CCOO ha solicitado información a la Agencia Tributaria (AEAT) sobre el proceso de rectificación y devolución de excesos en la tributación por IRPF que afecta a las personas pensionistas. Esta gestión se enmarca dentro de la jurisprudencia del Tribunal Supremo relacionada con la disposición transitoria segunda de la Ley 35/2006 del IRPF, aplicable a los ejercicios fiscales comprendidos entre 2019 y 2022. Esta situación ha generado inquietud y confusión entre una parte importante de los jubilados que, tras realizar contribuciones en mutualidades entre 1967 y 1978, ahora se enfrentan a un cambio en el procedimiento de reclamación.
Desgracia en el proceso de reclamación
En enero del año pasado, la AEAT estableció un procedimiento que permitía a los pensionistas minorar un porcentaje de su base imponible, dependiendo de las cotizaciones de años pasados. Concretamente, se hablaba de un 25% para la parte de la pensión relacionada con los años entre 1967 y 1978 y un 100% para las cotizaciones anteriores a 1967. Este avance ofrecía un respiro a los pensionistas, permitiéndoles recuperar parte de las sumas que no pudieron deducir en su momento.
Sin embargo, el sindicato estima que la situación ha dado un giro inesperado. En diciembre de 2024, se anunció una modificación de los términos de reclamación que ha dejado a cientos de miles de pensionistas en una posición desfavorable, obligándoles a presentar nuevas reclamaciones cada año entre 2025 y 2028. Infortunadamente, aquellos que no hayan recibido respuesta a sus solicitudes antes de la fecha límite del 22 de diciembre de 2024 verán sus reclamaciones dadas de baja, provocando un caos administrativo y emocional.
Incertidumbre y consecuencias severas
Este cambio de procedimiento ha sido calificado por CCOO como una «decisión arbitraria» que crea inseguridad jurídica para los afectados. La aplicación retroactiva de esta normativa fiscal no solo es desventajosa, sino que también representa un agravio comparativo entre los pensionistas. Mientras un grupo reducido ha recuperado su exceso tributario, el resto se ve obligado a reiniciar el proceso, con la incertidumbre de recibir sus devoluciones fraccionadas a lo largo de varios ejercicios fiscales.
En este contexto, muchos de estos pensionistas son personas mayores de 80 años. La incertidumbre generada ha impactado no solo a ellos, sino también a sus familiares o herederos, que podrían percibir dificultades adicionales en el proceso en caso de que ocurra un fallecimiento durante el nuevo período de reclamación. Esta situación no puede ser subestimada, dadas las circunstancias delicadas en las que se encuentra esta población.
Solicitudes y datos requeridos
Ante esta compleja situación, CCOO ha pedido a la AEAT una serie de datos precisos para comprender el impacto económico que enfrentarán los pensionistas. Los datos solicitados incluyen el número total de personas que han reclamado la minoración en su IRPF y cuál ha sido el resultado de estas solicitudes. Este análisis no es solo una cuestión de burocracia, sino una medida necesaria para entender el alcance del problema y sus repercusiones.
Algunos de los detalles importantes que debe facilitar la Agencia Tributaria incluyen:
- El número de pensionistas que han solicitado la minoración en su base imponible.
- El porcentaje de personas cuyas reclamaciones han sido reconocidas y cuántas aún esperan devolución.
- La distribución territorial por provincias y por edades de los afectados.
- Los importes totales ya abonados y los que aún se deben pagar.
Con esta información, los servicios jurídicos, técnicos y económicos de CCOO tendrán una mejor base para evaluar las implicaciones jurídicas y económicas de esta situación. Esto es fundamental para proponer soluciones que realmente resguarden los derechos de los pensionistas.
Reacciones y exigencias del sindicato
La organización, a cargo de Unai Sordo, ha subrayado la importancia de que el Ministerio de Hacienda actúe de inmediato ante esta problemática. La exigencia de buscar soluciones efectivas y a corto plazo es clara. La falta de respuestas adecuadas ante un tema que afecta profundamente a la calidad de vida de una parte considerable de la población no puede ser ignorada.
Con cada día que pasa sin una resolución, la tensión y el malestar entre los pensionistas aumentan. El sindicato se encuentra en una posición firme: no solo busca respuestas, sino que también se propone defender los derechos de quienes pueden estar en una posición de vulnerabilidad ante cambios fiscales inesperados y adversos.
El futuro de este proceso es incierto y, lamentablemente, muchos pensionistas ya comienzan a sentir las consecuencias de estas decisiones. A medida que seguimos explorando esta situación, el impacto que se está generando en la vida de nuestros mayores se hace cada vez más evidente. La administración tiene un papel crítico en cómo se resolverá esta controversia, pues cada paso cuenta a la hora de garantizar un sistema justo y equitativo para todos, en especial para aquellos que han trabajado toda su vida por un futuro tranquilo.