La Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) ha resaltado la urgencia de reactivar Europa, instando a implementar de manera inmediata las recomendaciones de los influyentes informes de Mario Draghi y Enrico Letta. Esto es más crítico que nunca, dado el nuevo contexto geopolítico que ha surgido a raíz de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, especialmente tras la llegada al poder de Donald Trump.
El foro organizado por esta asociación, que tuvo lugar recientemente, ha contado con la participación de destacados especialistas de nueve consultoras y del Real Instituto Elcano. Durante el evento, los expertos coincidieron en la imperante necesidad de traducir rápidamente a la acción las propuestas de Draghi y Letta. Este proceso debe centrarse en aspectos clave como el desarrollo de la industria tecnológica y de defensa en Europa, la fortaleza del mercado único, la vinculación de la descarbonización a la competitividad y la reducción de la dependencia excesiva de suministros externos, en términos de materias primas y energía.
La importancia de la competitividad en un mundo cambiante
Desde el inicio de la sesión, el presidente de la AEC, José María Beneyto, ha enfatizado que «la Unión Europea se encuentra ante una encrucijada», planteando que es esencial tomar decisiones audaces y efectivas para mantener la competitividad frente a otras potencias globales.
¿Estamos realmente ante una oportunidad o simplemente ante una cuestión de supervivencia para la UE? Beneyto sostiene que la respuesta es clara: Europa podría quedar atrapada entre la confrontación y los acuerdos que lograrán Estados Unidos y China. Esta situación destaca la creciente relevancia del papel de la consultoría, que se presenta como un motor para el impulso de soluciones innovadoras en áreas como tecnología, estrategia industrial, talento y colaboración entre el sector público y privado.
El presidente ejecutivo de Grupo Oesía, Luis Furnells, también ha contribuido a este debate, subrayando el «rol protagónico» de la industria de seguridad y defensa como motor de innovación y competitividad en Europa. «Debemos apostar por la innovación», afirma Furnells. Este impulso puede dinamizar industrias que fortalecen la autonomía estratégica en capacidades claves, convirtiéndose en el eje central de los objetivos a largo plazo de la Unión Europea.
Inversión en defensa y tecnología espacial como prioridad
Las discusiones en el foro han puesto de relieve la recomendación del ‘informe Draghi’, el cual aboga por aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en defensa y espacio. La implementación de programas de doble uso y la creación de un Fondo Industrial Espacial son aspectos que se plantean como esenciales para reducir vulnerabilidades geopolíticas.
Germán Barbero, director de ingeniería en Capgemini, ha apuntado que «la inteligencia artificial generativa está redefiniendo el panorama del sector de defensa». Esta tecnología promete ofrecer capacidades sin precedentes en la optimización de decisiones, excelencia en la automatización de tareas y una mejora de la seguridad operativa.
La adopción de estas herramientas avanzadas no solo puede aumentar la eficiencia y reducir los riesgos, sino que también fortalecerá la ciberseguridad en el sector. Al hacer que la tecnología transforme el sector aeroespacial y de defensa, se abre paso hacia un futuro que promete ser más eficiente, seguro y sostenible.
El enfoque en la inversión y el desarrollo de nuevas tecnologías es vital. A medida que las tensiones globales aumentan, contar con capacidades defensivas y tecnológicas robustas se vuelve esencial para la seguridad y soberanía de Europa. La posibilidad de implementar innovaciones desde las industrias de seguridad y defensa no solo es una respuesta ante los conflictos geopolíticos, sino también una clara señal hacia el futuro que la UE desea construir.
El papel de la consultoría en el impulso de soluciones innovadoras
Volviendo al papel destacado de la consultoría, Beneyto ha subrayado que las empresas del sector pueden presentar alternativas sólidas para enfrentar los desafíos actuales. Estas entidades no solo son asesoras, sino que actúan como facilitadoras de un cambio estructural que la Unión Europea necesita urgentemente. Este enfoque no solo se limita a ámbitos estratégicos, sino que abarca también la mejora de la competitividad y el desarrollo sostenible.
La colaboración público-privada es otra dimensión que se ha discutido. Este tipo de alianzas son clave para implementar estrategias efectivas que beneficien a todos los sectores. Con una economía tan interrelacionada, un enfoque colaborativo puede brindar soluciones más integrales y efectivas. La consultoría, en este sentido, emergía como un aliado indispensable en un viaje hacia un futuro más resiliente y sostenible para Europa.
Mientras el camino hacia una Europa reactivada presenta desafíos significativos, es evidente que las acciones que tomemos ahora marcarán la diferencia en un futuro incierto. ¿Estamos listos para adoptar las novedades tecnológicas y las estrategias necesarias para asegurar nuestra competitividad a largo plazo? Reflexionar sobre esto es esencial mientras navegamos por un entorno económico y político en constante evolución. La forma en que respondamos a estas cuestiones podría no solo definir el futuro de Europa, sino también su lugar en el escenario global.