El Pleno del Congreso ha aprobado la ley que crea un nuevo impuesto mínimo para las empresas multinacionales, marcando un hito significativo en la actual legislatura. Este proyecto de ley incorpora varios elementos de la reforma fiscal solicitada por el Gobierno, aunque ha enfrentado negociaciones complicadas, especialmente con el sector bancario. Una de las características más destacadas es la inclusión de un impuesto específico a la banca, que se implementará en lugar del antiguo sistema de prestaciones patrimoniales.
Nuevas medidas fiscales y exenciones
Desde su paso por el Senado, el texto definitivo incluye importantes enmiendas que han sido impulsadas por el Partido Popular (PP) y Junts. Por ejemplo, se ha decidido dejar exentas de IRPF y el impuesto de donaciones las ayudas dirigidas a los afectados por la DANA. También se implementará un IVA del 0% para el cambio de vehículo y la reparación de edificios, así como una extensión de las exenciones del IBI y del IAE hasta el año 2025.
Además, las enmiendas de Junts han permitido la rebaja del IVA al 4% en los productos lácteos, mientras que el PP ha logrado la derogación del gravamen energético en el contexto de apoyo a la banca, una medida que fue respaldada por partidos como Vox, Junts y el PNV.
Un nuevo impuesto a la banca
La reforma fiscal también incluye una reconfiguración del gravamen a la banca, que se trasladará a un nuevo impuesto. Este tributo estableció un tipo progresivo que variará en función de los márgenes de intereses y comisiones. Específicamente, se aplicará un 1% hasta los 750 millones de euros, un 3,5% hasta 1.500 millones, un 4,8% hasta 3.000 millones, un 6% hasta 5.000 millones, y un notable 7% para ingresos que superen los 5.000 millones.
Este cambio es importante no solo por los ingresos que se espera generar, sino porque implica que ahora tanto las comunidades autónomas como las haciendas forales podrán gestionar el impuesto de manera más eficiente. ¿No es interesante pensar en cómo esto puede influir en la dinámica económica de las regiones?
Reforma del impuesto de sociedades
Dentro de las medidas que contempla este nuevo marco de fiscalidad, se encuentra la reforma del Impuesto de Sociedades, que promete aliviar a aquellas empresas con una facturación inferior a un millón de euros. Así, el gravamen para las bases imponibles de hasta 50.000 euros se establecerá en un 17%, mientras que las rentas de capital superiores a 300.000 euros verán un aumento en su tributación, que pasará del 28% al 30%.
La aplicación gradual de esta reducción, que se extenderá hasta 2027, busca estimular la economía y facilitar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Esto podría abrir puertas a un nuevo ciclo de emprendimiento y oportunidades laborales.
Medidas contra el fraude y la evasión fiscal
La nueva normativa también se ha enfocado en combatir el fraude relacionado con hidrocarburos. La operativa de las ‘missing traders’, aquellas empresas que se benefician del IVA cobrado sin realizar las declaraciones correspondientes, será sometida a un control más estricto. Esta táctica no solo busca cerrar el grifo a la evasión, sino que también promete estabilizar los ingresos fiscales generados por este sector tan crucial para la economía.
Además, se incrementará la imposición sobre el tabaco y los productos de vapeo, lo que a su vez podría contribuir a una mayor recaudación para el Estado. La decisión de armonizar el IVA para el arrendamiento de viviendas y extender la obligatoriedad de emitir factura electrónica en las relaciones comerciales también refleja un esfuerzo por modernizar y simplificar el sistema fiscal.
Impacto en el empleo y condiciones laborales
En términos de bienestar social, se ha aprobado una enmienda que beneficia a las personas con incapacidad permanente absoluta o de gran invalidez, quienes no perderán su pensión si acceden a un empleo y posteriormente no pueden continuar. Esto fomenta un entorno laboral más inclusivo y equitativo.
Entre las novedades, se incluye una bonificación para las contrataciones en entidades deportivas no lucrativas, contribuyendo así a la promoción de la actividad física y la salud pública en general. La creación de un marco fiscal favorable para la rehabilitación de viviendas en Canarias también unirá esfuerzos para incentivar la recuperación económica en la región.
Agradecimiento del Gobierno
La vicepresidenta segunda y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha expresado su satisfacción por la aprobación de la reforma. Sostiene que permitirá incrementar la recaudación pública, cargando a aquellos que más pueden aportar. Además, ha resaltado la dificultad de llevar a cabo una reforma fiscal en un Congreso donde su partido no cuenta con mayoría, por lo que considera un gran logro haber conseguido este consenso.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. La renuncia a ciertos puntos de la reforma, como las exenciones fiscales para jóvenes y las ayudas hipotecarias, ha dejado un sabor agridulce en algunas fracciones políticas. La incógnita ahora está en cómo se implementarán estas medidas y cuál será su impacto en la ciudadanía y el tejido empresarial del país.
Sin duda, este es un momento crucial en el panorama fiscal español. Las decisiones tomadas hoy darán forma a la estructura económica del futuro, y es fundamental que estemos atentos a cómo evolucionarán estas propuestas en los próximos meses. La fiscalidad, indiscutiblemente, juega un papel central en nuestras vidas como ciudadanos y consumidores. ¿Qué otros cambios pueden surgir en el horizonte que reconfiguren nuestra percepción del sistema fiscal y nuestra relación con el Estado?