas minoritarios
Westbourne River, al expresar su descontento con la situación, ha subrayado la decepción que sienten ante el hecho de que Biotest haya respaldado la exclusión. Para ellos, esta decisión parece alinearse más con los intereses de Grifols que con una gestión equitativa hacia todos los accionistas. Se han pedido aclaraciones sobre la oferta presentada y las expectativas de cada una de las partes involucradas.
Desde el fondo también se ha puesto de manifiesto que al aprobar un acuerdo de exclusión en estas condiciones, Biotest parece estar actuando principalmente en beneficio de su accionista mayoritario. Este hecho podría llevar a una serie de cuestionamientos sobre la ética en la toma de decisiones empresariales y la responsabilidad hacia todos los socios involucrados.
En un panorama económico como el actual, donde la incertidumbre juega un papel crucial, es fundamental que los accionistas tengan la oportunidad de sopesar cada decisión en un entorno transparente. Será interesante observar cómo evoluciona esta situación y qué medidas se tomarán de aquí en adelante, así como el impacto que esto tendrá en la percepción del mercado. ¿Está la comunidad inversora lista para hacer frente a los desafíos que se avecinan?